El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras a guisa de dedos, o dedos en la punta de mis palabras. mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es “yo te deseo”, y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras. Lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación. (Hablar amorosamente es desvivirse sin término, sin crisis; es practicar una relación sin orgasmo. Existe tal vez una forma literaria de este coitus reservatus: es el galanteo).
Roland Barthes. Fragmento de un discurso amoroso.
El Blog de Arena 
Cierto, amigo mio, con el lenguaje creas lazos que, algunas veces, son mucho más duraderos que el propio contacto físico.
Besetes enredados en palabras.
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No puede existir lazo duradero si no es a través de la palabra; el contacto físico, en sí mismo, nunca podrá suplir lo que nos permite el diálogo, la comunicación, el entendimiento. Sigamos apostando, entonces, por la palabra, la verdadera fuente de comunión entre las personas.
«Besetes enredados en palabras», maravillosamente expresado. Que así sea.
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Ay, qué belleza, qué jodidez, cuánta fuerza.
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Esta cita la leo y releo una y otra vez. Vuelvo a ella cada tanto –a veces por puro azar, ya que la tengo copiada en algunos archivos personales– y siempre despierta en mí un cúmulo de sensaciones amplias, abarcadoras, sugerentes. Vuelvo a ella, a veces, sólo para tomar una sola de sus oraciones, a veces para quedarme allí , en el todo.
Abrazos.
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Lo amerita. Es una pequeña granada explosiva en la mano.
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El lenguaje nos permite enamorar, amar, comunicar, nos acerca o destruye, esa es la otra versión, pero esa es otra historia.
Abracitos
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Yo siempre respondiendo a tus comentarios con seis meses de demora. Vine aquí buscando una cita y veo tu comentario. Ya casi no es necesario responderlo, creo. Lo único que acaba de ocurrírseme es que esa imagen de tus labios es mucho mejor para ilustrar esta entrada que la que yo puse. De haberlo sabido a tiempo…
Abrazos.
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awwww que bello post ❤
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