Según relata Anaïs Nin en el prólogo de Delta de Venus, uno de sus libros emblemáticos, al escritor Henry Miller lo contactó un coleccionista y le ofreció cien dólares mensuales a cambio de que escribiera relatos eróticos. Miller no aceptó pero le propuso la tarea a Anaïs. Ella accedió aunque pronto recibió una llamada del coleccionista, quien le aseguró que sus relatos eran excelentes pero le sugirió un cambio: «Menos poesía. Sea concreta».
La respuesta de Nin llegó en una carta:
«Querido coleccionista: le odiamos. El sexo pierde todo su poder y su magia cuando se hace explícito, mecánico, exagerado; cuando se convierte en una obsesión maquinal. Se vuelve aburrido. Usted nos ha enseñado, mejor que nadie que yo conozca, cuán equivocado resulta no mezclarlo con la emoción, el hambre, el deseo, la concupiscencia, las fantasías, los caprichos, los lazos personales y las relaciones más profundas (…). Usted no sabe lo que se está perdiendo a causa de su examen microscópico de la actividad sexual, que excluye los aspectos que constituyen el carburante que la inflama. Aspectos intelectuales, imaginativos, románticos y emocionales. Eso es lo que confiere al sexo sus sorprendentes texturas, sus sutiles transformaciones, sus elementos afrodisíacos. Usted está dejando que se marchite el mundo de sus sensaciones; está dejando que se seque, que se muera de inanición, que se desangre.»
Revista cultural Ñ, 485
Por favor, que manera más apasionante de decir no a una propuesta. No conozco a Nin pero desde luego, una vez más, has abierto mi deseo de leer a a esta autora. MIl gracias desde mi pequeñita cultura.
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Ninguna cultura es pequeñita, querida. Menos cuando quien la posee no se detiene (ésa es una cultura pequeñita: la que está estancada). Yo tampoco he leído mucho a Nïn, así que estamos iguales. Me ha gustado muchísimo ése fragmento de un artículo y, como tú dices, la preciosa y digna respuesta me pareció maravillosa. Ahora tengo que leer sus libros; si esta mujer escribe así una carta me imagino que sus libros serán mejores aun.
Cariños.
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Lo leí en Ñ y me dejó pasmada (igual que a ti, imagino). Pensaba postearlo algún día pero ya me ganaste, querido!! Jaja, es una maravilla de texto, más allá de la elegancia de la pluma de Nin (hasta ahora, su cuento Pajaritos me sigue pareciendo lo mejor que le he leído en narrativa): el sexo visto como infinidad de matices, contextos, lecturas, acentos, posibilidades. Me encanta!!!
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15 – 0 Ventaja Borgeano. Sí, el texto me pareció delicioso, además de certero. Nïn es una asignatura pendiente, tengo algo de ella en lista de espera (soy, recuerda, de los que compra más de lo que puede leer), pero al menos trataré de leer el cuento que destacas. (Sin ir más lejos, dejé el libro de Mangue a un lado porque me compré tres de Javier Marías y bueno, uno de cuentos me llamó imperativamente).
Cariños.
Veo que el Ñ te llega casi sin demora. Eso me gusta, podré comentarte –alguna vez– algún tema en particular.
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Ese cuento me parece excelente, ojalá te guste. Yo lo tengo en una antología de cuentos de Nin y ese cuento da título al volumen. Entiendo perfecto lo de «comprar más de lo que puedes leer», me pasa idéntico y luego me empiezo a estresar porque quiero leer a ritmo más rápido, jaja. El Ñ me llega a veces con poca demora y a veces con un poco más, pero en general cada mes. De todas formas sin duda podremos comentar…
Abrazo
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Dan, busco y me aparece el libro Pájaros de fuego. ¿Es ése?
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En efecto, como dice Carlos, la compilación se llama tal cual Pajaritos…
Beso
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No es pájaros de fuego, son una serie de relatos y el que le da titulo a ese libro se llama pajaritos, a mí gusto es de lo mejor de Anais Nin y luego sus diarios, esos si gustan de los chismes tienen que leerlos…
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Los Diarios los tengo Carlos, aunque aun esperan su momento. Buscaré Pájaros de fuego cuando antes. Más tratándose de cuentos. Gracias a ti y a Danioska por los datos.
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Curioso y acertado cuanto menos. El sexo debe ser sutil para ser bueno. Una prosa lasciva genera asco.
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Exacto. Nada más delicioso y excitante que la sensualidad. La sexualidad burda pierde todo interés más allá de los primeros minutos.
Un abrazo.
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Estoy totalmente de acuerdo con Nin
Gracias por compartir esta belleza
Un beso
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Todos estamos de acuerdo con Nin, G. Somos personas adultas y sanas. Quien esté en desacuerdo con ella no puede ser más que un enfermo. Por eso, querida, nuestro infierno va a ser encantador.
Feliz día (digo yo cuando aquí son las siete de la mañana).
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Gracias amigo mio enfermos hay muchos por aquí por desgracia y te lo digo con todo el convencimiento
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por allí, por acá y por todos lados. Es por eso que nos juntamos toditos acá. 🙂
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Para complemento de los posteos anteriores, me permito compartiros unas espinelas del poemario «69 Eróticas y Lujuriosas». Espero os agraden:
1.- Mañanitas
El tintineo de tu risa
me despierta en la mañana
estoy solo y en la cama
quedó tu aroma sin prisa.
Huele a tí, gata sumisa
de acompasados espasmos
de innumerables orgasmos
derramados con ternura;
huele tu sexo a dulzura
a humedades y a marasmos.
2.- Dormida
Una manta lujuriosa
cubre tu pubis, apenas
tus manos posan, sin pena
en mis piernas sudorosas.
Te has dormido ¡Vé qué cosa!
Yo nunca lo imaginé
que luego de amar, después
de tanta pasión terrible
te durmieras apacible
como una hermosa bebé.
3.- Jinetes
Voy cabalgando en tu sexo
por sabanas de placer,
soy el hombre, tú mujer
tú cóncava, yo convexo.
Juntamos plexo con plexo
piernas, brazos y caderas
y un galope a la carrera
como jinetes moriscos
azuzamos a mordiscos
y a besos de primavera.
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Pues muchísimas gracias Andrés, los tres poemas son estupendos. Mi relación con la literatura erótica es ambivalente; para mí es un tema que si no se toca correctamente no me seduce ni me atrae.
La ventaja de estos poemas es, en parte, su brevedad, dicen todo lo que deben decir y lo hacen en un tiempo preciso, medido, el que no deja lugar para que la imagen canse o se torne vulgar.
Muchísimas gracias otra vez.
Un abrazo.
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