Lo igual desigual

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Cuando hace unos días viajé a San Miguel de Allende me encontré con que la empresa Primera Plus ofrece un servicio por demás particular: asientos exclusivos para mujeres. Así es; parece ser que los primeros ocho asientos del autobús son exclusivos para mujeres que no quieren viajar sentadas al lado de un hombre.
El feminismo desbocado o ultrafeminismo o como quiera que se llame esa variante del feminismo clásico (el único válido) ha logrado responder a la violencia masculina con otra violencia y, en lugar de luchar por lo que corresponde, es decir, por la igualdad entre los géneros, responde con una desigualdad igual a la que pretende o dice combatir.
Para ser sinceros, me importa poco que los mejores asientos se los quede un grupo determinado de personas, sea éste cual fuere. Lo que me importa es que el vehículo me lleve del punto A al punto B y en ese sentido todos salimos al mismo tiempo y llegamos al mismo tiempo a destino; pero hay un par de puntos que no puedo obviar:

#Es, sencillamente, injusto. Cuando se habla de un estado de igualdad no puede haber, por lógica intrínseca, beneficios para un grupo por sobre otro.

#Es ilógico. Que cualquier mujer pida ser separada de cualquier hombre (independientemente de las virtudes y defectos de cada uno de ellos) lleva implícita la idea de que toda mujer es víctima y todo hombre es victimario.

#Es discriminatorio. Que a las mujeres se les asignen asientos reservados para su protección implica, entonces, que todos los hombres que viajamos allí somos delincuentes o posibles delincuentes.

#El punto anterior contradice el principio legal de presunción de inocencia. Que una mujer me señale o señale a cualquier otro hombre y pida ser alejado de él porque simplemente es un hombre, es inmoral.

Como corolario, y para demostrar lo absurdo de todo esto, podemos pensar la misma idea pero planteada para cualquiera que se arrogue el derecho a sentirse molesto por cualquier otro grupo. Supongamos que un grupo de hombres exigiera asientos exclusivos lejos de cualquier mujer (ser misógino es idiota, pero no es un delito); o un grupo que quiere asientos lejos de los homosexuales o de los judíos o de los negros o… ¿Se entiende el punto?
Del mismo modo en que no se termina con el canibalismo comiéndose al caníbal, no se termina con la desigualdad creando más desigualdad.

41 comentarios el “Lo igual desigual

  1. luluviajera dice:

    Estoy en total de acuerdo, aunque yo sea mujer. He estado viajado bastante en transportes que llevan por igual hombres y mujeres y no me a tocado ver nada malo. Por lo tanto, para mí, sí hay hombres bien educados; aunque por supuesto que hay de todo en la viña del señor, tampoco voy a caer en el facilismo ni de uno ni del otro lado. En lo que respecta a mí en particular, tengo hijos varones y bien educados que están, no se puede meter a todos en la misma bolsa; ellos saben cómo respetar y hacerte respetar. De seguir así, creando este tipo de diferencias, lo que sucederá es que viviremos en una sociedad que en vez ser mejor sea cada vez más polarizada; y eso es una pena. Gracias por esa entrada; es un muy buen tema, aunque controversial, como muchos de los que compartes.

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Creo que el tema pasa, como dices, por no polarizar las culpas ni las victimizaciones. Sé, soy muy consciente de ello, de que el hombre ha sido el que en general ha ejercido más violencia contra la mujer, pero no por ello vamos ahora a invertir los términos en honor a una falsa ecuanimidad. Sé, también, que el tema es delicado, pero mis argumentos apuntan a un debate sobre los aspectos generales del asunto, no a los particulares.
      Gracias por tu comentario.

      Un abrazo.

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  2. Shira Shaman dice:

    Por siglos a la mujer se le ha relegado de trabajos, templos o lugares algunas veces por considerarlas «impuras» no me quiero centrar en algunas religiones que son misóginas, ese es un tema álgido y conozco tu punto de vista, centrándome en los lugares de un autobús me parece buena idea, yo misma he tenido que viajar con individuos que creen que es más valioso lo que tienen entre las piernas que su sentido común,respeto o educación, ni qué decir de subirte al metro en hora pico en un vagón de hombres, se necesitaría ser muy valiente o estar ansiosa de caricias lascivas, desgraciadamente en país abundan los gandallas, los mal educados y los aprovechados, aunque no sean todos es una triste realidad que debo reconocer, ojalá no fuera así y que hombres y mujeres pudiéramos convivir en igualdad de condiciones, mientras eso ocurre: yo viajo en el vagón de damas (eso si aguas con los empujones, las mujeres también pueden tornarse violentas) 😂

