Son así, de veras.

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—Hay una tarjeta postal de tu madre. Están cerca de Malta, en un lugar llamado Gozo.
—Dámela —Maitland palpó la tarjeta con las manos—. Gozo… la isla de Calipso.
Retuvo allí a Ulises durante siete años y le prometió juventud eterna si se quedaba con ella para siempre.
—No me sorprende —Judith se inclinó mirando la tarjeta—. Si tuviéramos tiempo tú y yo deberíamos ir allí a pasar unas vacaciones. Mares oscuros como el vino, un cielo paradisíaco, rocas azules. Felicidad.
—¿Azules?
—Sí. Un defecto de impresión, sin duda. No pueden ser así.
—Son así, de veras.
Todavía con la tarjeta en la mano, Maitland salió al jardín, guiándose por la baranda de cuerda. Mientras se acomodaba en la silla de ruedas pensó que había otras correspondencias en las artes gráficas. Las mismas rocas azules y las mismas grutas espectrales podían verse en La Virgen de las rocas, una de las pinturas más peculiares y más enigmáticas de Leonardo. La madona sentada en un arrecife desnudo, junto al agua, bajo el oscuro alero de la boca de la caverna, era como el espíritu soberano de algún encantado reino marino, aguardando a los que llegaban a las costas rocosas de ese extremo del mundo. Como en tantos de los cuadros de Leonardo, todas las ansias y terrores característicos se encontraban en el fondo. Allí, a través de un pasaje entre las rocas, se veían los acantilados azules que Maitland había vislumbrado en aquella visión.

J. G. Ballard. La Gioconda del mediodía crepuscular (fragmento).

Cuadro: La virgen de las rocas. (1483 – 1486) Leonardo Da Vinci.

8 comentarios el “Son así, de veras.

  1. danioska dice:

    Me haría muy feliz contemplar esas rocas azules, sobre todo si a un ladito aparecen la Virgen y el niño con esos círculos tan graciosos arriba de la cabeza, San Juan Bautista también desnudito y el ángel (ay, demasiado vestido). Con suerte tengo una revelación de ésas que cambian la vida…
    Gran cita la que ofreces, querido.

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    • Borgeano dice:

      Ballard es un autor que me gusta mucho, aunque hace años que no leo un libro entero de él (tengo uno «en carpeta»). No es de los que me atraen estilísticamente, sino, más bien, por sus ideas y sus implicancias. Es un generador de ideas y pensamientos. Su novela Crash la leí un par de veces, pero el prólogo debo haberlo leído en una docena de oportunidades. Tiene tantas ideas expuestas en esas breves páginas que me atraen más que el libro en sí.

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      • danioska dice:

        Nunca lo he leído, así que me abstengo de decir alguna tontería sólo por opinar, pero esto que citas es muy bueno y, sí, como dices, disparador de ideas…

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    • Borgeano dice:

      Y si es por apariciones o milagros, me gustaría más que se me apareciera la Madonna de Fouquet…

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  2. mariapanama dice:

    Interesante selección la descripción de esta estampa en esta lectura. Luz y sombra, constante en los cuadros religiosos antiguos, de pronto puede entenderse como contraste de bien y mal, sin embargo, los tonos azules se me ocurre como una manera especial de simbolizar la promesa, el infinito, en medio de…

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    • Borgeano dice:

      Interesante mirada María (obviamente, tuve que releer la entrada antes de decir algo). La iconografía religiosa medieval y renacentista me atraen muchísimo, cosa que no deja de llamarme la atención, ya que siendo ateo tiendo a tener poca afinidad con el resto de las temáticas místicas.
      También me gustó que hayas dejado esos puntos suspensivos al final de tu comentario; tal vez ahí resida el atractivo del que hablo, en esa cualidad abierta, amplia, sugerente.
      Saludos y gracias por tu comentario.

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  3. mariapanama dice:

    Son de Él, precisamente, estimado… los puntos suspensivos¡!

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