Para modernos, los clásicos

Las suplicantes

Las suplicantes

Leo una obra de teatro. En ella dos hermanos se enfrentan (uno defiende a su ciudad, el otro la tiene sitiada) y se dan muerte mutuamente. Los líderes de la ciudad deciden enterrar con honores a uno de ellos mientras que al otro lo condenan a ser arrojado fuera de la ciudad para que se lo coman los animales salvajes. Su hermana se opone y, contra todo consejo, decide enterrarlo, a pesar de que ello puede acarrearle una dolorosa pena. Me gusta mucho esa “vuelta de tuerca”. Me gusta mucho esa mujer que se opone a todo el espectro político (luego, varias mujeres la apoyarán en esa decisión).

Leo otra obra del mismo autor. En ésta, la visión feminista es más marcada. Un grupo de muchachas, las que quieren ser desposadas a la fuerza, huye de su país y busca refugio en un país vecino. Allí son acogidas y protegidas contra lo que se considera como un abuso de fuerza por parte de los hombres. Incluso el consejo reunido para ver si se les brinda ese refugio decide, también, dejar en claro que cualquier persona que dañe o someta a cualquiera de estas muchachas será duramente castigado.

SEVEN AGAINST THEBES - 2016 Thessalonik1i

Siete contra Tebas

Lo que más me maravilla es que esas dos obras, tan modernas en cuanto a temática, fueron escritas hace dos mil quinientos años. Se tratan, respectivamente, de Siete contra Tebas y Las suplicantes, de Esquilo. Acabo de comprar un volumen de sus Tragedias y no puedo dejar la lectura, maravillado por la riqueza de sus temas y la profunda humanidad con la que trata uno de los asuntos más complejos del alma humana: el poder y sus consecuencias.

Como dijo alguien bien informado: Para modernos, los clásicos. ¡Loor a Zeus!

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12 comentarios el “Para modernos, los clásicos

  1. luluviajera dice:

    Por eso, hablar tanto del feminismo sólo como contra del «machismo» parece una exageración. Por una parte, la mujer lucha por sus propia libertad al querer enterrar a su hermano en contra de los políticos de esa época; por otra, también los hombre defienden esas mismas libertades al defender a las mujeres y no dejar que nadie les hiciera daño. Como lo pones en el ejemplo de las tragedias, hay gente que pelea por el bien general en ambos bandos. Me gustó mucho.

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Creo que la semana que viene tocaré alguno de esos temas; espero que se entienda bien lo que quiero decir, aunque supongo que seré objeto de muchas críticas. Ya veremos qué pasa. Estoy de acuerdo en lo que dices, en que hay aspectos que son exagerados cuando si así no fuesen serían por demás válidos y dignos de apoyo.

      Un abrazo.

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  2. Shira Shaman dice:

    Me has recordado cuando tomé clases de teatro hace algunos ayeres y empezábamos estudiando a los clásicos griegos y las tragedias, el maestro nos decía que para hacer una buena comedia debíamos iniciar actuando tragedias. Es delicioso leer esos textos y descubrir lo actuales que pueden resultar. Esa colección es una maravilla, lo malo es que vuela. Hoy al convivir con la Dra. Perdomo volví a entender que el ritual de una buena lectura siempre será el preámbulo de una buena escritura, lo clásico nos sorprende en esta modernidad líquida. Abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Tocas varios puntos, Shira; el principal es que sí, esos textos son más actuales de lo que solíamos pensar; lo cual nos abre a varios otros puntos que son importantes: la visión que tenemos del pasado, el desconocimiento de la historia, nuestro propio egocentrismo, etc. Un punto no menor que tocas es lo que dices en referencia a Teresa Perdomo: una buena lectura es el preámbulo (es decir, es fundamental) para una buena escritura.
      Gracias por tu comentario.

      Un abrazo.

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  3. Javi B. dice:

    No sabía de estas obras y me asombra, por desconocimiento mío de las mismas, lo actuales que resultan en cuanto a temática y valores. Todo un descubrimiento. Me ha gustado mucho esta entrada.

    Un abrazo y buen fin de semana.

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    • Borgeano dice:

      Muchas gracias, Javi; yo las conocía «de oídas», pero nunca pensé que su lectura me iba a resultar tan grata. No es que sean sencillas de leer, pero tampoco son tan complejas como para ser inaccesibles.
      La verdad es que había pensado escribir sobre ellas desde otro ángulo (ya que la lectura que hago yo en el Siglo XXI no es la misma –ni puede serla– que la que hacían los griegos en su momento; pero la pasión me llevó a escribir de inmediato lo que leíste allí arriba y así quedó.

      Un abrazo y buen fin de semana para ti.

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  4. artenguerraypaz dice:

    Reblogueó esto en Arte en guerra y paz.

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  5. Pues sí. Nada nuevo. Como decía mi profesor de filosofía en COU, todo está ya dicho por los presocráticos…
    El fin de semana pasado ví varios fragmentos de obras de Lorca. Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba… las mismas tragedias. El tiempo pasa pero la humanidad seguímos siendo los mismos bárbaros.

    Un fuerte abrazo

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    • Borgeano dice:

      Conocía estas obras «de oídas», como suele decirse. Tenía un mejor conocimiento de los filósofos antiguos que de los dramaturgos, pero ahora, aprovechando que Gredos está editando una excelente colección a un precio muy bajo, me voy a despachar a toda la antigua Grecia en un tiempo razonable.
      Y sí, lamentablemente seguimos siendo los mismo bárbaros.

      Un fuerte abrazo.

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  6. […] a través de Para modernos, los clásicos — El Blog de Arena […]

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  7. […] y releer un poco esa tragedia (la única que se conserva completa de Esquilo). No hace mucho hablé de ese libro y también releí esa torpe […]

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