He estado observando, en estos últimos tiempos, algunas notas, algunas posturas, algunas expresiones, que se oponen con vehemencia al romanticismo. Lo que me ha llamado la atención es que todas ellas tienen un carácter marcadamente cínico; buscan criticar al romanticismo desde una postura de burla, más que de oposición a sus términos. Luego de pensarlo un poco llegué a la conclusión de que esto es así porque a estos «críticos» muchas opciones no les quedan. Para oponerse a una idea, lo único que puede hacerse es enfrentar otra idea; otra idea que la supere o la contraste, pero como en este caso no la hay, entonces se opta por la burla sin más, sin peso, sin substancia, sin poder.
El error que cometen estas personas, para empezar, es el de considerar al romanticismo en su vertiente más vulgar. Es algo así como creer que un ser romántico es un señor de bigote finito, que viste guayabera y que canta boleros. Nada más lejos del verdadero sentimiento romántico. Parecen olvidar que el romanticismo nace en el siglo XVIII en oposición al iluminismo y al anterior clasisismo. Es, por lo tanto, una corriente con dos facetas bien diferenciadas: una cultural y otra política. Ser romántico es, sí; deshacerse de amor por el otro y jugar al juego de la seducción en todo su amplio (y maravilloso, mal que les pese) frente; pero ser romántico es, también, luchar a favor de la justicia, del honor (palabra en desuso, lo sé), de la verdad. Un defensor de los derechos humanos, un ecologista, un luchador por los derechos de los animales, un librepensador; todos ellos son románticos por definición. ¿Hay algo más romántico que el extendido Mito del héroe?
Por mi parte, no tengo ningún problema en declararme como un romántico empedernido en todo el amplio sentido del término. Disfruto de los juegos propios del amor romántico (incluso creo que es inevitable ser, por momentos, algo kitsch, naïve, o cursi, si se quiere. Y eso no está mal porque dentro de ese juego tiene su propio sentido y fundamento) y también comulgo con aquellas causas que me parecen dignas de todo sacrificio (en su versión más extrema).
Es probable que quien esto escribe sea, para muchos, un ser anacrónico. Pero no puedo menos que ser honesto conmigo mismo y reconocer que eso es lo que soy, para bien o para mal. Aquellos que quieran burlarse tienen la puerta abierta, los oiré con gusto y con algo de tristeza. Sólo reclamaré para mí algo de coherencia; después de todo, no sería un verdadero romántico si no defendiera mis ideas así fuera el único y el último en su especie.
Me parece estupendo, que seas romántico digo, yo no, hay que ser sinceros, no soy muy romántico que se diga, quizá por no comprender ciertas cosas, ciertos poemas, epítetos y metáforas a veces para mí demasiado rebuscadas y que solo entiende quien lo ha escrito.
Es evidente que el romanticismo va más allá de las letras y la música, es una forma de vida, ahí tampoco la verdad, no me enorgullezco pero lo cierto es que tampoco en ese sentido me siento romántico.
Abrazos.
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¡Pero es que ésa es la idea Dess, que cada cual sea lo que quiera ser! La cuestión es cuando empiezan a confundirse las cosas y se cree que uno está por encima del otro. ¿No eres romántico? Pues no hay problema. No creo que seas digno de burla como tampoco el que es romántico o el que es «un poco romántico» o lo que sea. ¿Y sabes qué es lo más curioso de todo? Que TODOS los comentarios que vi dentro de ese tipo provenían de mujeres. Después andan a los gritos cuando te olvidas de la fecha del aniversario.
Abrazos.
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Madre mía…ya estamos todas callás!
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No deberían. Algo, supongo, que se les debe ocurrir (a favor, en contra o lo que sea).
De todos modos ¡gracias!
Cariños.
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En serio ¿todos los comentarios provenían de mujeres?
Te creeré…»aceptaré pulpo como animal de compañía…»
Y SÍ, me gusta el romanticismo en todos los aspectos de la vida y en todas sus formas: música, arte, política, literatura, la poesía, amor (sea ñoño o no)….
Cariños.
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¿Dudas de mi palabra? Qué feo… pues sí, así es; todos los comentarios provinieron de mujeres (muchos de ellos de manera indirecta. Pero si incluía el tema de las redes sociales el tema iba a ser interminable).