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    • Borgeano dice:

      En tu comentario hay, al menos, dos aspectos: uno es el papel al que ha sido relegada la mujer a lo largo de la historia; tema sobre el que estoy de acuerdo pero que no trato aquí y que tampoco sirve para justificar un beneficio hoy.
      el segundo tema es puntualmente el caso de los viajes y de compartir el espacio común. no creo que sea justo comparar el metro con un viaje de larga distancia; de ninguna manera estoy victimizando a los hombres, lejos de mí esa idea; sé que los degenerados existen y que no son pocos, así que no soy yo quien vaya a defender a los imbéciles que se creen que la mujer es un objeto por el solo hecho de ser mujer. A lo que apunto en la entrada es al tema general de las diferencias; no a los casos particulares; si hiciéramos eso nunca llegaríamos a un acuerdo (cualquier hombre con un pasado de violencia ejercida por una mujer –que las hay las hay, hablando de historias conocidas– podría entonces «argumentar» en contra de las mujeres. Es obvio que coloco el término «argumentar» entre comillas porque no es un válido en estos casos).
      Lamentablemente creo que los puntos que detallé en la entrada siguen siendo válidos. no puede acusarse a una persona del delito que haya cometido otra; y mucho menos de manera preventiva. (Alejémonos de los alemanes ¡podrían ser nazis! Bien sabes que a mí, en Perú, me robaron (no sé si hombre o mujer), cuatrocientos dólares y mi tarjeta de crédito ¿debería alejarme por eso de todos los peruanos?
      Históricamente a la mujer se la violento porque ciertos hombres consideraban –Prima Facie– (cursivas) que tenían algún defecto o alguna falta. Considerar ahora que los hombres –prima Facie– (cursivas) tienen ciertos defecto o falta, es igual de injusto. Es obvio que la solución al problema corre por otros carriles. Que esta solución no sea sencilla, es harina de otro costal. Por lo pronto mantengo mi punto de que es ridículo hablar de justicia al mismo que se sostienen cuestiones injustas.

      Un abrazo.

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  3. Desgraciadamente, Borgeano, tu teoría sería cierta si el mundo funcionase como debe. Pero la realidad es que las mujeres seguimos siendo víctimas de una panda de descerebrados que no son todos los hombres (menos mal), pero que si son abundantes o están por todas partes. Yo he vivido situaciones de humillación en autobús y en tren, y me considero fuerte y moderna, y seguiré sentándome con la normalidad que requiere la convivencia, pero ante el ultraje ya no es sólo la inseguridad y la vergüenza lo que hacen que se pidan asientos de mujeres, es que se pasa muy mal cuando te sucede porque cualquier reacción es censurada. A mi me han llegado a echar del vagón del tren porque cuando el «señor» sentado a mi lado se sobrepasó mientras yo estaba dormida, y al despertarme de repente le solté una bofetada y le llamé de todo, ¿sabes porqué me echaron el resto de los pasajeros? porque yo era una golfa y le había provocado, y me llamaron de todo y me sacaron de allí. Y me tuve que quedar en el pasillo y en el bar hasta que el revisor me dejó un lugar en su cabina, con el mismo pavor de estar sola en la cabina de «otro señor» que era el revisor, y que por suerte era un caballero y no entró en todo el viaje más que a preguntarme si estaba bien y llevarme tila y galletas. El mundo no funciona como debe y hay mujeres que por más débiles, porque ya han sufrido bastante, por evitar situaciones, por vivir tranquilas, necesitan esa protección. Hasta que sea real la igualdad, la desigualdad a veces, se soluciona con desigualdad.. Y esto que te cuento se vive a diario.

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    • Borgeano dice:

