«El gobierno del estado de Michoacán, en México, se encuentra en el centro de de una polémica». Algo así puede leerse, con las variantes del caso, en los titulares de esta parte del mundo. El tema es el de la punibilidad a las mujeres que se sometan a un aborto, tema que causa escozor en estratos varios de la sociedad, sea del país que fuere. Pero el punto es que pude leer el artículo de la ley que se está discutiendo y mi asombro y disgusto me obligan a compartir lo que pienso de este asunto. Veamos el artículo en cuestión:
Artículo 288. Se impondrán de seis meses a un año de prisión, a la madre que voluntariamente procure su aborto o consienta en que otro la haga abortar, si concurren estas tres circunstancias: I. Que no tenga mala fama; II. Que haya logrado ocultar su embarazo, y III. Que éste sea fruto de una unión ilegítima. Faltando alguna de las circunstancias mencionadas, se le aplicarán de uno a cinco años de prisión.
En síntesis: no sólo se pena al aborto, sino que se manejan conceptos como «mujer de mala fama» (si es una de ellas la pena va de un año a cinco años, si no se es una mujer de «mala fama» la pena es de seis meses a un año) o «unión ilegítima» (la unión legítima es, como todos saben, la unión glorificada por el estado y la iglesia; todas las demás, son «ilegítimas»).
Me tomo un minuto para verificar que estoy viviendo en el Siglo XXI; temo que algún demonio maligno me haya tomado en sueños y me haya transportado al siglo XIV o algo así. Cuando todo el mundo sabe que el penar el aborto no es la solución al problema, sino que es una decisión que complica el asunto, además de ser moralmente inaceptable; en el estado de Michoacán se vuelve en el tiempo y se estigmatiza a una persona que, en muchos casos, es una víctima. (Aclaración necesaria: si bien el artículo 289 despenaliza al aborto cuando éste es fruto de una violación, nada se dice para los casos en los que el feto pueda tener deformidades genéticas).
El aborto es tema por demás complejo; no soy de los que promueven un «aborto libre como si fueran caramelos», pero creo que penalizarlo no es la solución; mucho menos, claro está, manejar conceptos como los que detallé más arriba. ¿Quién es el gobernador o un mero político para determinar conceptos morales? ¿Y quién determina, entonces la moral del gobernador?
Después me preguntan por qué me opongo a la religiones y a su injerencia en los asuntos públicos…
El Blog de Arena 
Has acertado en el título, parece algo sacado de la edad media, de verdad que me ha sorprendido que eso aparezca en un artículo legislativo. Sobre el tema del aborto en sí, tampoco creo que penalizarlo sea la solución y sobre todo se equivocan al pasar por alto la capacidad intelectual de la mujer. Es decir, si una mujer decide abortar, en la mayoría de los casos, no ha sido una decisión espontánea. No conozco ningún caso en particular, pero en diferentes documentales sale a relucir el hecho de que es una decisión difícil, meditada y tomada con dolor. Un abrazo.
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Como digo siempre (y aclaro en el cuerpo mismo de la entrada), no soy de los que opinan que el aborto debe ser «libre como repartir caramelos»; el tema del aborto es complejo y creo que lo adecuado sería, primero, evitar que se tenga que llegar a ese punto. ¿Cómo? Pues, para empezar, con una sólida y amplia campaña de educación sexual; métodos de prevención, etc. Luego, una vez ante el problema, debemos ser amplios y permisivos, creo que ésa es la actitud más sana. Ante el problema, quien tiene el derecho a la elección es la mujer, aunque, claro está, insisto en que eso no soluciona el problema. Hay casos puntuales donde se hace necesaria otra actitud, hay que tener en cuenta otros aspectos de la ecuación. Pero por el momento hay que legalizarlo y después se verá el problema en toda su profundidad y complejidad.
Un abrazo.
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La mujer ha de ser libre para decidir. Al menos eso debe estar claro. Son tan complejos los casos de embarazo que tal vez si existiera penalización el penado seria seguramente un hombre. Si a la libertad de la mujer. Si al feminismo como contrario al machismo que envuelve todo esto en la sociedad y a la libre decisión de la mujer. Es lo unico.que como mujer se me ocurre decir. Basta ya.
