El producto de un armario.

ropa

 Leo en La belleza convulsa, de Francisco Umbral: «¿Hasta tal punto influye el atuendo en las ideologías? Hasta tal punto. El revolucionario, el progresista, el disconforme, el ácrata se visten de una determinada forma por rechazo y asco del uniforme burgués. Elijen otro uniforme pana, lana y cuero—, pero, cuando menos, un uniforme de mejor gusto. Luego la policía —el Estado, en última instancia, cualquier Estado— cataloga a los individuos según la ropa, cataloga indumentarias, hace contraespionaje de los trajes, uno queda ya reducido a su ropa, constreñido en su guardarropa, es sólo el producto no de una doctrina, unos libros o una revolución, sino el producto de su armario». Aunque suene exagerado (no deja de ser parte de una obra literaria) uno no deja de pensar que hay mucho de verdad en ello. Si sumamos, también, los perfumes y los accesorios —anteojos, relojes, cadenas, pendientes y demás—, la cosa parece ser más certera aún. ¿Alguno aceptará que, al menos en parte, es lo que viste o que viste para ser?

 

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27 comentarios el “El producto de un armario.

  1. danioska dice:

    El vestido es un tema fascinante al que dediqué muchas horas en el pasado, cuando preparaba mi tesis de maestría: uno de sus ejes era, justamente, el discurso indumentario. Lo que uno viste no es, de ninguna manera, «ingenuo». Va cargado de sentidos y entrelíneas, para cumplir sus dos principales objetivos: pertenecer (ser parte de un grupo social, identificarse con X o Z forma de pensar, creer, moverse por el mundo, como señala Umbral) y, al mismo tiempo, diferenciarse (yo soy distinto al resto, tengo mi propia historia, soy «original»). Entre esos dos polos se mueve y por eso resulta tan hondo. Recuerdo un pasaje de Umberto Eco que decía más o menos: «Nadie que sea un poco crítico y se ponga una corbata en la mañana puede quedar indiferente ante su peso simbólico».
    Como ya se ve, ¡me apasiona el tema!
    Abrazos

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    • Borgeano dice:

      nunca había visto un comentario saltar de la pantalla. Sin duda, se nota que el tema te apasiona, porque eso transmiten tus palabras: pasión. En cuanto a lo de Eco, bueno, si lo dice él… y más cando habla de símbolos…
      Éste tema es como el de las decisiones: no se puede «no decidir»; asimismo, «no vestirse para X» es «vestirse para Z». Indefectiblemente, estamos en medio del juego simbólico. Habrá que jugarlo con la mayor elegancia posible, entonces.
      Cariños.

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      • danioska dice:

        Lo dices muy bien, querido: en el tema del vestido no hay aquello de «yo no quiero jugar ese juego» porque indefectiblemente ya ésa es una toma de postura.
        Sí, el asunto me apasiona. Hace tiempo no buceo en esas profundidades pero son fascinantes, sin duda.
        Abrazo

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  2. isabelamor dice:

    Buenos días Borgeano:
    Un tema muy interesante, o nunca me he guiado por ninguna regla ni tampoco modas me pongo lo que me gusta y me siento cómoda, y según la ocasión también, pero no siempre. Recuerdo que fui aún entierro de la tía de mi ex en baqueros y camisa blanca y me pusieron verde la familia de él, por ir así. Yo paso de historias.
    Un buen tema para debate.
    Besos y abrazos de cine.

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  3. susansutherlandcruz dice:

    ¿Podría uno cambiar de forma de ser si cambiara de atuendo? ¿Nos ven distintos si nos vestimos distintos? No nos ataviamos igual para una entrevista de trabajo, una reunión con los amigos o una cita romántica. ¿Somos acaso diferentes en cada ocasión? Entiendo que sí. A pesar de que en el fondo subyace siempre un estrato que es nuestro yo principal, tenemos un montón de «yo» flotantes y accesorios que enfatizan nuestra personalidad en uno u otro sentido.
    Muy bueno tu post. Saludos

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    • Borgeano dice:

      Excelente comentario Susan. Lo comparto en un ciento por ciento. Ésa idea de los «yo» flotantes es perfecta.
      Saludos.

      P.S.: Volví a leer tu comentario porque consideré que debía decir algo más; peor no, todo está allí. Hasta parece una entrada en sí misma. Gracias por ello.

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      • susansutherlandcruz dice:

        Yo me peleo a veces con algunos de los míos. No siempre van todos en la misma dirección y es un problema a la hora elegir ropa. 😊 Bss.

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  4. Sin duda etiquetamos (yo lo hago) y nos etiquetan por nuestro atuendo, cierto que a veces llegando al error.
    La pertenencia o querer pertenecer o sentirse atraído por un grupo invita y empuja a vestirse de una manera determinada; los adolescentes nos dan una clara muestra de ello cada día. También hay gente que elige su atuendo para desvincularse, para ser único y diferente, sentirse original y fuera del grupo, les lleva incluso al histrionismo. Por el contrario, el no llamar la atención, el pasar desapercibido, lleva a la mayoría a vestir como el grupo más general para no sentir que se queda al margen o evitar su posible rechazado.
    Danioska lo ha explicado perfectamente.

    Me apunto el libro para leerlo. 🙂

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Así es Alberto. También Susan acota ése punto, el que creo más que interesante: la mirada del otro (y como dices tú: nosotros somos el otro, también). Lo del histrionismo es el caso extremo, pero haces bien es destacarlo, ya que esos casos extremos son los que me parece que ponen el acento sobre el tema.
      Como le dije a Danioska, ya que estamos obligados a jugar el juego, hagámoslo con modestia pero con la mayor elegancia posible.