      Mónica, lo mío no es una teoría, sino tan sólo un análisis puramente lógico de una situación. Sé que la lógica por sí sola no soluciona estos asuntos y ni siquiera la propongo como tal, pero la lógica debe ser usada como parte integral en la búsqueda de la solución y, la verdad es que no la he visto aplicada en ningún lado, de allí que eso que vi en mi viaje me haya motivado a escribir la entrada.
      Por otra parte, sé que tienes razón en lo que dices; como le dije a Shira allí arriba, sé muy bien que hay muchos imbéciles (por decirlo de un modo suave) dando vueltas por todos lados pero, insisto, no es tomando determinaciones grupales como se ejerce la justicia (¿hace falta ir a al historia y ver lo que sucedió cuando un grupo se arrogó derechos por sobre otros?).
      Lamentablemente, estos temas deben tratarse con la frialdad y la distancia que les corresponde; no podemos tratar casos particulares como generales porque no saldríamos más del atolladero; el tema debe ser pensado como un problema general y eso es lo que he intentado hacer. En Ciudad de México, en el metro, hay vagones exclusivos para mujeres y me parece bien que así sea (insisto, soy consciente de la problemática y de lo que sufren las mujeres) pero en un autobús de larga distancia creo exagerado que se tomen esas precauciones. El problema que veo aquí es que se generaliza, y eso siempre trae consecuencias negativas. Insisto en los puntos finales de mi entrada: si un grupo pretende y obtiene beneficios por sobre otro ¿qué impide que un nuevo grupo –cualquiera sea éste y sus motivaciones– exija también prerrogativas para sí?
      Sé que el mundo no funciona como debe ¡y mira que tenemos ejemplos de ello! Pero no es haciendo las cosas mal como llegaremos a hacer el bien.

      Un abrazo.

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  4. Te aseguro que ser mujer en este mundo es muy duro.

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    • Borgeano dice:

      Mi querida Mónica, soy un feminista de vieja data; sé que las mujeres no la pasan bien y demás; pero mi norte está puesto, antes que eso, en la justicia en sí, de lo contrario no creo que pudiera luchar con honradez. En esta entrada apunto, más que nada a los excesos de cierto feminismo (que no todos los grupos son iguales, eso supongo que también lo sabemos). Como dato accesorio, ayer vi un comentario que decía «Oye, que es una mujer y a una mujer no se la critica». Es contra esos excesos que intento pelear y esto es sólo pensamiento; de ninguna manera pretendo una acción en contra. Lo dije en la entrada: no me molesta que las mujeres tengan asientos para ellas solas, pero eso está mal; eso es todo.
      Insisto en que la reducción al absurdo es la mejor manera para probar que esto es ilógico. ¿Qué sucederá cuando las mujeres pidan asientos exclusivos en un restaurant, en el cine, en el avión, en la cola del banco, etc? ¿Crees que exagero? Hay feministas, como Julie Bindel, que proponen encerrar a los hombres –a TODOS los hombres– en campos y que las mujeres, cuando quieran verlos, pueden retirarlos por un fin de semana y devolverlos el lunes (como si fueran libros en una biblioteca, declara; y no habla sólo de esposos, sino también de hijos).
      Es decir: trato de pensar en el tema siendo consciente de que las mujeres no la tienen fácil; de eso no cabe ninguna duda.

      Un fuerte (y casto) abrazo.

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      • Lo bueno de tu entrada, es que generas un debate necesario para que pensemos y evaluemos estos temas que son necesarios para construir en igualdad.

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      • Borgeano dice:

        Esa es mi modesta idea, Mónica; debatir y, sobre todo, pensar. So lo hacemos bien (y el único modo de trabajar en los asuntos del pensamiento es hundiendo los pies en el barro) saldremos fortalecidos y también la sociedad que nos rodea (aunque no piense por sí misma).
        Gracias por sumarte al modesto punto de partida de quien esto comienza.

        Abrazo.

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  5. El resumen de este tema es sencillo: «La violencia genera violencia». Fin. Puedes establecer cualquier paralelismo y acertarás.

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  6. leodelatorre dice:

    Eso es discriminación… «positiva» la llaman algun@s.
    Saludos

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    • Borgeano dice:

      Exacto; y como toda discriminación, es ilegal, inmoral y absurda. Sé que el problema existe y que algo hay que hacer al respecto; ahora, generalizar es la salida más fácil y también la más errónea. Y eso es lo que hizo esta empresa.

      Un abrazo.

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  7. Es igual que para el idioma.
    Quieren agredir las normas.
    Aqui el defensor del vecino cambia el nombre por defensor de vecinos y vecinas.
    Uruguayos y Uruguayas.
    En cualquier momento reaccionamos y que el policía hombre sea policío.
    No se trata de rebajar, somos distintos, pero no inferiores.
    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      El tema del sexismo en el idioma es más que ridículo; totalmente absurdo. sin embargo, por allí vez gente hablando de Todxs y de, como tú dices, de vecinos y vecinas y demás tonterías. Creo que lo único que se logra con estas cosas es mediocratizar todo; hacer que todo se vuelva apto para el que no piensa y no quiere pensar. Y así piensan crear un mundo mejor…

      un abrazo.

