Heinz von Perckhammer fue un fotógrafo nacido en Merano, Austria-Hungría (hoy Italia) el 3 de marzo de 1895. En la Primera Guerra Mundial sirvió a bordo del SMS Kaiserin Elisabeth durante la Batalla de Tsingtao y 1917-1919 fue prisionero de guerra japonés. Permaneció en China durante varios años después de su liberación. En 1928, dos volúmenes con sus fotografías fueron publicados en Berlín: uno de desnudos cuidadosamente tratados (muchos de estos trabajos tomados en burdeles de Macao), bajo el título Edle Nacktheit en China (La cultura del desnudo en China), y uno de fotografías de las calles de la capital china conocido simplemente como Pekín. En 1929 acompañó al dirigible LZ 127 Graf Zeppelin en su gira alrededor del mundo como reportero gráfico del semanario ilustrado berlinés Die Woche. En 1932 Perckhammer había establecido un estudio en Berlín, en donde trabajó en desnudos y fotografía de moda. A finales de la década de 1930 algunas de sus imágenes se utilizaron como propaganda para el Kraft durch Freude («fuerza a través de la alegría»; movimiento propagandístico nazi para propagar las ventajas del nacionalsocialismo) y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como fotógrafo de guerra unido a la Waffen-SS. Su estudio en Berlín fue bombardeado en 1942. Después de la guerra regresó a Merano. Murió, a los 69 años, el 3 de febrero el 1965.
Dejo algunas imágenes de La cultura del desnudo en China; las cuales me parecen deliciosas por el sutil y elegante manejo de los espacios. Estas imágenes me recordaron a la pintura china (no por nada Perckhammer vivió varios años allí), donde los artistas siempre dejan un amplio espacio vacío, el cual llena o completa a la imagen sin recargarla ni fatigar al espectador. Perckhammer parece utilizar la misma idea en sus fotografías: el cuerpo desnudo rodeado de un amplio espacio vacío; aunque vacío, claro está, en apariencia.
Para ver las imágenes en mayor tamaño, hacer clic sobre una de ellas.
¿Y por qué, hablando de arte, siempre hay que exhibir, el desnudo de la mujer y no del hombre?
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No necesariamente es así, Julie; hay muchos fotógrafos que han realizado estupendos trabajos con los desnudos masculinos. Entre los clásicos tenemos a Robert Mapplethorpe y Helmut Newton (aunque éste último no exclusivamente trabaje sólo con hombres). Entre los modernos tenemos a David Vance, Mark Henders, Tom Bianchi; todos ellos estupendos fotógrafos con trabajos de notable calidad. Te recomiendo el sitio web The Naked Man (naked-man-project.com).
En cuanto al tema de esta entrada, considerando que el libro es de 1930 supongo que el tema de los desnudos femeninos era algo casi inevitable para la época. Por mi parte me mantengo lejos de toda lectura sociológica del artista y de su trabajo (considerando que su material fue utilizado como propaganda nazi imagínate si hay puntos por donde desovillar esta madeja); sólo me limité a considerar el valor estético de su arte.
Un abrazo.
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hola, he visitado la página que recomiendas pero veo lo mismo que en otras parecidas de mujeres, cuerpos o musculados o delgados, me pregunto porque no somos capaces de ver belleza en la simple naturalidad del cuerpo? sea como sea ese cuerpo…es que no lo entiendo..gracias y disculpa que me meta, un saludo
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Aquí hay dos temas claramente diferenciados, Eva; por una parte tenemos el tema del libro en sí, el cual fue publicado hace 86 años y el que debe ser considerado en perspectiva histórica (de nada servirá analizarlo en vista de nuestra visión estética moderna). El segundo tema, que es el que nos trae Julie y al que te sumas, es el de la estética en sí misma. En este caso en particular supongo que sí, que hay una mirada estética previa que nos hace que veamos a ciertos cuerpos como agradables y a otros no, lo cual no tiene nada de malo. Considerar a todos los cuerpos estéticamente iguales simplemente porque son cuerpos me parece un error, ya que no se está hablando de moral; sino de belleza y ésta depende, como bien destacas, de la mirada del individuo en cuestión. Lo mismo sucede en toda otra disciplina artística; no consideramos a toda la música igual por el simple hecho de ser música; hay cánones de belleza (cada cual manejará el suyo propio) que nos hacen ver belleza en ciertas composiciones y en otras no.
