Hace un par de semanas aparecieron, como es de rigor para la navidad (casi siempre un poco antes), una o dos vírgenes que lloran, y lo que lloran es, generalmente, sangre. Primera pregunta: ¿Por qué tienen esa fijación con la sangre los católicos? Y mejor no tocar el tema de la transubstanciación, donde los católicos están obligados a creer que la ostia, al ser tragada, se convierte en carne, mientras que el vino se convierte en sangre.
Siempre que ocurre esto me acuerdo de aquella historia que tan bien narrara el Gran José Saramago: «se podría recordar aquí, repetimos, aquel milagro de Ourique, celebérrimo, cuando Cristo se apareció al rey portugués y éste le gritó, mientras el ejército postrado en el suelo lloraba, A los infieles, Señor, a los infieles, y no a mí, que creo lo que podéis, pero Cristo no quiso aparecerse a los moros, y lástima fue, que en vez de crudelísima batalla podríamos, hoy, registrar en estos anales la conversión maravillosa de los ciento cincuenta mil bárbaros que al fin perdieron allí la vida, un desperdicio de almas que clama al cielo.» Pues eso. Segunda pregunta: ¿Por qué las vírgenes que lloran o las apariciones marianas siempre suceden en sitios cristianos? ¿No sería más útil que ocurrieran en medio de Jerusalén, Addis Abeba o Tokyo? Grandes misterios del cristianismo.
Y ya que estamos, tercera pregunta, en libre tono fantástico: ¿Qué sucedería si mañana en Washington D.C., México D.F., Buenos Aires, París o Madrid apareciera la imagen de un Buda gigante flotando sobre esas ciudades?
Pero, por lo menos a mí eso no me alcanza ni me alcanzará. Si vamos a hablar de milagros preferiría que diosito padre y diosito hijo pusieran sus blancas barbas en remojo y se aparecieran (por lo menos el segundo, ya que del primero pocas noticias tenemos), digamos, en África y que allí multiplicaran otra vez los panes y los peces y que convirtieran el vino de los ricos en agua para los pobres. Ahí, entonces, podríamos empezar a hablar.
El Blog de Arena 
Te leo y no puedo evitar sentir que estoy leyéndome a mí… Y es que el misterio más grande de la religión (sea la que sea) es la existencia de la religión misma.
Saludos
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Somos muchos Carmen, y ése es otro misterio. ¿Cómo siguen teniendo tanto poder si –al menos nominalmente– las religiones están cada vez más vacías? Supongo que deben ser como esas corporaciones que aun mantienen ese status. Pero habría que pensar un poco más el asunto.
cariños.
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¡Que aparezca el Buda flotante sobre México D.F., por favooor! Por lo demás, así como el catolicismo tiene una acusada obsesión con la sangre y las apariciones, también es fan de los misterios (no sé qué enorme cantidad maneja), de manera que según su costumbre estas preguntas que mencionas podrían caber entre los «misterios» que ninguno de ellos (ni del resto de los mortales, por supuesto) puede explicar por qué suceden o por qué no suceden. Y así, carpetazo al asunto. Por Fortuna existen plumas como la tuya, que no dejan que mueran esas preguntas que muchos nos hemos hecho. Entre líneas me hiciste recordar una frase atribuida a Buñuel: «Dios no se ocupa de nosotros. Si existe, es como si no existiese».
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🙂 Lo de México D.F: lo puse para ti; obvio. Sé que en lugar de Buenos aires debería haber puesto Mar del Plata, pero no hace falata, ya lo tengo aquí como fondo de pantalla (junto a Kate Beckinsale, pero Buda no tiene problema alguno con ello. Él comprende y, a veces, siento que hasta me hace un guiño cómplice).
Las preguntas eternas sobre esa gentuza son interminables, y ya tengo varias en carpeta. pero lo de las vírgenes me molesta muchísimo y ya estaba pasando demasiado tiempo, así que lo puse hoy.
Ya habrá más noticias para este boletín.
Cariños.
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Vaya, el señor Borgeano sí que tiene buenos gustos! Beckinsale es realmente hermosa y entiendo que Buda no se queje por compartir espacio con ella.
En cuanto a las vírgenes y en general el tema de la religión sólo haría un matiz: mi rabia es con las jerarquías que manipulan, que pervierten y utilizan, pero creo que entre la gente de a pie hay algunos que merecen otro tratamiento. Durante el tiempo que estuve dentro de un grupo religioso conocí personas honestas (sí, las menos) que hacían obra social de verdadera ayuda. Aunque no coincida para nada con sus presupuestos, al final las respeto.
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Seguro. La culpa (y uso el término en su total sentido) es de la jerarquía. Entiendo que la gente necesite creer, pero si lo primero que le das es un placebo… mala cosa.
Algún día te contaré de un gran amigo (Pablo, el del post de la fragata Libertad), hijo de un pastor evangélico. Aunque hace años que no nos vemos, siento un especial cariño por toda esa familia, ya que eran creyentes honestos y sinceros, no meross comerciantes. Distingo entre unos y otros, pero a veces siento que debo «atacar» a los creyentes por su ciega defensa de la bizarra cúpula o su negativa a pensar o querer ver más allá, eso es todo. Hay algunos que, como se dice, son más papistas que el Papa.
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Sin duda hay muchos Pablos por ahí y sí, da coraje que a pesar de su honestidad suelan ser cerrados, obtusos. La convicción de poseer «la única verdad» causa estragos.