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  8. Martes de cuento dice:

    Sí y no.
    Sí entiendo tu postura y estoy de acuerdo en que las cosas se deberían solucionar en profundidad (educación) y no superficialmente y que cualquier generalización es mala.
    Pero no, porque no en todos los seres humanos el cerebro se ha desarrollado por igual y hay quien piensa todavía que la mujer puede ser objeto de uso indiscriminado. No es atípico sentarse en el transporte público y tener al lado un energúmeno con las piernas abiertas que te obliga a sentarte de lado. Y esa es una de las menores violencias de trato a las que las mujeres estamos habituadas en los países, digamos, menos machistas.
    Tema muy complicado y con infinidad de matices. A veces, el ser humano es tan tonto que necesita leyes para aprender a respetar a su prójimo, en este caso prójima. Pero también es seguro que hay quien no las necesita porque su cerebro funciona perfectamente 😉

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    • Borgeano dice:

      insisto en un punto que considero fundamental para comenzar a discutir el tema: tratar temas de índole personal no nos llevará a ninguna solución (se lo dije más arriba a ShiraShaman y a Mónica). Sé, soy plenamente consciente de ello, que hay muchos muchísimos imbéciles dando vueltas por allí, pero no por eso podemos generalizar esa crítica a todo un grupo. ¿o no hay mujeres groseras también? Sería tonto que yo me aferrara a un ejemplo de ello para estigmatizar a todas las mujeres (eso es lo que hace el machismo retrógrado, claro está; ahora, si esto está mal ¿no está mal que otro grupo haga exactamente lo mismo?). Ayer leí lo siguiente: «¡Oye, que es una mujer y a las mujeres no se las critica!» ¿Ves el absurdo? Si se sigue así se llega a un punto ridículo de injusticia y estupidez. Es por eso que se debe pensar el tema en términos abstractos, no particulares.
      Otro ejemplo (real) de la estupidez del anti-pensamiento: Una mujer con una cartel que dice «Tu mirada me cosifica» y al lado otra con un cartel que dice «Tu desinterés me violenta». ¿Qué diablos podemos hacer ante esto? Cualquier actitud que tomemos será incorrecta…

      Un abrazo y gracias por tu comentario en un tema tan espinoso como este.

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      • Martes de cuento dice:

        Está claro que el problema no está en ser hombre o mujer, blanco o negro, judío o cristiano, gordo o flaco… Bajo mi punto de vista el problema radica en la tontería y en la ignorancia y como la tontería humana es un mal que, por desgracia, parece que no vamos a erradicar en los próximos tres mil doscientos cuatro años y la ignorancia parece que hoy en día es un valor añadido. Por tanto, creo que lo único que podemos hacer es tomarlo con filosofía 😉
        Yo, por mi parte, seguiré yendo a contracorriente y en mis cuentos saldrán tanto princesas como mujeres aguerridas, que es como debería ser: poder elegir ser cada uno lo que quisiera y que los demás lo respetaran.

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    • Lu_Folino dice:

      Tampoco es extraño ver en un bar, en un hotel, o por la calle, una chica o una señora acercándose a un caballero ofertando tener sexo delante de su mujer y sus hijos. No me lo contaron, lo vi con mis propios ojos.
      Si luchamos por la igualdad, seamos nosotras quienes nos defendamos y no esperemos que venga un policía hombre a detenerlo. Si es en un lugar público recibiremos mucha ayuda. Si es un sitio privado: tomemos precauciones, por favor.
      Lamento desilusionarte: el cerebro no distingue por sexos para funcionar bien o mal.

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      • Borgeano dice:

        Ése es un punto central, Lu: el cerebro no distingue sexos para funcionar bien o mal; exacto. Pero es algo que no me es posible hacerles entender. Hay (y hasta avergüenza tener que decir una cosa tan obvia) buenas y malas personas en ambos géneros; de allí que este tipo de sexismo es dañino incluso hasta para las propias mujeres, ya que lo que hace es añadir leña al fuego.

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      • Lu_Folino dice:

        No hay que sentir vergüenza por decir la verdad. Las generalizaciones son falaces. Si te cuesta a vos que sos hombre, porque te acusan de machista, imaginate lo que dicen cuando una mujer les plantea la postura del justo medio. Enloquecen y de ahí a que a las mujeres se nos tilde de histéricas hay un solo paso.

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      • Lu_Folino dice:

        Quien sabe si estas señoras no son pagadas por el poder político para hacer estos aspavientos y perjudicar la posibilidad cierta de alcanzar una igualdad comprometida.
        Un abrazo.

