Jugando con fuego.

De vez en cuando la vida nos besa en la boca
Y nos regala un sueño tan escurridizo
Que hay que andarlo de puntillas
Por no romper el hechizo.
(Joan Manuel Serrat)

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La cita con la que abro esta entrada bien podría haber sido otra de muchas. Aquella de Oscar Wilde, por ejemplo  “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la sólo gente existe”. O aquella otra de Nietzsche: “Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los «cómos». El asunto es que todos hemos visto o leído frases o libros o hemos escuchado disertaciones y análisis sobre esa cosa extraña que es la vida. Lo que nadie nos dice es que no hay recetas para vivirla; que no hay modo en que podamos vivirla si no es arrojándonos sobre ella (aquí acabo de meter a dos grandes filósofos; pero no voy a nombrarlos para no abrumarlos con nombres y citas; con las de arriba creo que es suficiente). Y menudo problema se nos plantea. Por regla general hemos sido educados para el miedo a la vida, no para la virtud del arrojo. Pórtate bien; sé buen chico, estudia, estudia, estudia; no te quejes: no preguntes; no molestes; siéntate derecho; cállate…

Pero, como en la canción de Serrat: De vez en cuando… un golpe nos despierta y nos damos cuenta que la vida no es más que un juego de naipes. Un juego que algunos juegan con las cartas marcadas y que otros hacen su mejor esfuerzo para jugarlo limpiamente. Y si bien la baraja nos la reparte la vida misma a su placer y antojo, no olvidemos que cada mazo tiene dos comodines: el de la mentira y el de la verdad; y esos dos, como todos los comodines, los usamos nosotros. El problema es que el comodín de la mentira está hecho de seda; es agradable al tacto y a la vista. El de la verdad, en cambio, está hecho de fuego; molesta, arde, quema. Y no es fácil, claro. Pero se puede. Y cuando uno se acostumbra a ello se ve que tiene muchos y buenos beneficios. La mayor parte de las personas prefiere la suavidad de la mentira, el falso lujo de la seda, sin duda. Es más práctica, más beneficiosa y parece no molestar a nadie. Hay otros (me atrevería a decir no muchos) que no; que soportan un par de llagas pero que se acostumbran y que aprenden. Ésos son los que saben que los malnacidos, los manipuladores, o, para ser más sencillo y directo: los hijos de puta, juegan con las cartas marcadas, y que las cartas marcadas sólo se destruyen con fuego.

19 comentarios el “Jugando con fuego.

  1. redalmados dice:

    A veces pienso que ni el fuego puede destruir esas cartas. La vida puede ser muy cruel e injusta y siempre escuché en casa eso de que al final todo llega o que cada cuál obtiene lo que merece. Hoy no lo creo así, hoy más que nunca no creo en milagros divinos.
    Cariños todos

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    • Borgeano dice:

      El fuego puede. Doy fe de ello. La vida ES cruel e injusta; es por eso mismo que debemos aprender a jugar nuestras cartas. Ya bastante jodida es la vida en sí como para permitirle a ciertas personas que sumen más dolor y miseria. Las herramientas, nos guste o no, están en nuestras manos.
      Con todo respeto, lo que te enseñaron en tu casa es un grosero error; del mismo tipo de los que señalo en la entrada. «cada cual obtiene lo que merece» es una de las frases más «acomodaticias» que conozco. Seda pura.
      Yo hoy tampoco creo en milagros divinos y, por fortuna, nunca lo hice. Pero no aprendí a jugar con fuego hasta hace poco. y créeme SE SIENTE BIEN.
      Cariños, siempre.

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  2. Shira Shaman dice:

    A veces me faltan las palabras…aunque las verdades duelen y en su crudeza nos dejan algunas heridas,nos curten la piel, nos ayudan a jugar mejor una nueva partida, con esa ardiente rebeldía por vivir un nuevo día, lejos de aquellos que juegan con las cartas marcadas.
    Besos Querido Borgeano,

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    • Borgeano dice:

      Las verdades duelen, sin duda, de allí la imagen que usé –nada original, por cierto–. De todos modos, es exactamente como dices: nos dejan en una mejor posición para jugar las siguientes partidas,
      Cariños.

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  3. Las verdades duelen por su crudeza pero también liberan.

    Excelente reflexión querido Borgeano.
    Besotes y fuerte abrazo.

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  4. Me gusta mucho esa canción de Serrat, pendiente estoy de hacer un texto a la medida para poder publicarla en el blog.

    Y como dice otra canción de Serrat; «Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio».

    Hay que ser un buen tahúr de la vida, y saber elegir cuando se debe utilizar cada uno de los comodines, pero sin duda hay que utilizar los dos, si no la partida se vuelve tramposa y nos lleva a estafar a los otros jugadores, por guardarnos en la manga esa carta, que hace ganar el envite y preferimos perderlo para nuestro beneficio.

    De vez en cuando es bueno y necesario quemarse.

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Serrat es una fuente inagotable de la que podemos tomar cada una de sus líneas y escribir, a partir de allí, una entrada completa. Espero ésa de la que hablas.
      Estoy de acuerdo en que hay que saber usar ambos comodines, decir la verdad todo el tiempo seria inaceptable; pero hago referencia, más que nada, a que debemos usar la verdad contra aquellos que sólo pretenden dañarnos o sacar de nosotros todo lo que puedan sin dar nada a cambio. A esos, no les tengo miramientos.

      Un abrazo.

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  5. María dice:

    Querido Borgeano,
    La vida es una partida muy peculiar en la que las cartas que nos reparten, favorecen más a unos que a otros, pero, como dices, lo que hay en común es que siempre llevan dos comodines. Lo importante es saber cómo utilizarlos.
    El tacto de la seda nos puede crear adicción, pero indudablemente yo me quedo con ese fuego purificador. O por lo menos, lo intento. Todo se andará.
    Un beso directo desde este ladito del mar…

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    • Borgeano dice:

      La vida, como decíamos con Redalmados por allí arriba, no siempre (casi nunca lo hace) las cartas de un modo equilibrado y justo; es por eso que debemos ser sabios en el uso de esas dos cartas que sí podemos usar nosotros. No es fácil; de ello no cabe ninguna duda. Pero si todo fuera fácil en esta vida…
      Besos miles.

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  6. Leyla dice:

    como luego dicen.. pues al mal paso a darle prisa.. al fin el dolor pasa. Alguna vez me moleste por conocer la verdad, luego al dia siguente se me paso..

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  7. Mariel dice:

    Ufff ( y con esto dije y pensé todo lo no escrito)

    Un par de llagas… a veces el fuego te consume hasta dejarte casi extinto y aunque sientas que mueres, deberás seguir fiel a tus sentimientos aunque desaparezcas.

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    • Borgeano dice:

      Exacto. Mejor morir con las botas puestas, como se dice. Lo mismo vale para el poema de Pessoa de la entrada anterior (es que estaba en uno de esos días en que me topé con más de un idiota de esos que te amargan la vida con su sola presencia).
      Cariños.

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  8. Mariel dice:

    Pues si el resultado de toparse con más de un idiota da por resultado haber sabido de Pessoa, benditos los idiotas que amargan su existencia

    Abracitos

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  9. Dessjuest dice:

    El hombre es el único animal que busca ser feliz, el resto bastante tienen con vivir, como tenemos cubiertas, más o menos las necesidades básicas nos empeñamos en buscar una completa felicidad, no la alcanzamos y somos presa de psiquiatras.

    Esta sesuda reflexión de «Los Soprano» estará vigente de por vida.

    Abrazos.

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