El alfiler

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Cuando un bebé se pone a llorar desconsoladamente, la nodriza suele hacer las más ingeniosas suposiciones sobre este pequeño, sobre lo que le gusta y lo que le disgusta; con el auxilio de las leyes de la herencia, llega incluso a reconocer al padre en el hijo; estos experimentos de psicología se prolongan hasta que la nodriza descubre el alfiler, la verdadera causa del llanto.

Cuando Bucéfalo, caballo ilustre, fue presentado al joven Alejandro, ningún jinete había podido cabalgar este temible animal. Un hombre corriente hubiera opinado: «Es un caballo malvado». Alejandro, sin embargo, buscó el alfiler y  pronto lo encontró: descubrió que Bucéfalo sentía un miedo terrible ante su propia sombra y, como el miedo hacía saltar también a la sombra, la cosa no tenía fin. Alejandro dirigió el morro de Bucéfalo hacia el sol y, manteniéndolo en esa dirección, consiguió tranquilizar al animal y agotarlo. El alumno de Aristóteles sabía que no tenemos ningún poder sobre las pasiones hasta que no conocemos sus causas reales.

A veces, la impaciencia y el mal humor de un hombre son el resultado de haber permanecido demasiado tiempo de pie; no razonen contra su mal humor, ofrézcanle un asiento. Talleyrand, al afirmar que los modales lo son todo, dijo una gran verdad. Movido por el temor a incomodar, Talleyrand buscaba el alfiler y acababa encontrándolo. Todos los diplomáticos de hoy tienen un alfiler mal colocado en su ropa interior, de ahí las complicaciones europeas. Y ya se sabe que cuando un niño grita hace gritar a los demás; gritan por gritar. Las nodrizas, con un gesto propio del oficio, colocan al bebé boca abajo; se producen otros movimientos y comienza otro régimen. Es un arte de persuasión poco ambicioso.

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Los problemas del año 14 se debieron, en mi opinión, a que todos los hombres poderosos se vieron sorprendidos y tuvieron miedo. Cuando un hombre se asusta, la rabia no anda lejos. La irritación sucede a la excitación.

Si se arranca bruscamente a un hombre de su ocio y su descanso, suele cambiar, y cambia demasiado. Pero no digan nunca que los hombre son malos; no digan nunca que tienen mal carácter. Busquen el alfiler.

Émile Chartier. 8 de diciembre de 1922.

A casi cien años de escrito este texto (cuando se habla de «los problemas del año 14» se hace referencia a la primera guerra mundial; pero bien podríamos extrapolar esos «problemas» a las crisis de hoy) sigue estando vigente. Y no es que Chartier fuese un visionario ni nada por el estilo (lo mismo suelen decir muchos cuando escuchan la letra de un tango como Cambalache, por ejemplo) sino que somos nosotros quienes hemos avanzado muy poco en todo este tiempo. Se sigue considerando al otro como intrínsecamente malo —sobre todo si es extranjero, de otra raza, pobre— o, lo que es peor, se educa a los más pequeños bajo estas premisas. Así van a pasar otros cien o doscientos años y las palabras de Chartier seguirán frescas, como recién pronunciadas.

27 comentarios el “El alfiler

  1. sara33ia dice:

    Reblogueó esto en sara33ia.

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  2. Gaviota dice:

    Hola Borgeano me ha encantando tu post y sabes desde ahora iré buscando el alfiler, cuando vea a alguien enfadado incluso me lo buscaré a mí misma, cuando esté así muy cabreada
    feliz miércoles y gracias.
    Un besazo

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    • Borgeano dice:

      Pues eso mismo le había dicho a alguien por ahí abajo; también debemos buscar el alfiler en nosotros mismos, porque si no corremos el riesgo de ponernos en un pedestal y señalar a los demás como si no formáramos parte de esta sociedad.
      Cariños y besotes varios.

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      • Gaviota dice:

        Claro es como lo de la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.
        Besazos de jueves hoy voy al teatro ya te cuento

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  3. Impresionante, iba leyendo y parecía un texto tan actual y al final me descubres que es de casi cien años atrás… No aprendemos nada, ni hemos cambiado casi nada.

    Genial entrada.
    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Gracias Alberto, coincido, lamentablemente, en que nos cuesta aprender del pasado. ¡Y pensar que no sería tan difícil si le prestáramos tan sólo un poco de atención!
      Un abrazo.

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  4. bellezacorazon dice:

    Yo como no me altero por nada y era tonta , sigo siendo tonta, pues eso, mi tranquilidad , hace que no me ponga de los nervios. Los humanos no aprenderemos nunca.

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    • Borgeano dice:

      Está muy bien eso. A veces uno se hace demasiado problema por cosas que están más allá de nosotros. De todos modos, creo que hay que marcar estas cosas a nivel personal. Si los demás no quieren aprender, allá ellos; pero uno se debe a sí mismo el querer mejorar cada día.
      Cariños.