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      • Martes de cuento dice:

        🙂 Creo que nos has leído con atención mi comentarios o yo no me expresado con la suficiente claridad.
        Está claro que la tontería, la mala educación y la grosería son males asexuados.
        El problema no radica ahí. Como he dicho, es un tema complicado y hace falta algo más que defenderse o tomar precauciones. El cambio debe ser más profundo y, bajo mi punto de vista, empieza por la educación, las leyes y en mejorar todo lo público y obligatorio porque, como he dicho, hay gente tan corta que si no es «porque se ha de hacer, no lo hace y, en muchos casos, ni así».
        En La India, por ejemplo, es frecuente la violación en grupos, si hubiera transporte público exclusivo para mujeres quizá se adelantaría algo. Después ya vendría el discurso feminista, pero si no empezamos por «obligar» a los que no son capaces de pensar no avanzaremos.
        En cuanto a la que ofrece sexo, ¿qué es peor, ofrecer sexo o pagar por él incluso si se trata de niños? Quién es más culpable, ¿el que se ve obligado a venderse para comer o el que tiene dinero para pagar la degradación ajena.
        Nada es tan sencillo y Borgeano ha tratado un tema complicadísimo que es posible defender desde muchos ángulos y, seguramente, desde todos ellos tendremos razón, porque creo que depende más de las personas y de los países que nos imaginemos que están en juego que de la historia en sí.
        Desengáñate, las mujeres solas no haremos nada, el cambio ha de venir por la modificación de las mentalidades y eso, en muchos casos, o se hace por ley o es imposible hacerlo.

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  9. Lu_Folino dice:

    Y eso porque no hablamos del planteo que se hace sobre la procedencia del piropo. Es triste ver cómo chicas jóvenes solo ven agresión o lascivia donde hay un acto de caballerosidad en reconocimiento de la belleza. Es tan loca la pretensión de eliminarlos (es cierto que algunos son infamantes y que deben evitarse) que habría preferido la libertad de poder decirlos con libertad también a los hombres.
    Uno se hace respetar desde la actitud, no por la convención políticamente correcta que por lo que estamos viendo, no ofrece garantías para nadie y cada día hay más y más violencia de género. Conozco casos en los que la víctima es un hombre. ¿Qué responder a eso?

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    • Borgeano dice:

      Tocas un tema central y más que adecuado, Lu; y me alegra muchísimo que lo haga una mujer. Uno de los temas que suelen llamarme la atención cuando se discuten estos temas es cómo diablos harán estas personas para conocer a alguien o para encontrar pareja, cuando todo parece molestarles o ser motivo de agresión. Es claro que una mirada lasciva o un piropo grosero no son la herramienta adecuada y aquí nadie las está defendiendo (de hecho, una piropo grosero no es un piropo por definición. Una grosería es una grosería y punto). Creo que estos extremismos está haciendo que se pierda algo tan encantador y rico como el juego de seducción, donde ambas partes (hombres y mujeres, no sólo los hombres) exponen y esconden sus encantos en un juego galante que no hace otra cosa más que excitar y encantar al otro, dicho esto en el mejor de los términos. Expresiones como «tu mirada me cosifica» me parecen el epítome de la torpeza y de la falsedad ¿Cómo pretenden que las personas se acerquen unos a los otros? ¿De espalda? Es ridículo.
      Claro que estamos de acuerdo en que hay que evitar todo acto grosero o violento, pero la sensualidad, la seducción, el erotismo son parte fundamental y riquísima de la experiencia humana y es una pena que muchas personas se lo pierdan por una tontería de corrección política.
      Por último, lo que dices de la violencia que sufren algunos hombres (aunque sean una minoría) no es algo menor, pero preferí no tocar ese tema porque iba a ser demasiado para una sola entrada.

      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

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      • Lu_Folino dice:

        Mejor dicho imposible: Una grosería no es un piropo.
        También es cierto que los extremismos están digitados desde el poder político. Hace tiempo esbocé la teoría de la necesidad de sodomizar al varón (un acto de gran violencia física considerado aisladamente) y en cierto modo creado conciencia de (tapate los oídos porque voy a ser políticamente vituperable) la facilidad y felicidad con la que admiten la penetración como acto amoroso (iba a decir algo más explícito pero me detuve a tiempo).

        Hace un siglo lo malo era fumar cigarrillos de nicotina. Sin embargo la publicidad y el cine, los cultores de la imagen que ofrecía el cigarrillo (varonil en los hombres, explícitamente audaz en las mujeres) fomentaba ese gran negocio perjudicial para la salud.

