Alguien, hace un par de meses, me dejó, como parte de su comentario a una entrada que no recuerdo, esta idea: “La ficción existe porque es sueño y realidad a la vez”. Encuentro esta nota entre mis apuntes y no pude menos que recordar aquel concepto de Harold Bloom en Qué leer y por qué. Allí, Bloom, al analizar a Chéjov, señala que uno de sus personajes se siente feliz al ver que de alguna manera la verdad y la belleza están relacionadas: “El lector puede reflexionar sobre la sutil transición en la alegría del estudiante: de la cadena temporal de la verdad y la belleza al vislumbre de una felicidad personal”.
Esas ambigüedades como la que me señaló esa persona (me disculpo por no haber tomado debida nota de su nombre) o como la que señala Harold Bloom me saben a delicia intelectual. Creo, en lo personal, que a pesar del erróneo pesimismo moral que nos dejó el posmodernismo, hay una estrecha relación entre la belleza y la verdad; entre la ficción y la realidad y, también (y tal vez esto sea la síntesis de lo anterior), que todo lo bello y lo bueno y lo correcto y lo verdadero sólo son facetas de eso que solemos llamar, con bastante ligereza, moral; pero facetas que de manera inevitable se apuntalan las unas a las otras, que unas y otras son, de alguna manera, lo mismo.
En 1475 Leonardo da Vinci pinta su Retrato de Ginebra de Benci. En el reverso de esa obra Leonardo pintó una cinta donde escribió: VIRTUTEM FORMA DECORAT; es decir: la virtud es un adorno de la belleza. A pesar de que pensamientos como ese hoy son considerados políticamente incorrectos, me siento mucho más cercano a él que a muchas de las nuevas tonterías con las que nos bombardea la más que cínica modernidad.
[…] a través de Belleza y verdad — El Blog de Arena […]
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Un concepto muy platónico que, sin embargo, no comparto por completo. La mentira puede ser increíblemente bella y la verdad horrenda. Es más, hoy en día el «maquillaje» moral y el frecuente engaño mediático, ¿no nos hacen ver espejismos?
Y yendo más lejos, ¿qué es «verdad» y qué «belleza»? ¿Podemos hablar en singular? ¡Tema espinoso, Borgeano!
Pero, en ocasiones, me gusta pincharte un poco para ir un poco más allá, no te enfadas, ¿verdad? 😀 😀 😀 😀
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Empiezo por el final, Martes: ¿Cómo piensas que voy a enfadarme por hacerme pensar? ¡Al contrario, me encanta!
Ahora, me explico: creo que tienes razón tú; pero en mi caso (quien se reconoce como un ser absolutamente anti platónico) lo que expresé en la entrada lo considero como una imagen meramente romántica. Tienes razón al decir que “La mentira puede ser increíblemente bella y la verdad horrenda”. y lee eso hizo que tuviera que rever toda mi postura. Claro, al decir que sólo la acepto (ahora) como meramente romántica, me curo en salud porque no cedo del todo el punto (me gusta la idea de que la belleza y la verdad van de la mano, aunque ahora ya no pueda considerarla como verdadera), pero al mismo tiempo reconozco que lo que dije no es válido como concepto filosófico (¡y mucho menos moral!).
¡Me encanta cuando me obligan a ver un error; es el mejor método para avanzar y no estancarnos en nuestras ideas equivocadas! Te agradezco mucho eso.
Un fuerte abrazo.
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😉 Platón y sus ideas y el uso sectario y partidario que algunos sectores hicieron de ellas, es, seguramente, uno de los motivos que, para bien y para mal, pensemos así en occidente 😉
La belleza es perseguida en todas las facetas de la vida y muchas veces esa persecución nos mata.
Nunca lo hago, pero no se qué me ocurre contigo que no hago más que mencionarte libros 😀 😀 😀 😀
Te enlazo dos títulos de Eco que es muy posible que conozcas bien. Lo hago en comentarios distintos, no sea que algún guardián me envíe a spam.
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¡Seguro que en ellos encuentras mucha inspiración! 😉
Un abrazo de fin de semana.
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Gracias, ya mismo reviso el enlace.
Buen fin de semana para ti también.
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😉
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Coincido con tus percepciones… Lo bueno para mi es en cierta forma verdadero y bueno… claro que es difícil entender los conceptos como Ideas (en el sentido Platónico)…. Lo bueno no implica juzgar desde la perspectiva del catolicismo, sino desde una ética Humanista, diría—
Me gustó mucho eso de: “la virtud es un adorno de la belleza”. Como adorno, asumo que es un
(?) “accesorio” de lo bello… Interesante, pues reafirma lo que decíamos de la Belleza como Idea, relacionada con otras Ideas, pero nunca supeditada… 😉 Excelente post, Borgeano!. Un abrazo
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El anterior comentario (el de Martes de cuentos) me hizo rever mi posición, mal que me pese. Creo que hay que separar la idea que planteo en dos ámbitos diferentes: por un lado podría considerarse un concepto filosófico y, en ese caso, debo decir que no ubico a mi texto dentro de esa categoría. Por otro lado, el segundo ámbito es el de la estética; allí sí que reafirmo mis conceptos: es allí donde puedo unir los conceptos de belleza y verdad como únicos y unívocos. Claro, esta idea es meramente romántica, ya que si vamos al caso alguien podría poner de ejemplo a algunas obras del siglo XX que pondrían en aprietos a este concepto (La Merda d´artista de Manzoni, por ejemplo).
En fin, que dentro de la poesía, de la estética y de la filosofía sigo considerando que la belleza y la verdad bien pueden ser una sola cosa.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
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