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  5. Lehahiah0909 dice:

    Increible…hace tantos años y seguimos como entonces…o peor…
    Besos con alas..

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  6. Dessjuest dice:

    Bueno, lo triste no es que cien años después la reflexión siga vigente, sino que si nos retrotraemos 20 siglos atrás también, en ciertas cosas no mejoramos en absoluto.

    Abrazos.

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    • Borgeano dice:

      Pues estoy leyendo un libro de filosofía sobre los presocráticos y la verdad es que vemos las mismas discusiones, las mismas bajezas, la misma envidia, la misma estupidez. En fin, no me hagas profundizar demasiado que es como para deprimirse seriamente…
      Fuerte abrazo.

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  7. Increíble que sigamos igual que hace cien años.
    Excelente post Borgeano.
    Gracias por compartirlo.
    Un fuerte abrazo.

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  8. diaeconomina dice:

    Hola :)…buen día! Entiendo sobre lo que dice el texto que hay gente con mal carácter por problemas interiores no resueltos pero también sé por propia experiencia que hay gente mala que lleva el alfiler desde que nace y morirá con él.

    Muy buena entrada me gusta la comprensión y tolerancia que demuestra hacia los demás :). UN GRAN SALUDO!

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    • Borgeano dice:

      Pues eso es cierto también, conozco a una; de hecho, estuve casado con ella por doce años; así que comparto lo que dices. Pero aun así creo que esos son casos patológicos, el texto me gustó porque habla –al menos en ese sentido lo transcribí– de la generalidad de la agente; de todos nosotros. Y sí, ser más tolerantes creo que nunca está de más.
      Cariños enooooooooormes.

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  9. malaklove dice:

    FESTA DELLA DONNA SOLO L’8 MARZO ?
    NO GRAZIE , IO LA VOGLIO FESTEGGIARE E VENERARE TUTTO L’ANNO QUESTA UNICA E SPLENDIDA CREATURA !.. AUGURI A TUTTE LE DONNE VICINE E LONTANE * BY NANCY *

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    • Borgeano dice:

      Bene. Ma io preferisco di riconoscere ogni donna è quindi di per sé, non il sesso in cui sono nati. Ogni persona – uomo o donna – vale la pena agendo, non dai loro geni.
      Saluti.

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  10. María dice:

    Hola Borgeano,
    Prometo buscar el alfiler en los demás y, por supuesto, en mí misma, porque si quiero ser sincera, tengo varios alfileres por ahí.
    Recordaré tu entrada cada vez que piense que los humanos somos bastante lentos en aprender de nuestros errores, porque no hay más que volver la vista atrás para darnos cuenta de que nos cuesta bastante modificar nuestros actos.
    Eso sí, no perderé la esperanza de que… un día llegará.
    Gracias por compartir y un besote de esos que atraviesan el mar…

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    • Borgeano dice:

      Todos tenemos nuestros alfileres, sin duda; somos humanos como el que más. Una de las mejores herramientas que he encontrado al respecto es el no juzgar al otro. Siempre hago hincapié en este punto porque hasta recuerdo la época en que esto ocurrió. Fue como un «antes y un después»; un despertar (un «satori» se diría en el budismo zen) y mi vida sufrió un cambio notable. Lo que gané en paz interior y en el modo de relacionarme con los demás fue notable. Cuando encontré éste texto –hace a penas unos días– me di cuenta de que estaba hablando de lo mismo.
      Tu beso ha llegado sano y salvo y se lo atesora y cuida como a un niño recién nacido. Otro para ti.

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  11. Shira Shaman dice:

    Curiosamente la versión de Cambalache que tengo presente es de ¡Una Cubana! de la estupenda Liuba María Hevia , tuve la oportunidad de conocerla, en esa ocasión interpretó Cambalache ahora incluida en su más reciente producción discográfica ,
    ¿Cual es tu versión favorita?
    Abrazos 🙂

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    • Borgeano dice:

      No tengo una versión favorita per se. Tal vez alguna versión clásica, Julio Sosa o Edmundo Rivero (en sus años jóvenes). Te imaginarás que aquí hay infinidad de versiones, incluso hasta de heavy metal. Hace una década, más o menos, se emitió un programa que se llamó «Cambalache». En él se recorrían los hechos más importantes del siglo XX y al final siempre terminaban con una versión diferente –en vivo– de ese tango. Debería buscar a ver si encuentro alguna.
      Buscaré la de Liuba (hay ciertas canciones sobre las que busco diferentes versiones. Clásicos como Summertime, por ejemplo. Suelen encontrarse cosas curiosas y versiones excelentes).
      Cariños.

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  12. elssamolina dice:

    . Aprender donde esta el chic, que nos hace actuar de un modo o de otro, me parece que es un buen paso,para modificar conductas. Una entrada muy reflexiva, gracias por compartir. Besos Borgeano. Elssa Ana

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