      Un abrazo.

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  5. Mariel dice:

    Es correcto, incluso nuestra vestimenta podría reflejar nuestro estado de ánimo o inducirnos a uno distinto

    Abracitos

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    • Borgeano dice:

      Me gusta el detalle, Mariel. Por lo que he leído de los comentarios, todos estamos de acuerdo en el punto central; pero tú destacas algo que se me había pasado por alto: a veces un pequeño cambio en nuestro estado de ánimo nos impulsa a un vestir distinto. ¿Ocurrirá lo mismo a la inversa? Habría que empezar a tomar nota…
      Abrazo.

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  6. spfrojo dice:

    Si no fuera así, la ropa se usaría sólo con una finalidad práctica exclusivamente. Es la moda, el fashion, la impronta cultural y el sentido de asociación que le da cada quien. Pasa con la arquitectura, inevitablemente, a pesar de ser mucho más costosa. Lo que escribís y citas sería digno de una novela Orwelliana. Saludos, Martín

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  7. elssamolina dice:

    Sera por eso de…una imagen vale mas que mil palabras?.Yo creo que la publicidad influye mucho ,o casi todo en el atuendo. Por eso,cuando se trata de la imagen de personas conocidas,famosas etc la indumentaria forma parte de un lenguaje que a veces…esta lleno de hipocresía, de manipulación.Depende de la persona, la ocasión y lo que represente .También depende de los observadores…hacer una lectura del presente, del momento que vivimos…preguntarnos…¿que lugar es el nuestro, en esta sociedad?.Tratar de no ser manipulados por la imagen . El atuendo debe dejar un espacio muy grande, para mostrar lo mejor de nosotros mismos. Y no ser utilizado para enmascarar nuestra personalidad. Hola Borgeano.Me he alargado mucho. Como se nota que hace tiempo que no entro a comentar a tu blog. El verano,las vacaciones…pero sabes que me encantan tus entradas. Besos y abrazos. Elssa Ana

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    • Borgeano dice:

      Querida Elssa, como siempre, un placer tenerte por aquí y nada de disculpas; extiéndete todo lo que quieras y sea necesario.
      Si bien es cierto que la publicidad no debería influir tanto en nosotros, lo cierto es que lo hace, aún de manera indirecta; ya que si te abstienes de mirar cualquier tipo de aviso publicitario, las imágenes te llegarán a través de las personas que consuman ése producto en particular. Y a mayor influencia publicitaria, mayor cantidad de consumidores y, por ende, mayores posibilidades de que lo veas. Nos tienen rodeado, querida… lo mejor es seguir pintando…
      Cariños y un placer tenerte por aquí.

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  8. La ropa marca y nos marca, esta claro. Si voy a trabajar como ejecutiva agresiva ( papel que desempeño) llevo traje de chaqueta, tacones, bolso de piel, complementos caros…, si voy de «yo», me puedes encontrar con vaqueros y camiseta, con una falda india, con sandalias…, o con un vestido sencillo y botas… Soy la misma, pero el rol que desempeño es diferente y me visto para cada ocasión, supongo que como la gran mayoría. Saludos.

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    • Borgeano dice:

      Perfecto ejemplo. Pero me permito hacer referencia al comentario de Susan: si bien en el fondo «eres tú» en ambas circunstancias, ambas «tinteroypincel» 🙂 tienen algunas diferencias que imagino muy marcadas (sin ir más lejos, tú misma lo dices «agresiva», lo cual no me imagino en esa mujer de vaqueros y sandalias.
      «La ropa marca y nos marca». Me gustó esa síntesis.
      Saludos.

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  9. Rhafhaell dice:

    Hola a todos, me gusta el tópico y considero que la vestimenta es un elemento de comunicación, de identificación cultural como sentido de pertenencia, con un lenguaje propio tanto en la esencia del individuo como en la inserción dentro de un grupo social. Tiene todos los elementos literarios para hacer de ella un personaje central en cualquier género. Sin embargo, jamás me gustó el «traje nuevo del emperador» . Creo que soy un poco más conservador. Saludos!

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  10. Rhafhaell dice:

    Reblogueó esto en Rhafhaelly comentado:
    La piel exterior, la imagen, las ideologías, la moda o simplemente la necesidad, hacen que la vestimenta sea un medio de comunicación, un lenguaje que nos da un sentido de pertenencia en lo individual asi como en la inserción de un grupo dentro de la sociedad. Por supuesto que ella tiene todos los elementos para hacerla personaje principal en cualquier género. De la vestimenta que menos me ha agradado es «el nuevo traje del emperador». Me considero un poco mas conservador al respecto.

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  11. Sin duda la ropa dice mucho de la persona, pero en parte creo que es por las «etiquetas» creadas. Y como sabes de nuestros gustos comunes, solamente voy a hacer una referencia a lo importante que es el vestuario en el cine (el lenguaje de la imagen) y todo lo que puede transmitir. Cómo imaginarnos a Marlon Brando en «un tranvía llamado deseo» sin sus camisetas marconas. Que mejor manera de terminar «Grease» que con un cambio de look y por supuesto imposible imaginar a Dark Vader con jeans. En fin seguro que tienes miles de ejemplos mejores. Cariños.

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