Cuando leí el poema que les dejaré a continuación no pude dejar de relacionarlo con aquel texto de Antonio Gramsci del que ya hablé alguna vez. Aquel texto que comienza diciendo “Odio a los indiferentes. Creo que vivir es tomar partido. Quien verdaderamente vive no puede dejar de ser ciudadano ni de tomar posición. La indiferencia es abulia, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso, odio a los indiferentes». Distintos autores pero la misma visión, el mismo énfasis, la misma idea fundamental: vivir es elegir y quien elige no elegir está muerto antes de tiempo. En la vida no puede haber indiferencia; de manera inevitable debemos elegir entre el ser o no ser (y aquí ya dejamos entrar a Don William Shakespeare y a toda la escuela filosófica en conjunto) y ser consecuentes con nuestra decisión. Quienes me conocen y acompañan —ya sea desde este sitio que nos permite encontrarnos a diario o desde el andar cotidiano— saben que siempre he abogado por la necesidad de tomar decisiones profundas, decisiones de base; de esas que modifican nuestra vida de una manera que nos cambiará de forma absoluta. De allí que me diera tanto placer encontrar este poema de Charles Bukowski. Hazlo. De eso se trata.
Lanzar los dados
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
De otra forma ni siquiera comiences.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Esto puede significar perder novias,
esposas,
parientes,
trabajos y,
quizá tu cordura.
Ve hasta el final.
Esto puede significar no comer por 3 o 4 días.
Esto puede significar congelarse en la banca de un parque.
Esto puede significar la cárcel.
Esto puede significar burlas, escarnios, soledad…
La soledad es un regalo.
Los demás son una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
No hay otro sentimiento como ese.
Estarás a solas con los dioses
y las noches se encenderán con fuego.
Hazlo, hazlo, hazlo.
Hazlo.
Hasta el final,
hasta el final.
Llevarás la vida directo a la perfecta carcajada.
Es la única buena lucha que hay.
El Blog de Arena 
[…] Origen: Hazlo. […]
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No puedo estar más de acuerdo contigo, con Antonio Gramsci (desterrando la palabra «odio») y con Charles Bukowski ¡qué gran poema!
En mis poemarios queda siempre dejo un rastro de esta actitud, como en mi blog Apalabrando los días, que por cierto, hay un pequeño post del 5 de diciembre de 2014 que se titula «Implicarse».
Muchas gracias Borgeano, siempre dando en el centro de la diana.
Un abrazo y ¡buen día!
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¡Pues yo no la destierro! La palabra «odio» tiene mala prensa, pero es útil o valiosa a veces. He visto que ya hay una entrada tuya sobre tu nuevo poemario, en cuanto pueda pasaré por allí ¡sólo necesito que el tiempo camine más lento! Por supuesto, le echaré un vistazo a esa entrada que me comentas.
Un fuerte abrazo y (ya) buenas noches para ti.
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Si algo le faltaba a mi regreso eran estas palabras que sacuden cualquier modorra del alma. ¡Gracias!
Un beso desde aquí.
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Un aunténtico despertador (lástima que sólo para aquellos que quieren ser despertados), no cabe duda. me alegra que ya estés de vuelta y me alegra haberte recibido con una entrada a tu gusto.
Besos mil.
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Sí, señor.
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Sí, señora. Eso mismo.
Abrazos.
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Abrazo. Beso. Abrazo
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Lanzar los dados, al fin la suerte no está ya echada, el andar triste de los grises es su esclavitud aceptada, dichosos los que pueden mirar de frente, alzar el vuelo para seguir sus sueños, con la profunda convicción de que el que realmente te ama estará feliz de verte surcar el horizonte.
Besos querido, No te salves… Hazlo 🙂
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Encontrar este comentario me emociona, Shira, gracias infinitas por él. Hoy, más que nunca me he quedado sin palabras para responder; hoy, más que nunca, te abrazo agradecido.
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Sí, he tenido qye echar los dados algunas veces en decisiones importantes y no me arrepiento, pero en otros lances, a veces y por cualquier motivo, no se puede llegar hasta el final, pero hay que intentarlo podría ser que un día llegara que nos pudiesemos arrepentir por no haber dado al menos un paso al frente.
Abrazo a un valiente de otra que quizás a veces no ha podido llegar hasta el final..
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No siempre se puede, Rosa, somos seres que vivimos rodeados de afectos y de responsabilidades que a veces limitan nuestro accionar. no hay nada de malo en ello , sí que lo hay en el hecho de ni siquiera intentar cambiar las cosas o negarse a tomar esas decisiones que sí están a nuestro alcance. He ahí el principio de nuestra libertad.
Un fuerte abrazo de un valiente a otra, estoy seguro de que tenemos las mismas raíces.
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Tomar partido es imprescindible si quieres ¡vivir! Un saludo
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¡Así es tintero, por eso mismo no hay tiempo que perder! A elegir ya mismo con conciencia y responsabilidad.
Saludos.
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Eso eso, con conciencia y responsabilidad.
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