Martes de borrachera plástica

El marte 14 fui a visitar el Museo de Arte Contemporáneo, el cual se  inauguró en Mar del Plata el pasado 27 de diciembre y al que por diversos motivos había pospuesto su visita. Fue una tarde de intensos  y esperados placeres. Mar del Plata es una ciudad de gran afluencia turística, es cierto, pero además cuenta con unos 800.000 habitantes; en pocas palabras: que ya era hora de que tuviese un museo de arte como corresponde (los que tiene son viejas casonas adaptadas para tal efecto, pero lo que hacía falta era esto: un espacio moderno, amplio y de gran superficie). La muestra con que se abrió el museo es una retrospectiva del arte pop argentino, el cual abarca, grosso modo, desde mediados de los 60´s hasta entrada la década del ochenta. La muestra es variada, de calidad y nutrida; pero insisto en que mi mayor alegría fue el espacio en sí. Saber que tenemos un museo de arte para todo el año (es algo típico que ciertas cosas se hagan en Mar del Plata sólo para el verano) fue una de las mejores cosas que me pasó el martes.

El segundo motivo de felicidad del mismo martes fue un encuentro con más obras de arte, pero esta vez fue algo accidental, un encuentro fortuito, no programado y, tal vez por eso, doblemente satisfactorio. Luego de salir del museo caminé una siete cuadras hasta el viejo Asilo Unzué, el cual está siendo restaurado, luego de décadas de abandono, por el gobierno nacional. Allí se está llevando a cabo una serie de eventos culturales orientados al grupo familiar, además de la presentación de stands de artesanos y pequeños productores. Mi hermana es una de ellas y pasé a visitarla y a compartir la tarde (no es por fanatismo localista, pero en esta época del año Mar del plata se pone bellísima. Además la tarde y la noche del martes estuvieron como para aplaudir de pie a la Madre Naturaleza. Mejor clima no se podía pedir). Para volver al tema del que nunca debí haberme ido, recorriendo las instalaciones que ya están habilitadas (falta mucho trabajo de recuperación por hacer todavía) me encuentro con que a las 19:30 hs. se iba a inaugurar una muestra de arte en una de las alas. Por supuesto, me quedé y lo bien que hice: la muestra era pequeña pero muy buena y, además, todos eran artistas locales, lo cual me pareció, sencillamente, maravilloso. Así que, además de nuevo museo, se le está dando lugar a los artistas locales. ¿Qué más puede pedirse para una tarde de martes?

10 comentarios el “Martes de borrachera plástica

  1. Remigio Sol dice:

    En Martes ni te cases ni te embarques.
    Así dice el dicho, implicando que el Martes es un mal día para iniciar proyectos.
    Por lo aquí leído. deduzco que cualquier día puede volverse bello visitando exposiciones artísticas. Y —quizá más importante— visitando a alguien a quien amamos.
    Gracias, amigo Borgeano.

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    • Borgeano dice:

      Supongo que aquello de «En martes…» debe ser consecuencia del famoso martes 13. Es sólo una idea, no hay dato alguno que la respalde. Lo que sí puede afirmarse es lo que dices después: cualquier día puede volverse bello, y esto puede ocurrir de muchísimas formas. Sólo hay que encontrar la que más se adecua a nosotros.
      Un abrazo y gracias a ti.

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  2. Tania Bello dice:

    Qué buen martes el que tuviste. Está para repetirlo, espero que disfrutes de otros días así.
    Ya hasta me contagiaste con el entusiasmo y tranquilidad que expresas en tu post, tal vez me de un paseo por un museo este fin de semana.

    Saludos, Borgeano.

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  3. danioska dice:

    El arte suele llenar de colores un día, una tarde, una vida. No me sorprende tu entusiasmo pero sin duda lo celebro. Muchos fines de semana visito museos y me cargo de pila, me emociono, me pongo a vibrar. Mi trabajo tiene un ritmo intensísimo, así que de lunes a viernes escasamente tengo tiempo de cumplir con él y poco más, de modo que los sábados y domingo me compenso con alimento para el alma. Qué rico que lo compartas y qué fantástico que en tu ciudad se le dé impulso al arte local: es para poner de buenas a una piedra.
    Abrazo

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    • Borgeano dice:

      No quise describir mucho –más allá del término «alegría»– de lo que sentí esa tarde por no parecer demasiado sensiblero, pero soy, sí, de los que se emocionan con la simple belleza. Hubo mucho de eso a lo largo de esa tarde y espero que pueda repetirla más seguido.
      Gracias por estar aquí.
      Cariños.

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  4. Borgeano dice:

    Gracias Shira. Realmente fue un día maravilloso. Además, estuve el resto de la tarde compartiendo con mi hermana en el predio, donde además había actividades para la familia, conciertos, etc. Fue uno de esos días en que uno dice «la vida debería ser así. Siempre».
    Cariños.

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  5. Loretta Maio dice:

    ¿Después de semejante paseo? Unos regios mates 😉

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    • Borgeano dice:

      Vaya ¿qué hacés por acá? Bueno, me alegra que te hayan gustado algunas entradas viejas. Menudo honor que alguien recorra cosas que uno casi había olvidado.
      ¡Por supuesto, vengan esos mates!
      No sé cuñando regresaré a Argentina; pero puedes estar segura de que se te va a cansar el brazo de tanto cebar.
      Abrazo.

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      • Loretta Maio dice:

        Hace días que no tenía tiempo para entrar a leerte así que, cuando tuve la oportunidad, me di un paseo por tu espacio.
        ¿Dulces o amargos?
        Esperaré que llegue ese día; tendrás mucho que contar seguramente.
        Abrazo grande.

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