Despojarse de todo.

TV pillComo muchos de los amigos que visitan este sitio saben, hace poco más de un año que me separé y me mudé -o mejor dicho, volví- a Mar del Plata. Hace unos siete u ocho meses alquilé un departamento y, por fin, me fui a vivir solo. El punto es que el departamento estaba casi vacío, sólo tenía un futón y una heladera con sus buenos años encima. Por mi parte, yo había dejado todo atrás y me instalé con lo poco que poseía: algo de ropa (no toda) y un par de libros. Algunas personas se ofrecieron, amablemente, a ayudarme, ofreciéndome algún mueble o algo por el estilo; pero no acepté. No por desagradecido ni nada así, la razones era otras y muy simples: 1) Quería hacerme los muebles yo mismo (aun estoy en eso) y 2) no quería deberle nada a nadie. Eso último quizá suene algo pedante, pero la verdad es que uno se va quemando poco a poco con el actuar de la gente y a la larga, me dije, es preferible tener poco (o nada), pero ello es mejor que contraer deudas; y más aun tratándose de deudas «morales».
En fin, que el asunto era sencillo: dormía en el futón, comía sentado en él hasta que me cansé de cenar de esa manera incómoda y comencé a cenar parado, en la cocina, con el plato apoyado en la mesada y la mirada perdida en los techos de tejas rojas del vecindario. Estaba (y estoy) muy feliz con mi soledad y mis pensamientos y la gente lo entiende bastante bien. Por lo menos hasta que se enteran de que no tengo un aparato de televisión. Les doy mi palabra de que lo que voy a decir a partir de ahora no es una exageración ni un invento para poder escribir este post; pero les puedo asegurar que he visto mudar expresiones de manera instantánea; de rostros sonrientes a rostros incrédulos o preocupados; he sentido, de manera particular, el silencio que se hace –y que dura un par de segundos– antes de recibir una andanada de preguntas que varían muy poco: «¿Y qué mirás?» «¿Y qué hacés?» «¿Y no te aburrís?» «¿En serio?» «Naaa…. ¿en serio?» Peor es cuando les digo que no tengo TV, ni radio, ni equipo de audio. Ná de ná. Uno sólo se animó, o tal vez se le escapó, y me dijo lo que estoy seguro de que todos piensan: «Vos estás loco…»
Y tal vez así sea, pienso cada tanto. Pero si la cordura es lo que veo y escucho a mi alrededor («¿Viste? encontraron el cuerpo de…» «¡Pero a quién le ganaron ustedes… si el partido se lo regalaron…» «No se puede creer, adónde vamos a ir a parar…» «Ay, sí, tan mona ella… la modelo C anda con el empresario F. ¿Vos te pensás que es amor eso? Está por la plata, nena…») prefiero la soledad de mi pequeño y vacío departamento. Me quedo con la ventana (es un departamento muy luminoso, gran punto a favor), mi café, mis libros, mi bajo y yo mismo. Un tipo que posiblemente no esté muy bien de la cabeza; pero con el que me llevo bárbaro.

Anuncio publicitario

16 comentarios el “Despojarse de todo.

  1. Cl@u dice:

    Mis felicitaciones. Se requieren sentimientos para hacer lo que hacés y cómo lo hacés. Algo que está en falta para algunos. Bueno, al menos ése tipo de sentimientos: decisión, coraje y determinación. Si te ayudan la bronca, la pena y la decepción, no esta mal, porque lo esencial es encontrarse a uno mismo, o la necesidad de cambio, y transitando un duelo te convierte casi en «superhéroe», aún con altibajos. Te leo.

    Me gusta

  2. Ando con ellos en desacuerdo,
    eres un loco muy cuerdo. 🙂

    Un abrazo.

    Me gusta

  3. cristinafra dice:

    Es muy buena tu decisión. Muy pocas personas saben pasar página y cambiar de vida. La sociedad es como un gran tren que va a toda prisa y sorprende cuando alguien se vaja en una estación para mirar el paisaje.
    Si no te cierras al mundo, que veo que no, te enterarás de todo lo que de verdad importa.
    Encontrarse a uno mismo es sorprendente y leyendote me has hecho pensar en mi. Hace años hice un tramo del camino de Santiago y en esas circunstancias, lo poco que necesitas lo llevas en la mochila, dejando mi mente en blanco mientras caminaba, disfrutando de los paisajes que me encontraba y darme cuenta que aunque fui sola, nunca me sentí sola. En esas horas me descubrí y me gusto mucho lo que encontré.
    Darse un tiempo es bueno y valiente.
    Saludos
    Cristina

    Me gusta

    • Borgeano dice:

      Gracias Cristina por tu comentario, con el cual coincido. Me siento realmente muy bien y estoy disfrutándolo mucho (aunque siempre hay imponderables, por supuesto). Me gustó mucho la metáfora del viaje en tren, diste en el clavo con que en este momento me he bajado para admirar el paisaje. La voy a usar en mis charlas privadas. ¡Lo tomo como un regalo!
      Cariños.