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Como dije en la entrada, el aborto es un tema complejo, en exceso complejo. Hay tantas variantes y tantas variables que se hace necesario un estudio por demás exhaustivo para poder empezar, siquiera, a pensar en el tema en serio. Estamos de acuerdo en que la decisión, en primera instancia, debe ser de la mujer; pero creo que se hace necesaria una profunda y exhaustiva campaña de educación sexual, primero. No comulgo con esa idea de «mi cuerpo, mi decisión», ya que la considero demasiado simplista; pero repito que en primera instancia la acepto hasta que se profundice más en el tema.
El tema del feminismo (sobre el cual también estamos de acuerdo en primera instancia. Dentro de unos días subiré una entrada criticando ciertos aspectos de esta ideología. Sé que muchas personas van a criticarme por ello, pero uno debe ser fiel a lo que considera correcto) también es complejo porque hay demasiados grupos que se arrogan el derecho a llamarse feministas y, sin embargo, son contradictorios entre ellos mismos. Pero ya llegaremos a ese asunto en su momento.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
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Estamos de acuerdo en primera y segunda instancia, lo único que hablabas de aborto y eso es muy personal, ya si te vas a penalizaciones en cuanto a prostitución, mafias etc. Es otro tema y por supuesto una mujer del Siglo XXI que ha luchado por todos los derechos inimaginables ya a mi edad está de acuerdo con las corrientes imperantes en Europa en cuanto a estos delitos. Porque Nadie ha dicho eso de mi cuerpo es mío, por supuesto, sería simplismo como tú dices. Pero está claro que en este mundo la que pare es la mujer, hoy por hoy. Esperaremos con entusiasmo tus opiniones. Y un fuerte abrazo.
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Seguimos de acuerdo, sin duda alguna. También coincidimos en que las posturas más adecuadas son las que se llevan a delante en los países más progresistas de Europa y hacia allí es hacia donde debemos apuntar. La expresión que usé: «mi cuerpo, mi decisión» es una de las tantas que formula cierto feminismo, algo extremista, por cierto.
El tema da para mucho y ya lo iremos desgranando poco a poco.
Un abrazo.
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Un abrazo.
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Soy mujer, hija de una mujer, madre de una mujer. Desde esa posición me parece que a nadie más que la embarazada compete la decisión de si continuar un embarazo o interrumpirlo. Las posturas retrógradas de la buena moral no me sorprenden pero cómo me encabronan, como leo también en tu entrada, querido. De verdad que si no fuera trágico sería cómico.
Abrazos.
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En primera instancia estamos de acuerdo; pero el tema es en exceso complejo como para reducirlo en sus términos. Del mismo modo que no comulgo con la idea de penalizar y estigmatizar a la mujer –tal como hace el gobierno michoacano– tampoco me parece que la expresión «mi cuerpo, mi decisión» sea la panacea de la inteligencia. Repito que en primera instancia estoy de acuerdo con ello, pero el problema también tiene otras variantes y otras variables que hay que tener en cuenta. Hasta que eso ocurra demos como válida esa idea de que la única que tiene injerencia en el asunto es la mujer.
Abrazos.
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Sin duda el asunto es muy complejo y el reduccionismo es, por lo menos, simplista. Discutir el asunto es lo mejor.
Beso.
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Es lo que pienso todo el tiempo en mi país, Chile, donde el aborto está penalizado por ley EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA. De hecho, se está legislando en estos días sobre la posibilidad de despenalizarlo en caso de violación o peligro de vida de la madre… ¡Vivo en la Edad Media!
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¡Qué triste, Cristina! (Lo de Cristina es una suposición, dejémoslo así por el momento). no sabía que eso era así en Chile; creí que la situación era más parecida a la Argentina (en general ambos países suelen ir parejos en aspectos de avances sociales o, debo reconocerlo ahora, eso creía).
Tal como dije en la entrada y tal como repetí a lo largo de los comentarios, creo que el tema del aborto es por demás complejo y reducirlo en sus términos –tanto de uno como del otro lado– es un error grosero. En un primer momento debe ser despenalizado para paliar la problemática ; pero el tema requiere un análisis más profundo.
Un fuerte abrazo y los mejores deseos para un pronto cambio y avance.
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Soy Claudia, Roberto 😉
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¡Mucho gusto, Claudia!