        Después pasó lo mismo con las drogas duras. El rock, que como música está muy bien pero como mensaje «satánico» de sexo, drogas, rock and roll trajo de la mano promiscuidad y muerte a mi generación. Ahora, ocurre lo mismo con la homosexualidad, las parejas de más de dos, las variantes de cualquier índole que se te ocurra. Están no solo permitidas esas prácticas -cada cual es dueño de su destino- sino que fomentadas desde el arte, el mercadeo y el fomento de la conciencia infanto-juvenil. Pareciera que solo son capaces de tener sentimientos recíprocos las personas del mismo sexo. Para el resto de los mortales sería cursilería cuando no síndrome de Estocolmo por la soledad ante el acosador victimario. Las películas de Almodóvar son geniales porque nos muestran ese límite difuso entre lo bueno y lo malo, con un arte deslumbrante.

        Muchas de las personas que hablan de cosificación son desubicadas. En la cultura de la imagen sabemos lo que significa un desnudo. Sabemos que a la playa uno va a tomar sol y a disfrutar del mar, y está bien, no pasa nada si ves a alguien con poca o ninguna ropa, pero ¿qué significan las selfies de chicas y chicos en posiciones más cercanas al porno que a la exhibición ingenua?

        La gente no se casa porque es obsoleto, pero por razones de mostrar una progresía de la que carecen, se hicieron marchas de orgullo gay multitudinarias. El motivo: conseguir la ley de matrimonio igualitario. Perfecto. ¿Pero por qué los heteros dejan de casarse y «se van a vivir juntos»? Nadie lo puede explicar. Dicen que es el fracaso de la institución jurídica. No se mide con la misma vara, parece.

        Sabemos que existen y se toleran los prostíbulos, las aplicaciones virtuales para tener sexo libre, sin implicación afectiva están en el orden del día y nos rasgamos las vestiduras cuando desaparecen niñas, hay menores violados por ausencia de mirada parental y cuando matan a las parejas para ocultar delitos escabrosos?

        Hace unos días vimos los diarios inundados con la diferencia de edad entre Macron y su esposa. Si fuera a la inversa: lo habrían felicitado. De ahí a que un señor de mi edad tenga una novia cuarenta años menor y pasar a ser víctima de cuernos y bochornos hay un pequeño paso.

        Estoy de acuerdo contigo. Reducir el erotismo, la sensualidad, el deseo es lo que se pretende. Quitarnos la humanidad para dar paso a la robótica. Quien mejor controla sabe lo que se debe hacer para evitar sublevaciones. Hoy Werther no sería un suicida sino que le habrían aplicado la pena de muerte -y mira que me disgustan los señores que persiguen a sus musas- pero no exageremos. Romeo estaría en prisión por perversión de menores y la psicóloga le diría que la culpa la tiene ella porque no ha experimentado sus fantasías sexuales y no se mataría por amor, pero tampoco creo que sería feliz con su nueva vida. Lo cual implicaría dos o tres años más de sesiones pagas. Y hay que cancelar la hipoteca. No sea cosa que se pierda el cliente. Perdón… el paciente.

        Un gusto leerte.
        Lu

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  10. Puede que no sea la mejor manera de atajar el problema, pero en este caso, mientras se dan pasos en busca de solucionarlo, si que estoy a favor de la «Discriminación positiva».

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      En parte estoy de acuerdo, claro; lo dije en la entrada (no me molesta que ellas tengan esos asientos) y también se lo dije a Shira; estoy de acuerdo en que mientras se busca una solución al problema hay que paliar la situación como sea; pero hay dos cosas aquí: la primera es que no veo que se esté buscando una solución y tengo la sensación de que ésta es, para muchos, la solución. El segundo asunto es meramente intelectual, a lo que apunto es que no podemos hablar de igualdad cuando creamos más desigualdad. A veces empezar por el lenguaje es un buen punto de partida, de lo contrario las frases bonitas pueden hacernos creer que estamos en el camino correcto. Lo mismo me sucede con la expresión «Discriminación positiva»; eso es una contradicción en los términos, ya que no puede haber algo que sea discriminatorio y positivo al mismo tiempo.

      Un abrazo.

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      • En esa parte de reprobación a la traición al lenguaje sí que estoy de acuerdo contigo, como con ciertas decisiones cercenadoras de la verdadera igualdad. Al igual, que ciertos neologismos no me gustan nada y buscaría términos más certeros que no embrollen y aúnen contradicciones, también preferiría arranques legislativos, educativos y sociales para mejorar las cosas que crear oasis dentro de las misma indignidad, pero en tanto que unas cosas y otras llegan, y aunque no me gusten del todo, adopto como buenos estos feos parches.
        Un abrazo.

