Como todos sabemos, hay cosas que no pueden criticarse bajo ningún punto de vista. La religión, tal o cual equipo de fútbol, tal o cual político (todo depende del grado de democracia bajo el que uno tenga la suerte o la desgracia de vivir). Ahora se ha sumado otro elemento a esta ecuación: la televisión. Claro, alguno dirá que exagero, ya que son muchos los que dicen que la televisión idiotiza, estupidiza, manipula y demás (curiosamente, lo hacen con el aparato de TV en el living o, peor aún, en el dormitorio) y tal vez lo haga un poquito, aunque no creo que sea tanto como suponen. El asunto es que he visto a lo largo de tres o cuatro entrevistas (y alguna vez, también, me ha pasado de manera personal) una nueva modalidad de crítica cínica invertida. Me refiero a esa nueva costumbre de decirles, con un tono irónico, a aquellas personas que dicen no ver televisión: “Oh, claro, tú eres uno de esos que no ve televisión; un intelectual”; ante lo cual el entrevistado se disculpa o minimiza sus decires con un “no… yo no tengo nada contra la televisión, es sólo que no tengo tiempo…” o algo así. Las variantes son muchas, pero todas giran en torno a esto. El asunto es sencillo: directamente se invierten los roles (la carga de la prueba, se diría en lógica) y el crítico pasa de inmediato a ser el criticado. No mirar TV está mal, es de raritos o de gente aburrida, amargada, etc. Y lo peor de todo es que esto se hace con la anuencia de los entrevistados, quienes con esa tibieza propia de los tiempos modernos (ya se sabe: hoy todo vale lo mismo y criticar es feo, es de gente poco amable) diluyen sus ideas en un lamentable remedo de buena educación. Sinceramente, se extrañan esas personas que decían lo que pensaban sin importar quién estuviera delante. Tal vez ya sea el momento de comenzar a retomar esa sana y elegante costumbre.
Sabes que ser asertivo no es un trabajo fácil y mucho menos cuando se va a contra-corriente.
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Eso es muy cierto, Tintero. Creo que, de hecho, cada vez es más y más difícil gracias a esta cosa (y digo «cosa» con toda intencionalidad) de igualar todo. Ya no parece haber categorías ni niveles de excelencia.
Un abrazo.
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Solo nos salvamos tu y yo 😜😜😜😜
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Por supuesto, mi respuesta anterior es una broma…., hay mucha gente brillante y de hecho, aquí nos encontramos con algunos. Saludos.
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Se entendió a la perfección y, además, la broma me gustó mucho; no hay nada que explicar o justificar.
Saludos.
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Esta claro, cuando alguien es inteligente…
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Nunca discuto sobre política ni religión, especialmente sobre esta tengo mis ideas -equivocadas o ciertas- pero si quiero ser respetada, he respetar a los demás. Televisión… como decian Tip y Coll «y mañana hablaremos del gobierno», Lo mismo, hay que respetar todo, he visto televisión en otros paises «y de lunes a martes no te apartes», sí la miro a veces, pero lo que me harta es que la mayoría de los programas son de violencia, crímenes y lo cierto es que estoy hasta la coronilla de lo que pasa en el mundo para además tragarme esas películas. Es dificil buscar programas que más o menos agraden a un 70%
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Creo que criticar no es faltar el respeto, sea cual fuere la persona o la institución a la que se esté criticando. Por el contrario, no creo que haya que respetar todo; lo único que debe respetarse es el derecho de cada uno a elegir lo que quiere ver, creer o pensar. Yo, en este caso, estoy criticando el hecho de que NO se pueda criticar a la TV. Quien quiera verla, que lo haga, ése es su derecho. Simplemente descreo de todo aquella que no acepte una crítica. Me suena a fascismo y el fascismo y yo no hacemos buenas migas. Tienes razón en lo que dices sobre la violencia en la TV; además yo le agregaría la constante trivialidad, cosa no menos grave. ¡Seamos libres! Pero ejercer la crítica también es un acto de libertad.
Un abrazo.
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Estoy seguro que habemos muchas personas que seguimos siendo auténticos. Triste es observar que hay muchos más que no lo son. Son procesos naturales del devenir histórico de la humanidad.
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Estoy seguro (o esperanzado, debería decir) de que así es, Lisemelino; sólo espero que esa gente se reproduzca más rápido que los demás.
Un saludo.
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Tienes razón, esperemos que sean más, pronto y seguido…
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«Es de gente poco amable», ¡BIEN!
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