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Y así es como me voy a la cama sintiendo que una vez más la religión me genera malestares estomacales, no quiere decir esto que los creyentes sean malos, no no no, sólo la institución que se aprovecha de miles para mantener este sistema que apoya al menos necesitado. Este Robin Hood interno me corroe las entrañas, lo triste es que se necesita primero hacer el cambio en uno para empezar a cambiar el resto. Que vivan los budas flotantes.
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Pues yo cada vez son menos tolerante con los creyentes, lo cual no significa intolerante, de ninguna manera. Pero tampoco les perdono todo, como si fuesen víctimas inocentes sin ninguna responsabilidad. Quien cree en la astrología, por ejemplo, mueve a risa, ¿qué hace que los creyentes en fantasías religiosas sean más dignos de respeto? Para mí ellos son parte del engaño. Sé que suena fuerte, terminante, pero si seguimos diciendo «Bueno, cada cual cree lo que quiere y está bien así…» No arreglamos nada. no digo que sean malo, simplemente son estúpidos. Tienen todas las herramientas para avanzar en esta vida y se aferran a lo único que los hunde más en la miseria intelectual.
Argh…… Perdón, perdón; los malestares estomacales son compartidos (los míos, directamente, son calambres).
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Jajajaja, calambres estomacales dices. Pues verás, en mi caso ni soy creyente ni me considero atea, es que ambos bandos me han defraudado un poco, a mi modo de ver cada cual encuentra su camino a ser un mejor ser humano a su modo. Si bien hay cosas en las religiones que frenan el avance intelectual, me gusta más creer en personas que sin importar en qué crean son buenos seres. ¿Viste lo que puse en facebook? Date una pasadita por allí, me estoy animando a hacer un post sobre el tema, aunque quedaría un poco loco en mi blog. Abrazos.
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Allí voy. Quizá lo tuyo sea el agnosticismo (al cual adhiero, pero sería muy extenso de explicar). De todos modos, crees o no crees, etc. Pero malos bichos hay en todos lados, más allá de las creencias o de la carencia de ellas. Sin embargo, hay algunos datos a tener en cuenta. Hace unos meses, un candidato republicano, dijo que habría que echar a todos los ateos de EE.UU. Alguien le respondió que, si hicieran eso, deberían echar al 97% de los científicos y al 1% de la población carcelaria.
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Ay mujer, que me vas a meter en camisa de once varas… espero que no te moleste que opine allí (bueno, ya lo hice y ya debes haberlo visto).
Me gustaría tener la oportunidad de tomar algo y charlar éste y otros temas de manera personal, porque esto es demasiado impersonal y a veces –muchas– crea confusiones. Es una pena.
Tenía el otro Face abierto porque le estaba ayudando a un amigo a abrir una cuenta en Falsaria. Es un muchacho que está saliendo de problemas difíciles y he tratado de conseguirle trabajo, pero es difícil. Por lo menos, a través de los relatos, se va desahogando.
Bien, que empiece la discusión.
Y que no me busquen la lengua porque termino horrorizando a todo el mundo. Siempre digo que, si realmente existiera el Armagedón yo formaría en las filas del diablo. Así que fíjate…
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yo insisto que de existir todas esas cosas, ya iría yo engrosando el infierno y esta noche me tomaría un café con el diablo
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Pues voy a estar bien acompañado, eso me hace feliz. Gaviota, alguien que verás por aquí, también está en nuestras filas. Menudo jaleo armaremos por allí. Enhorabuena.
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pues nos vamos preparando para cuando nos llegue la fiesta
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Por casualidad he conocido tu página y por curiosidad me he movido en ella. He de decirte que tus planteamientos y reflexiones me han agradado.
Te invito a visitar mi página, a que disfrutes de su contenido y a que si te apetece hacerlo, me des tu opinión sobre algo que leas y te agrade.
Felicitaciones
Elhiot Roures
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Bien, gracias por los términos de tu comentario. Pasaré por allí en unos minutos.
Saludos.
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Estoy contigo,. Todo ésto es producto de personas sin escrúpulos que quieren engañar a quién se deje. De esa manera lo único que hacen es desvirtuar la religión católica. Besos
Ana
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Y yo estoy de acuerdo contigo. Hace unos años leí un artículo (no lo cité porque no recuerdo la fuente), donde se describía algunos casos de fraudes probados (el resto, obviamente, son fraudes, pero no han sido probados, al menos no hasta ahora). Es cierto que así se desvirtúa a la iglesia católica, pero la verdad es que la iglesia católica ya está bastante desvirtuada. Por no decir prostituída.
Cariños sin lágrimas de ningún tipo.
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Yo no creo ni en los santos ni en las virgenes por lo tanto mucho menos en esto
Un besazo amigo
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Y tengo más material, pero a veces me da vergüenza ajena. Por ejemplo: un perro orinó en una pared y dibujó la cara de Cristo. Y la gente le prendía velas a la imagen y tocaban la orina y todo así. Patético y triste. Entiendo –aunque no comparto– la necesidad de cierta gente de creer en algo «mayor» o lo que sea. Pero de allí a creer cualquier cosa hay un enorme paso.
Cariños.
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Que fuerte me parece como podemos ser tan ignorantes?
No lo entiendo en pleno siglo veintiuno
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