Un abrazo.
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Porque el cuerpo de la mujer es inevitablemente bello, mientras que el del hombre es ordinario.
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no sé, la belleza está en los ojos que miran y no veo diferencia entre catalogar al cuerpo femenino como bello y al hombre como ordinario, o estamos hablando de los cánones de belleza para la mujer que nos han vendido desde muchos sectores?
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Imágenes de gran belleza y un estilo propio y muy personal, sin duda.
Buen fin de semana.
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Fantásticas fotos, en especial me llama la atención el cierto dejo de tristeza de las imágenes si las comparo, por ejemplo, con la actitud festiva y «descarada» de cierto desnudo femenino más o menos contemporáneo a éste. Sin saber mayor cosa del tema lo percibo distinto, sí, del desnudo «occidental», aunque en ambos casos ocurre lo que señala John Berger en su espléndido libro Ways of Seeing (cito de memoria): la mujer desnuda es mostrada de manera distinta al hombre desnudo porque se parte del presupuesto (explícito o no) de que la mirada que observa es masculina y el objeto observado es femenino.
La mirada me tiene obsesionada en estos últimos tiempos: sus intertextos, lo que provoca en el espectador, los códigos culturales que se le adhieren.
Besos y gracias por las fotos…
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El tema de la mirada, querida D.; es propio del siglo XX y, sobre todo, del XXI, así que no es raro que te sientas subyugada por él. No conozco el texto de Berger (es decir: no lo he leído) pero sin duda suena más que acertado en su apreciación. También podríamos traer aquí a la inevitable Susan Sontag; pero eso sería complicar demasiado las cosas; más cuando ya estamos (al menos nosotros dos) de acuerdo en los aspectos básicos sobre el tema. No creo que haya que darle demasiadas vueltas al asunto y, mucho menos, acercarse (como lo hicieron en comentarios anteriores) con esa mirada feminista o de filosofía posmoderna que a nada conducen. Sé –gracias al cielo– que en cuestiones estéticas estamos en el mismo barco y hasta me atrevería a decir que en el mismo camarote, por si fuera poco. El disfrute es uno y entorpecerlo con miradas de soslayo no sirve para nada.
Abrazos.
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Lo has dicho muy muy bien. Salud, pues!
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Qué maravilla, no es sólo la belleza de las fotografías, es el retrato de una época, de una cultura (la prostitución) dentro de una gran cultura (la china, oriente), la sutilidad con la que difumina el realismo y lo envuelve de magia, y como dice Danioska, ese halo de tristeza o melancolía es conmovedor. Gracias por compartirlo, un viaje estético de nuevo
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¡Qué bueno es encontrarse con amigas como ustedes dos, Mónica! No quiero que nadie se ofenda por esto (hace poco me pasó algo de eso, alguien que se molestó porque aplaudí un comentario en particular); pero se hace necesario, a veces, detenerse un poco y poner las cosas en perspectiva. Lo que dices con respecto a que estas fotografías hacen referencia a un «retrato de época» es totalmente cierto y es a eso a lo que apunté al compartir este material. Me alegra muchísimo (y no me sorprende, claro está) que Danioska y tú hayan sido tan certeras en sus apreciaciones. Gracias, como siempre, por estar aquí.
Un abrazo.
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El minimalismo escenográfico, los referentes culturales de su escenografía, el cuidado de cada detalle, el equilibrio del conjunto, las poses de las mujeres,… no tiene desperdicio
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