«Bajo la confusión, la indiferencia, el olvido, ahí estaba. El amor, intenso y fijo, siempre había estado ahí. En su juventud lo había dado sin pensar […]. Lo había ido dando, de manera extraña, en cada momento de su vida y quizás lo había dado más cuando no era consciente de estar dándolo. No se trataba de una pasión ni de la mente ni de la carne; era más bien una fuerza que comprendía ambas, como si fuese, más que un asunto de amor, su sustancia específica. A una mujer o a un poema, simplemente decía: ¡Mira! Estoy vivo».
El fragmento anterior es parte de Stoner, novela de John Williams, publicada en 1965. Me tomé la libertad de quitar unas pocas líneas (los puntos suspensivos entre corchetes), ya que hacían referencia a personajes puntuales de la novela y mi intención al querer compartirlo es otra: simplemente recordar que esa sustancia específica es, ha sido y será una de las partes integrales de nuestra vida; aunque el discurso posmoderno en el que nos vemos envueltos en este día a día que nos toca en suerte quiera hacernos creer lo contrario. El amor es, lo quieran o no los vendedores de humo y hojarasca, lo que nos moviliza y nos empuja a salir a la calle a pelear por nuestro pedacito diario de vida. El amor en sí y por quien sea: nuestra pareja, nuestros hijos, padres, hermanos, amigos, el amor a nosotros mismos y el amor a todos y cada uno de los otros (amor tan especializado que hasta tiene nombre propio: empatía). Como bien dice Williams al final del párrafo que cité: simplemente decía: ¡Mira! Estoy vivo.
El amor es lo que mueve el mundo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
No recuerdo quien dijo, no sin cierto cinismo, «Es el poder lo que mueve al mundo, el amor sólo lo mantiene poblado». Tal vez haya algo de razón en eso, pero prefiero la opción que compartimos nosotros. Será naïv, tal vez, pero es mucho más rica.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si importante es el párrafo que has seleccionado de la novela de John Williams no menos importante el que tu has escrito. Gracias, Borgeano… ¡mira, estoy viva!
Unfuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Isabel, como siempre, tus comentarios me potencian y me impulsan a seguir (hace un par de días casi cierro el blog de tanta angustia por la que estaba pasando; por suerte no cedí al impulso).
Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Se me olvidó decirte que la foto que has elegido es bellísima. ¡Qué remanso!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Me encantó esa foto! Fue verla y decir ¡Es ésta y ninguna otra! me alegra coincidir también en esto.
Otro abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
El tiempo pasa demasiado rápido sin darnos tiempo de verlo cuando pasa..
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es cierto; sólo por momentos podemos aprehenderlo. De allí la importancia de estar atentos para no dejarlos escapar.
Saludos.
Me gustaMe gusta
«La sustancia específica» que bella entrada, es bueno cuando nos damos cuenta que el día a día se convierte en un milagro al sabemos poseedores de ese don, amor que nos mueve a mantenernos vivos, a crear y creer que sólo amando encontraremos las mejores soluciones, recibe mi abrazo amoroso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así, es Shira; lo has sintetizado a la perfección. El amor como factor creador fue algo que me faltó en la entrada y que tú bien trajiste aquí.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
esa sustancia que nos es tan vital como el aire mismo, es la fibra cosmogónica. Inegable aun en tiempos donde el plástico y la avaricia crean en su necesaria y antinatural negación por considerarla politicamente correcta. Gracias por compartir. Aún hay muchos hilos que jalar aquí.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Muchos más! ¡Pues hagámoslo! Me da mucho gusto verte por aquí Paulina; es un enorme placer compartir contigo este modesto rinconcito.
Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Luego de un día cargadísimo de trabajo me voy a dormir con ese «lo que nos moviliza y nos empuja a salir a la calle a pelear por nuestro pedacito diario de vida». Nada tiene sentido sin eso.
Gracias, querido. Beso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
El agradecido, como siempre, soy yo; para empezar porque ese «pedacito diario de vida» también incluye a la amistad, y más aún cuando es una amistad como la tuya. No importa que la mayor parte del tiempo ésta sea meramente virtual; es mucho mejor eso que no tenerla; así que el agradecimiento va de aquí hacia allá.
Abrazísimo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bendita, benditísima tecnología que nos permite mantener contacto. De otro modo tendría que dominar el arte de las señales de humo y francamente me siento limitadita para ello.
Abrazoooo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Perfecto
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias! Tal vez sea un poquito exagerado, pero me encanta ¡Gracias otra vez!
Saludos.
Me gustaMe gusta