      Me gusta

  4. isabelamor dice:

    Querido Borgeano y te lo digo de corazón, no todo el mundo tiene esta sinceridad que tienes…yo en su día también conté vivencias de mi separación y no todo el mundo lo entendía, porqué contar cosas íntimas de mi vida?
    Pero no me importa yo escribo con el alma, como tú lo haces y este post me lo ha confirmado, te admiro realmente es así, no todos los hombres son capaces de contar su vida.
    En cuanto al televisor, tienes mucha razón ojalá yo pudiera deshacerme del mío, pero intereses creados me lo impiden.
    Un abrazo de cine y sin alas hoy

    Me gusta

    • Borgeano dice:

      Las alas están ahí siempre, mi amiga. Gracias por pasar por aquí. el tema del divorcio lo toqué casi obligadamente. Es cierto, podría haber comenzado directamente con el tema de la TV, pero no me molesta hablar, de vez en cuando, de alguna vivencia personal. Por eso, también el título del post; en realidad terminé con la TV, pero la realidad es que me deshice (o me deshicieron, pero ése es otro tema), de todo; y ahora, cuando ya me veo envuelto en toda esa «carencia» de cosas materiales, me doy cuenta de que no era, ni son, tan necesarias.
      Cariños miles.

      Me gusta

  5. Remigio Sol dice:

    ¿Qué tal, amigo Borgeano? ¿Cómo anda el bajo?
    Me gusta casi todo lo que Usted ha escrito esta vez.
    «es preferible tener poco (o nada), pero ello es mejor que contraer deudas; y más aun tratándose de deudas “morales”.
    Cuando le negamos a alguien la oportunidad de ayudarnos, es posible que estemos contribuyendo a que en el futuro ese alguien no se sienta seguro de volver a ofrecer su ayuda a quien la necesite.
    Bueno, esa es mi percepción personal y de mi corazón la expreso.
    Encuentro bellamente envidiable que Usted haga sus propios muebles, amigo Borgeano.
    Recuerdo ahora que Jesucristo era carpintero.
    Una vez intenté hacer yo una guitarra, pero me salió violín.
    Saludos desde California.

    Me gusta

    • Borgeano dice:

      Que tal Remigio, un gusto verlo. El bajo bien, improvisar en él casi a diario es uno de mis modestos placeres. «Cuando le negamos a alguien la oportunidad de ayudarnos, es posible que estemos contribuyendo a que en el futuro ese alguien no se sienta seguro de volver a ofrecer su ayuda a quien la necesite.» Dices y tal vez sea cierto, ¿pero qué voy a hacer? ¿Aceptar algo que no quiero «por las dudas»? Espero que esas personas (las cuales no fueron tantas, tampoco) sigan siendo tan caritativas como lo fueron conmigo, llegado el momento.
      También he pensado en hacer algún instrumento, ya veremos (sin duda, si lo hago lo pondré, muy orgulloso, en el blog); pero al respecto lo único que hice fue una caja para el pedal y el transformador y todo eso. Ya me daba mucha pereza tener que armar todo y desarmarlo al rato; así que un día que encontré una caja de forma interesante (contenía una botella de champagne y dos copas) me hice un prolijo centro de audio para el bajo. Y así vamos, día a día.
      Un abrazo desde Finisterre.

      Me gusta

  6. hoy en día compadre ya no hace falta la televisión, ni el radio, ni nada de esas cosas que antes parecían impensables, para eso se inventaron las computadoras, así como su versión portátil y desde luego las tablets y los smartphones, que decir no tengo televisión suena incluso chip, desde luego que nada tendría sentido de no existir las redes sociales, supongo… abrazos

    Me gusta

    • Borgeano dice:

      Si bien es cierto lo que dices, Carlos, mi intención no fue centrarme en el tema de la TV, aunque por las anécdotas finales haya tomado mayor dimensión. La idea primera, la cual por mi impericia no llevé a buen puerto, fue la de NADA es necesario –al menos para mi– no, al menos, de esa manera tan impositiva como la gente está acostumbrada a creer. Lo que me llamó la atención fue la diferencia de reacción en la gente al enterarse de ello. Nadie me preguntó cómo hacía para comer, o donde me sentaba o dónde dormía. Ése es el punto: todos pensaban que era más importante un aparato de TV que una cama o una mesa y una sillas.
      Un abrazo.

      Me gusta

  7. danioska dice:

    Me pasa algo similar. En casa hay una sola TV en la sala, en realidad por mi hija. A mí no me atrae nada, nunca encuentro tiempo de verla. Sé que me pierdo buenos programas, series y películas pero ni hablar. Cómo dices, la gente lo ve fatal, piensa que uno está loco o que toma una pose. Lo que sí tengo en mi cuarto y disfruto es un aparato de música. No lo uso mucho pero cuando lo hago me encanta. En fin, si somos locos ya somos más de uno.

    Me gusta

    • Borgeano dice:

      Un club selectivo por cierto, pero no porque no se acepten socios, sino porque la misma gente se niega a asociarse. En cuanto a los que piensan que no tener TV es una pose, debo decirles que se dan demasiada importancia. Yo no ando posando para nadie, y menos para ellos. Pero esa es la actitud típica del reaccionario; de alguien que, al no entender, debe descalificar. Ladran Sancho… (sí, ya sé que no figura en el Quijote, pero en estos casos, vale).
      Cariños.

      Me gusta

  8. Pues mira me encanta!! Es algo así como que en mi casa hay tele pero yo no la veo, incluso me molesta su sonido cuando mi hija la pone y yo en un intento de aislarme, me voy a leer sobre la cama.
    -Viste quién se ha casado??
    -Ni idea.
    -Ese tipo que sale en el programa…..
    -no lo he visto en mi vida.
    -Se terminó la cuarta temporada de…
    -eso qué es??
    Es que yo no veo la tele!! 😨
    Y así todo el rato.
    Yo también necesito menos cosas cada vez. Y soy más feliz…..
    Transitamos por los mismos caminos Rober…

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s