Han pasado seis meses desde que cuarenta y tres estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecieron en la ciudad de Iguala, en Guerrero, uno de los estados más pobres y violentos de México. En las comunidades indígenas de La Montaña y la Costa Chica, donde muchos de los estudiantes vivían, las desapariciones son sólo un ejemplo de la delincuencia, la corrupción y la impunidad que azotan la región. Como Abel Herrara Hernández, un activista de derechos humanos, dijo: «Aquí en las montañas. . . se vive con los demonios.»
Este cortometraje, basado en la obra del fotógrafo Matt Negro, muestra cómo las familias de los desaparecidos están haciendo frente a la pérdida aún inexplicable de sus seres queridos, y cómo los ciudadanos están luchando para protegerse a sí mismos, y para preservar la esperanza.
Fuente: The New Yorker
Nunca dejaré de preguntarme cómo es que cosas tales puedan suceder…
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Y nunca dejarás de recibir la misma respuesta: los brazos abiertos a los costados, las palmas de las manos hacia arriba y el mentón fruncido en un extraño gesto. No creo que nadie pueda explicarlo y creo que va a ser muy difícil que pueda hacerse.
Un abrazo optimista, a pesar de todo.
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Eso me gusta: abrazo optimista, a pesar de todo.
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Tristeza e impotencia ante estos acontecimientos. Besos Borgeano.Elssa Ana
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Éste año hay elecciones en México, esperemos que la gente tome buenas decisiones. El asunto mexicano es sumamente complicado.
Un abrazo.
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Preservar una esperanza que, hoy por hoy, es lo único que tienen.
Un abrazo grande, Borgeano, que te llega desde más allá del mar.
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Gracias María; ese abrazo se siente cálido y sí, conforta. La esperanza de esa gente es lo que hay que proteger en este momento; es lo único que tienen. México es un país de fuertes contrastes; éste es el más doloroso con el que me he encontrado.
Cariños.
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Lo más desgarrador es que en los últimos 10 años la suma total oficial es de 27 000 desaparecidos, ¿Cuantos más no están contabilizados ?
«Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacía y sola sin haber hecho lo suficiente
Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente…»
Abrazos Querido
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No tenía esos datos Shira; gracias por sumarlos a la mesa de discusión. Y la pregunta que haces es como para quitarle el sueño a cualquiera. «¿Cuántos más no están contabilizados?» da miedo de solo pensar en eso.
Gracias por traernos a León Gieco, creo que sus palabras son muy adecuadas para este momento.
Cariños.
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Gracias por compartirlo, Borgeano. Esos 43 jóvenes y los miles de desaparecidos a los que se refiere Shira Shaman son una herida abierta en la piel de México, herida que no va a cerrar mientras no hagamos que las cosas cambien en este país.
Abrazos
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Estos desaparecidos son de todos Danioska; al menos yo lo siento así. Podemos traer a John Donne o al che Guevara para apoyar o justificar esta idea; pero no creo que haga falta. Ante estas cosas bien sabes que soy tan mexicano como tú. Tan mexicano como vos. Y tengo la esperanza de que esa ola que se está gestando en el sur llegué hasta aquí cuanto antes.
Abrazos.
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Lo son, querido, aunque no sea algo evidente para todos. Me sumo a tu esperanza
Abrazo que se siente parte del mismo todo
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esos del ISIS se quedan cortos con lo que pasa en Mexico en ciertas zonas del pais .. la ultima vez que entre al Pais de visita -4 años atras quiza- por la frontera, me sacaron entre balas, carros quemados y cuerpos descuartizados en las calles… No volvi ni de chiste 😦
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Lamentablemente creo que debo darte la razón. ISIS es un tema que sigo de cerca (en la medida de lo posible) y creo que lo que pasa aquí es mucho más brutal, si es que eso es posible. Me remito a la pregunta de Shira Shaman que está un poco más arriba. Por suerte no he tenido que pasar por nada similar a lo que cuentas tú, Leyla; creo que si me hubiese pasado eso hubiese actuado de la misma manera, no cabe duda. Por fortuna, en lo personal, esas cosas son sólo malas noticias.
Abrazo,
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