En dos oportunidades anteriores hablé sobre las pinturas escondidas en los bordes de libros antiguos. Ahora encontré unas nuevas imágenes y, como estos libros siguen sorprendiéndome como la primera vez, vuelvo a compartir con ustedes estos pequeños hallazgos.
La pintura oculta en estos libros obedecía a diversos motivos, desde el simple placer de poseer un volumen con características estéticas únicas hasta el mantener ciertas imágenes eróticas lejos de las miradas indiscretas. Sea como fuere, esa costumbre sólo podían permitírsela aquellos que podían pagar semejantes lujos y que así nos han legado maravillosos volúmenes con los cuales embellecer cualquier biblioteca.
Pueden ver un video sobre cómo se realizan estas escenas (y tal vez tengan un buen amigo acuarelista que les haga el favor de hacerles un buen trabajo) aquí. Claro está, ninguna valdrá lo mismo que una que nos haya llegado desde un par de centurias atrás; pero al menos alguno podrá darse algún gusto en particular y así también podrá deslumbrar a sus amigos mostrándoles alguna imagen personal y única.
Por cierto, hablando de imágenes únicas llamo la atención, en particular, sobre la que cierra esta entrada. Debo decir que de las muchas que he visto —las cuales competían entre sí y cada una de ellas por un motivo particular— la que dejo a continuación sigue pareciéndome la más sorprendente de todas. En el extremo izquierdo del libro se ve a una pareja avanzar unos metros en el paisaje y a un perrito que corre hacia ellos. La pericia técnica para lograr ese detalle me parece que la eleva por sobre todas las demás.
Aquí dejo, por si alguien quiere echar una mirada a otras imágenes y a parte de su historia, los enlaces a las dos entradas anteriores:
Impresionantes todas las imágenes, pero la última me parece una delicadisima maravilla.
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Son realmente preciosas, sin duda alguna. Cuando encontré la última decidí de inmediato que cerraría la entrada con esa; se destaca por sobre todas las demás y, la verdad, no me caso de mirarla.
Un abrazo.
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Gracias por ofrecernos este tema: lo desconocía y me parece maravilloso. Y la última, ciertamente, preciosa. Abrazos
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[…] Origen: Tesoros escondidos III […]
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Si a un libro ya se le ama por su contenido, encontrar ediciones que son obras de arte añadidas es ya el sumun. Confieso ser una gran aficionada a buscar tesoros editoriales que pueda comprar. Libros como los que hoy nos hablas e ilustras están fuera del alcance de una modesta economía, pero es son un auténtico deleite para la vista.
Muchas gracias por esta bonita y magnífica entrada.
Un abrazo.
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Exacto, Isabel; todo esto no es más que una maravillosa suma al contenido del libro, pero no hay que olvidar que es eso: un agregado; algo que se añade por otro tipo de placer estético pero que no es el central. Seguramente esos libros están fuera del alcance de nuestros modestos ingresos, pero quién sabe, tal vez en algún anticuario o en una venta de libros «a granel», de esos que realiza gente que no tiene ni idea de lo que recibió (una herencia de libros para un no lector debe ser algo bastante molesto, imagino) o un mero golpe de suerte tal vez nos permita acceder algún día a uno de ellos. Supongo que ustedes en Europa tienen más posibilidades que aquí, en América. De todos modos no pierdo la esperanza.
Gracias a ti, como siempre.
Un abrazo.
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Qué maravilla de libros. Una lástima que, como dice Isabel, estén fuera del alcance de una economía media.
Me ha gustado mucho esta entrada.
Un abrazo.
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¡No perdamos la esperanza, Javi! Quién sabe, tal vez un día de estos la fortuna o el azar (la misma cosa con diferente nombre) nos permita acceder a uno de ellos. Al ser una forma oculta de guardar esos dibujos tal vez en algún lado haya alguno del que nadie sabe nada de esa imagen ¡Quién sabe!
Un abrazo.
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¡Exquisito!
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¡Exclusivo para paladares pecosos! Gracias, me alegro que haya sido de tu agrado.
Abrazo.
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Paladar pecoso satisfecho y agradecido. Gracias a usted.
Abrázolo.
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Alucinante, gracias Borgeano. Un fuerte abrazo.
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Opino lo mismo, Julie; por eso cada vez que encuentro nuevo material no puedo evitar el querer compartirlo. Gracias por estar aquí.
Un fuerte abrazo para ti.
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Te mando este link con libros en PDF gratis, algunos de ellos los considero de gran interés. Espero que te gusten. Conozco a los autores. Un fuerte abrazo. http://guadabooklibrary.com/
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¡Gracias, Julie! Ya mismo le echaré un vistazo.
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Qué cosaaaa. Quiero tener uno de esos en mis manos antes de morir, mi querido excavador de tesoros.
Muacs.
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Yo también, claro está. Si consigo uno prometo compartirlo contigo. Lo tendremos en custodia compartida.
Abrazosos.
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We will. Aunque tengamos que esperarnos otras dos vidas para juntar el dinero necesario.
Otros.
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Había visto algunos reportajes sobre el tema y me pareció impresionante.
Los que compartes son fantásticos y estoy contigo que el último es rizar el rizo, es una pequeña joya.
Un abrazo
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Sí, el último es el mejor y va a ser difícil que le quiten el título.
Me alegra que te haya gustado la entrada, aunque no haya sido una novedad para ti.
Abrazo.
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Mira que yo lo doy todo por las ediciones digitales para intentar ser más ecologista pero cuando uno ve estas cosas… Me gustaría tener cosas así en mi casa para poder apreciarlas, olerlas y tocarlas con mis manos (Soy librosexual jajaja).
Menudo encanto tienen.
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Pues yo también soy ecologista, pero esto de los libros no puedo evitarlo. No somos tantos, no creas que hacemos tanto daño (si lo comparamos con la papelería comercial o burocrática, la cual además es inútil desde su misma cuna, nosotros somos niños de pecho). Me alegra que la entrada haya sido de tu agrado.
Un abrazo.
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Increíble. Jamás pensé que algo así existiese. A partir de ahora estaré mucho más atento a todos los libros (especialmente antiguos) que pasen por mis manos.
¡Gran post!
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Por fortuna uno todavía encuentra motivos o cosas por las cuales maravillarse. Yo, al encontrar estos libros que he compartido, pensé lo mismo que tú: A partir de ahora comenzaré a mirar con más cuidado a cualquier libro antiguo que se me presente.
Saludos.
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[…] Tesoros escondidos III […]
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