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      • Borgeano dice:

        Sí, el tema del lenguaje es complejo y cada día lo complican más con neologismos torpes o con usos ambiguos de términos que ya eran precisos.
        Y estamos de acuerdo en que sería más que necesaria una actitud fuerte desde los estratos del poder, pero parece que por allí tampoco hay muchas ganas de hacer nada. Por el momento, sigamos batallando con los dragones que se nos cruzan cada día.
        Abrazo.

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  11. lolacarrotblog dice:

    Buenas tardes, esta vez estoy en desacuerdo (en parte). Si me basara en ese cartel y en mi ideología, podría estar de acuerdo contigo puesto que es «lo que debería ser» pero si me baso en mi experiencia como mujer que ha estado dos años haciendo el trayecto Valencia-Madrid cada fin de semana, la opinión es muy diferente. Alguna mujer te ha comentado que ha viajado y no ha tenido ningún percance, suerte la suya, pues en mi caso sí los he tenido. A veces solo son miradas (todo el mundo es libre de mirar o observar lo que quiera, de acuerdo, pero puede ser muy muy incómodo notar la mirada de alguien clavada en ti todo un viaje) otras veces han intentado iniciar una conversación conmigo y yo muy educadamente he decidido iniciarla, igual que la iniciaría con una mujer, pero en algún punto de la conversación siempre (SIEMPRE, SIEMPRE Y SIEMPRE) se ha visto el propósito que tenía esa persona, que no era otro que flirtear. Yo he tenido multitud de experiencias que podría relatar y lo cierto es que aunque no me guste la idea y el por qué, como medida preventiva es fenomenal (Ya me hubiera gustado a mí poder huir a uno de esos asientos en algunas situaciones). Por otra parte cuando estuve en Japón, me impresionó mucho ver vagones de metro enteros exclusivos para mujeres pero una vez empecé a conocer las razones e incluso viví un par de situaciones…lo entendí perfectamente. Es triste que sea necesario pero desgraciadamente, hoy mismo, lo es.

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    • Borgeano dice:

      Estimada Lola; tal como he respondido a otros comentarios en esta misma entrada, de ninguna manera estoy defendiendo la conducta de esos animales que aprovechan el aglomeramiento de un metro para tocar a una mujer. Por supuesto que esa actitud merece todo mi repudio y es por eso que estoy de acuerdo en que haya vagones exclusivos para mujeres. Pero el motivo de la entrada de mi blog no es el metro en sí ni tampoco los casos personales; porque de lo contrario no saldríamos más del atolladero, ya que ambos lados tienen casos podrían presentar ejemplos y un ejemplo jamás será un argumento. La idea de mi entrada es la de pensar el tema en sí en términos abstractos, en la medida de lo posible.
      Insisto en el punto en que no se puede hablar de igualdad creando más desigualdad. Creo que eso es lógico y eso es lo que sostengo. Claro está, como dice Alberto aquí arriba, mientras se busca una solución al problema está bien que se les brinde a las mujeres sitios donde se encuentren más seguras, pero tengo la sensación de que eso se hace, precisamente, en lugar de buscar una solución y allí veo un grosero error; porque se parte de allí para seguir creciendo en esas diferencias. Me hablas de las miradas molestas ¿y qué sucederá cuando las mujeres se sientan molestas, digamos, en un restaurante o un avión o en la cola de un banco? No es la solución crear espacios estancos para cada género; de eso estoy seguro (y no creas que exagero; el tema de las miradas o de las cortesías me ha costado, en algunas contadas ocasiones, que se malinterpretara mis intenciones, incluso con algunas compañeras de estudio, por ejemplo. Todo el mundo está demasiado sensible y a veces el ceder el paso se ha considerado como una actitud machista).
      Creo que de todos modos estamos de acuerdo en líneas generales; nadie defiende aquí al machismo ni siquiera a una actitud que se le parezca; pero repito en que no creo que sea lo correcto actuar de manera diametralmente opuesta.

      Un abrazo y gracias por tu comentario.

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      • Lu_Folino dice:

        Crear espacios propios para mujeres y hombres es una involución social. Como era antes de que yo naciera: escuela de señoritas y de caballeros. Aún hoy, por prevención, los baños siguen siendo separados, lo cual es un mayor peligro para los niños que pueden ser fácilmente abusados por adultos sin que haya una mirada crítica al respecto. Recuerdo bien cuando un cura pedófilo dijo que las prácticas sexuales con varones no se consideraban pecado para la Iglesia (por supuesto, que mentía en su propio beneficio).
        No estamos de acuerdo con la violencia ni con la deshonestidad, y en ese sentido, no podemos aducir que un sexo es mejor o peor que otro. Es la ilógica que nos quiere imponer el sistema.
        Mis saludos.

