Hace muchos años estuve suscripto a Adbuster, una revista canadiense que luchaba (aún lo sigue haciendo) contra todo tipo de control, sobre todo el control publicitario y político. Recuerdo que en aquella revista vendían un control remoto universal que sólo servía para apagar los aparatos de TV.; en cualquier sitio donde uno estuviera —una sala de espera, un restaurant, etc.—uno podía apagar el aparato que estaba allí molestando innecesariamente. Recuerdo ese pequeño adminículo porque estoy esperando ansioso a quien invente algo similar para ser usados contra (y uso el término con total conciencia de ello) los teléfonos celulares. Y es que hoy no se puede ir a ningún sitio sin que nos veamos obligados a escuchar las conversaciones más triviales de nuestros vecinos, quienes hablan como si estuviesen solos en el mundo o algo parecido. Conste que no digo nada cuando la llamada es de importancia; pero en la mayoría de los casos lo que se dice (lo que nos vemos obligados a oír) es de lo más estúpido que pueda creerse. Hay dos casos en los que creo que la cosa se agrava: en los viajes en autobús de larga distancia (me ha pasado no una, sino varias veces y lo peor es que uno no puede ir a ningún lado) y en los restaurantes. En este último caso son los hombres de negocios u “hombres de negocios” (porque farsantes o mentirosos nunca faltan) quienes nos hacen partícipes de sus pobres vidas creyendo que están exponiendo hechos de vital importancia para la existencia humana. Ojalá que pronto alguien invente un simple control remoto para que podamos viajar o comer en silencio de una vez por todas. Como antes, como hasta ayer o como lo seguimos haciendo los pocos imbéciles que creemos que el teléfono celular es un adminículo útil, pero nunca nuestro dueño.
Totalmente de acuerdo!
Nos podemos enterar de la vida de cualquiera porque además ni siquiera necesitarían el teléfono con el tono que utilizan. Alto y claro!!
Ay cómo te entiendo!
Besazos vía wordpress
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Y ni siquiera parecen saber que no es necesario gritar en un teléfono celular! Uno puede hablar en voz bien baja que del otro lado lo oirán igual, pero no, ellos quieren que todo el mundo se entere de su diálogo idiota (o peor aún: no les interesa en lo más mínimo la presencia del otro). Sea como fuere, espero que algún día se invente algo como lo que estoy imaginándome; sería el hombre más feliz del mundo.
Bezotes worpressianos.
Me gustaMe gusta
¿Y si alguien inventa el control remoto para apagar algunos cerebros por aquí y por allá (perdón, en muchos casos es una redundancia)? ¿A poco no sería rico ir por la vida desconectando a más de un idiota, que no se entera que sus neuronas están en Off desde hace tiempo?
PD Los lunes son mis días intolerantes. Y no soporto que nadie me los eche a perder con discursos comprensivos.
Muacs.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues no seré yo quien venga con esos discursos, claro está. Al contrario, subrayo tu expresión: «… más de un idiota» ¿De dónde sale que todos somos geniales? Nada más dañino que esa ideología (que más parece una patología, para ser sinceros). El problema con los idiotas desconectados es que nos rodean a cada instante y que son legión. Al carajo con ellos.
Remuacs.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Creo haberlo dicho antes (lo malo de ser poco original), pero mi papá citaba con frecuencia aquello de «me dan miedo los pendejos, porque son muchos». Pues así.
Muacs reloaded.
Me gustaLe gusta a 2 personas
A mí me molesta sobremanera cuando voy leyendo en el metro y justo llegan a mi lado y se ponen con esa cháchara telefónica a voz en grito sin ningún pudor….
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es cansador, realmente. A mí me tocó en viajes de larga distancia ¡horas con imbéciles así! Y lo peor es que no les importa; los ves y ellos lo saben y no les importa. Eso entristece, realmente.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es más, pareciera que les gusta ser centro de atención… sentirse protagonistas… los muy necios!!
Me gustaLe gusta a 1 persona