¡Seamos ñoños! (Y que los demás se lo pierdan).
Cariños, siempre.
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Reblogueó esto en Las Noches Perdidas.
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Gracias noches; un placer, siempre.
Saludos.
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Hermoso que te definas como romántico, me parece que no hay nada más evolucionado que un hombre que no teme a sus emociones, que está dispuesto a ser «débil» y «cursi». Es hora de que ustedes y nosotras compartamos ese territorio que tradicionalmente ha sido propiedad de las mujeres, igual que también nos encontremos en ese otro dominio habitualmente masculino: el trabajo, el crecimiento profesional.
Ea, hay esperanza!!
Abrazo de igual a igual (cosa que me llena de orgullo)
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Gracias D. Ya he perdido la cuenta de todos los clubes que nos tienen como miembros (bueno, de alguno incluso fuimos fundadores). Un detalle importante, que lo dije en la respuesta a Dessjuest, es que todos esos comentarios cínicos, los escuché de parte de mujeres.Ése es otro tema que se podría analizar, me parece. Pero quedará para otra ocasión (algo ya tengo pensado, pero no quiero comenzar discusiones con cierto sector ultra feminista).
¡Venga ese abrazo!
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No te preocupes, Borgeano. No eres el único «romántico empedernido», hay muchos que te apoyamos en tu utopía, tenlo por seguro 🙂
Saludos, Borgeano.
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¡Utopía! Ése fue un tiro de gracia Tania… 🙂 de todos modos, gracias por estar aquí. Se te extrañaba.
Cariños.
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Yo voy sobrado de ñonez… 🙂
Un abrazo.
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algo así me imaginaba. Ya no me siento tan solo….
Abrazo.
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Pues yo soy una romántica empedernida y no me avergüenza decirlo. Es posible que esté pasado de moda, pero para mí tiene tanta vigencia como la que yo le quiera dar.
Si hay alguien que no lo sea, pues… tampoco hay ningún problema. Cada uno somos como somos y todo es respetable.
Me alegra que tú lo seas, Borgeano porque siempre he pensado que no es patrimonio tan solo de las mujeres. Bienvenido!!!
Un abrazo, así…
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¡María! ¿Qué tiene WordPress en contra tuyo que no me avisa de tus comentarios? Me siento avergonzado por no haber respondido tus comentarios a tiempo. Mil perdones por ello.
Bien, me alegra no ser el único, aunque debo decir que pocos son los hombres que conozco que lo sean y menos aún que se atrevan a decirlo de manera clara y directa. Lo peor de todo es que he encontrado a muchas mujeres compartiendo ahora esa «idea» de que el amor es algo «pasado de moda», etc. Pero en fin, como bien dices, cada cual a lo suyo; creo que ellos se lo pierden.
Cariños y, otra vez, mil disculpas por la demora en responder. Intentaré de que esto no ocurra otra vez.
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Hola, me alegro de que haya alguna página que defienda el amor entre tantas páginas que lo atacan. El psiquiatra Jacques Lacan decía que los enamorados se bastan a sí mismos y eso les aparta del consumo, de hay que el amor sea enemigo del capitalismo. En el capitalismo decadente de hoy el amor se entiende como una amenaza contra la autonomía personal -pero nadie se mete con la dependencia al consumo, a internet, porque eso da dinero, claro- y el mal llamado feminismo como ya no tiene agenda tiene que buscar qué denunciar para seguir teniendo trabajo y la emprende con el amor romántico diciendo que es «una conjura patriarcal», de ahí que estos tiempos me resulten tan tristes.
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Me intriga saber qué es lo que define que una persona sea o no romántica.. ¿Las experiencias vividas? Lo dudo. ¿El grado de sensibilidad? Es muy probable.¿El modo de concebir el amor? Es posible. ¿El grado de inconsciencia…? Quizás.
¿Me permite unirme al Club?
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¡Pos claro! La respuesta la tengo en un artículo que luego te pasaré. Creo, al menos, que por ahí anda.
Cariños.
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En cuanto te sea posible me lo pasas ¿si?
Cariños cariñosos.
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