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    • Borgeano dice:

      Gracias por el enlace, Martes. Entiendo el punto, pero insisto en que no es válido un ejemplo particular como regla general. Hace un par de días vi un vídeo donde tres muchachas se dedican a golpear a un muchacho que iba solo y hace un tiempo vi otro vídeo aún peor: en un autobús una muchacha le da una bofetada a un muchacho porque supuestamente la tocó. El vídeo muestra que esto no fue así, que la cartera que él llevaba la rozó; sin embargo, varias mujeres comenzaron a darle golpes, cuando el muchacho no hacía nada. De esto no se deduce que haya que poner vagones para hombres ¿No?
      Los casos particulares hay que considerarlos como lo que son y hay que verlos en su individualidad. Los casos generales son los que sirven como normas plausibles de ser aplicadas a toda la población.
      El repugnante vídeo que me compartes (o la información, porque no quise buscar el vídeo en sí) es prueba de un delito; lo que no es posible es determinar que como el delito lo cometió un hombre, por ende todos los hombres sean igualmente delincuentes.
      Sé que el tema es delicado y estoy de acuerdo en que haya, en ciertos ámbitos, sitios exclusivos para mujeres (lo dije en otros comentarios); ahora, no estoy de acuerdo que esa idea sea puesta en práctica en todos los ámbitos, porque eso, simplemente, es injusto.

      Un abrazo.

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      • Martes de cuento dice:

        Lo malo es que no se trata de «un ejemplo particular». Es la tónica. Estoy de acuerdo contigo en que se debe atacar la raíz del problema y eso, según mi punto de vista, pasa por la educación. Pero mientras no cambiemos mentalidades de los hombres y cuando digo mentalidades de los hombres digo las de todos, varones y mujeres, no avanzaremos. Mientras sigamos educando a las niñas para ser objetos bonitos (maquillaje, tacones, ropa, juventud eterna…) y a los varones para contemplar esa belleza y poseerla (me asusto de los vídeos y canciones que están de moda entre los más jóvenes), no avanzaremos.
        Hoy por hoy queda un largo camino por recorrer y mientras se recorre, aunque me moleste y me fastidie tanto como a ti, debemos ayudar al menos favorecido, en este caso la mujer, para que se atreva a salir sola al mundo y sipara ello se necesita un autobús con asientos, lo tendremos que hacer.
        Porque al principio saldrá de la mano y protegida y luego ya avanzaremos hacia la total igualdad. En Barcelona, mi ciudad, han puesto en marcha una iniciativa de taxis conducidos por mujeres y si eso sirve para que algunas chicas que han tenido malas experiencias vuelvan a atreverse a salir solas de noche, bienvenidos sean. Lo que en principio parece un atraso puede resultar ser una avance y un modo de poner el foco de atención sobre un problema que no es baladí para quien lo sufre.
        Lo dejo aquí 🙂 Es un tema difícil y creo que irresoluble en la actualidad por culpa de pensamientos contradictorios que consideran un atentado contra la mujer cuentos como Blancanieves y, en cambio, aplauden y veneran, por ejemplo, una operación estética para cambiar físicamente. Contradicciones que conducen a perpetuar roles y actitudes que solo podemos modificar mínimamente.
        Algunas veces creo que más que evolucionar, involucionamos en todos los aspectos.
        Un abrazo.

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      • Borgeano dice:

        Sí, está bien, concedo el punto. Usas un argumento que yo mismo uso en muchas oportunidades: Hasta que encontremos una solución al problema, lo que se debe hacer es proteger de inmediato a quien está sufriendo o quien está siendo la víctima. En ese sentido sí estaría bien la separación de géneros.
        De todos modos, hay que hacer hincapié en el tema de la educación, porque si seguimos por este camino, muchas mujeres van a creer que eso es una condición que se les debe por sí, y van a querer llevarla a todos los ámbitos. Hay que educar en la igualdad (lo cual es la base del feminismo original). Pero eso llevará tiempo.

        Abrazo.

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      • Martes de cuento dice:

        Eso es lo que necesitamos: tiempo, paciencia y educación. Mucha educación 😉

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  12. Martes de cuento dice:

    Todavía al hilo de tu entrada, he leído con tristeza este artículo.
    Tenemos mucho camino que recorrer aún y muchas cosas que aprender. Triste, muy triste.
    Un abrazo.

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  13. […] a través de Lo igual desigual — El Blog de Arena […]

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