La tendencia de nuestras vidas, de nuestros negocios, del arte; es seguir sumando: más muebles, ropa, gadgets, tareas, citas, características a nuestros sitios web, aplicaciones , palabras a nuestra escritura.
Esa tendencia continua no es sostenible ni deseable :
Demasiadas cosas que hacer significa que siempre estamos ocupados, sin tiempo para el descanso, la quietud, la contemplación, la creatividad, el tiempo con los seres queridos. Una abrumadora cantidad de clientes o de opciones significa que somos menos propensos a hacer una elección real. Demasiadas posesiones suman desorden y estrés visual, a lo que hay que sumar la limpieza , el mantenimiento, las deudas. En suma: menos felicidad .
Demasiadas tareas hacen que sea más difícil centrarse en una sola cosa o en no hacer nada. Demasiadas cosas que queremos aprender significa que nunca aprendemos nada bien.
La resta, por el contrario, es hermosa: crea espacio, tiempo, claridad. La resta es necesaria; de lo contrario, estaremos siempre sobrecargados de trabajo .
Restar puede ser doloroso : significa dejar ir a un niño. A ese niño interior que quiere acaparar todo para sí mismo.
La resta es un arte que mejora con la práctica. La resta se puede practicar en todo horario, se pueden hacer listas de tareas, listas de compromisos, de posesiones; listas de lecturas, de escritura, de productos, de distracciones .
¿Qué puedes restar en este momento?
Gracias Shira; a veces es sólo cuestión de comenzar. Enseguida uno se da cuenta de cuántas cosas guarda por el afán de poseer, pero que en realidad, nada significan.
Buena semana para ti también.
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Muy de acuerdo, con el paso de los años uno se da cuenta que resta más que suma, que debe asumir restar más que sumar, que es mejor renunciar para poder disfrutar más de menos.
Un abrazo.
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Querido Borgeano, te cuento algo yo he llegado aun punto en mi vida, que sólo le echo atención a lo básico al menos para mí lo es y ya no me complico la vida. Yo he restado muchas cosas últimamente, ya no me apetece las navidades consumistas, tampoco comparar ropa, etc he restado mucho y sabes ? estoy contenta porqué ni te imaginas las pequeñas cosas que ahora valoro y antes no!! sobretodo un abrazo!!
Bonito post gracias por hacernos sentir la vida
Muaskk
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Esta es la edad de la bulimia y tu entrada no habría podido expresarlo mejor. Por desgracia (y me sé lo que me digo) este mismo concepto precioso de la substracción, habrá quien lo coleccione entre sus cosas inútiles, sin meterlo a la práctica. En el pecado la penitencia, ¡quién sabe que no terminen como el Mr. Creosote de los Monty Python!
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¡Qué buena la referencia a los Monty Python! Es así, quizá haya alguien que decida SUMAR esta idea y guardarla como una cosa más, en lugar de ponerla en práctica. Bueno, enb ese caso no nos queda otra salida que sentir pena por dicha persona, nada más; y desearle que la mayor felicidad.
Gracias por pasar por aquí.
Saludos.
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Ese concepto de la «vida simple» destila sabiduría, frescura. Sin proponérmelo, llevo un par de años restando y disfrutando mucho la experiencia: compro mucha menos ropa y cosas. Es increíble lo relajante que resulta viajar un poco más ligeros por la vida, dejar de lado la perpetua demanda por tener más y ser más (ricos, rápidos, fuertes). Eso sí, hay una parte de mí que aún no entra en ese restar: los libros…
Besote
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Bueno, tú que conoces bien el zen habrás notado que el concepto en sí no es original, pero bueno, uno a veces pone en palabras pequeñas ideas o actitudes que va poniendo en práctica y que, por ello mismo; por esa misma práctica, cobran un sentido que va más allá de lo puramente intelectual.
Estoy (¡Caramba, qué coincidencia! Dirían los Les Luthiers) de acuerdo contigo con respecto a los libros; pero éstos entran en una categoría especial. El libro no es un objeto en sí mismo como podría ser un jarrón, por ejemplo. El libro va más allá. Es objeto –per se–, pero es cultura, contenido, historia –de la «grande» y, más importante, de la pequeña, «nuestra historia»– es memoria, es placer… en fin, algo fuera de este mundo.
Pero… en mi caso particular de hoy… mejor me permitiré escribirte un mail.
Con permiso.
Y con los cariños de siempre.
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¡Bellísimo! Me encanta tu concepto de restarle a la vida lo que está de «más».
Tendemos a volvernos demasiado acumuladores y se nos nubla la vista.
¡Me encantó! Muy lindo.
¡Saludos!
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¡Hola Tania! Un gusto, como siempre, tenerte por acá. me alegro que te haya gustado al «idea» (no es mía ni nueva) de «restar». En mi caso todo comenzó con una obligación, y después me di cuenta de que no era tan doloroso desprenderse de ciertas cosas como uno pensaba. De ahí a dar un paso más fue muy fácil.
Saludos.
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Menos es más. Menos aún, es mucho más. Mucho, mucho menos es nada. Nada es todo.
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Así es. A veces es un aprendizaje un poco difícil, más en esta sociedad en la que vivimos, donde todo nos empuja a consumir lo que sea, aun si no lo necesitamos.
Gracias otra vez.
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Qué bueno.Con la resta se pueden hacer mejores los duelos.
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Muy cierto. No lo había tenido en cuenta, pero eso es muy cierto también.
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