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Nada de abortos si hay medios para evitarlos, pero si está presente por mutiles circunstancias y no es deseado, hay que evitarlo. La madre es dueña y señora de su cuerpo, siempre y cuando se encuentre dentro de las primeras semanas y hecho por personal capacitado. Por supuesto la madre en cuestión debe de ser concientizada acerca del aborto y ponerla en un programa de control de la fertilidad.
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Tocas un tema fundamental, Rubén; el cual tocaré en algún momento pero al que tuve que dejar de lado en esta entrada ya que no era el asunto principal. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices: «Nada de abortos si hay medios para evitarlos». Es de eso de lo que hablo cuando digo que el tema del aborto es por demás complejo y que reducirlo con frases como «Mi cuerpo, mi decisión» es absurdo, además de que no nos ayuda a avanzar en el tema. Primero la educación y la conciencia; es decir: primero creemos todo lo necesario para que nadie se embarace si así no lo desea; luego veremos cada caso en particular.
Claro está, ante la problemática actual, el aborto no debe ser penalizado ni la mujer estigmatizada. Y el tema debe seguir siendo investigado y discutido.
Saludos.
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El grave problema es que hasta el miso diablo se calienta y suceden las cosas. Decía a mis alumnas si de esas se encuentran en la Disco al hombre araña o Superman. a poco les dirán que NO- O en el caso de los muchachos, peor. Por eso lleven en sus bolsas condondes a como de lugar, vale ante la salud, la salud es primero. Un embarazo no deseado o bien un sida Etc, es para sufrirlo siempre. Abrazo
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Seguimos en sintonía, Rubén. Me agrada eso porque a veces siento que me es difícil hacerme explicar (¡cuando es tan sencilla la cuestión!); sobre todo con algunas mujeres, claro está.
Si hay modos de prevenir un embarazo no deseado –y vaya si hay maneras en el Siglo XXI– el aborto debería quedar reducido a casos particulares.
Un abrazo.
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Los que te refiero. Fiebre cuantiosa en un momento inesperado de la pareja. » Qué querías que hiciera, era lña princesa azul que me decía. » o es ahora o nunca» «pero tu eres médico, tienes cincuenta años , se supone tienes fortaleza para saber decir no, como es posible que no te hayas detenido detenido» fue un momento de exaltación donde lo que importaba era estar con la mujer deseada. Te lo digo porque de esos casos hay muchos, Todo un tema. El otro es el machismo de algunos varones que se meten con quien sea , valiéndoles madre y eso incluye a los bisexuales, que contaminan su pareja. Todo un tema, sigue ilustrando – Abzos
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Esto suena a moral de quita y pon y de cara a la fachada. Las leyes siempre se dictan para los pobres. Si una mujer rica se queda embarazada y decide abortar, no tiene más que marcharse a otro país y problema resuelto.
Es terrible esa manía que tienen los gobernantes de querer comportarse como padres ante hijos menores de edad (se creen que los gobernados somos, como mínimo, idiotas) en lugar de como servidores del pueblo.
Una educación sexual de calidad en las escuelas evitaría muchos problemas. Ante casos de mal formación la decisión debería estar, única y exclusivamente, en manos de la persona que deberá sacar a delante a ese ser.
Finalmente, y en última instancia, cualquier caso de aborto debe dirimirlo la mujer, porque se habla de aborto como si de unas vacaciones se tratara cuando es una decisión terrible cuyas consecuencias durarán toda la vida. Tomar la decisión de abortar no debe ser fácil, pero los políticos lo enfocan como aquel que lo hace a diario.
En fin, dejo aquí un tema delicado que levanta ampollas y que, desde mi punto de vista, los gobiernos nunca tratan como es debido.
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Eso fue lo primero que me llamó la atención: el desparpajo con el que estos gobernantes se apoderan de la cosa pública y dirigen a sus gobernados como si fueran niños. Claro, estos gobernantes son los primeros en negarse a una educación sexual amplia y plena (¿Qué tan enfermos están que consideran de este modo tan retrógrado a algo tan natural y maravilloso como el sexo?).
Aquí, en México, hay otro absurdo. Una mujer no tiene que irse a otro país ¡Sólo debe ir a la capital! Sí, a 400 kilómetros de aquí el aborto es legal ¿Cómo entender tamaño despropósito?
Un abrazo.
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En este caso, 400 kilómetros es como un viaje a otra mentalidad.
Estos dirigentes-caciques siguen pensando que son los dueños del terruño.
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