Entre el dolor y el espanto

fragilidad

 

Desde hace unos días he venido observando el paso del huracán Irma prestando especial atención al manejo de la información sobre el tema. Como este manejo informativo me parece lamentable, decido esquivar el tema para no mostrarme demasiado irritado; pero hoy me levanto con la noticia de que un fuerte terremoto sacudió el sur de México y, mientras se espera una fuerte réplica y un posible tsunami producto de este movimiento sísmico, recuerdo que también un huracán (Katia) amenaza la costa sureste del país. Decido, claro está, buscar algo de información, pero me encuentro con que esto es imposible de hallar. Mi sorpresa deja paso al enojo, esa condición tan mal vista hoy en día (y sobre la que hablaré en unos días).

Busco en la desgraciada TV y encuentro que los programas matinales hablan de esta tragedia durante cuarenta segundos y luego saltan a temas más importantes como Ricky Martin o sobre la paternidad del hijo de tal modelo o actriz. No crean que exagero: tomo nota precisa de todo lo que veo para no ser falaz en estas apreciaciones. Enseguida los integrantes de estos programas (porque no es uno solo, son varios canales los que hacen lo mismo) se dedican a jugar y… a bailar. Bajo la premisa de que “hay que ser positivos” ellos bailan mientras cientos de miles de sus compatriotas sufren por un terrible terremoto o un huracán.

Busco, entonces, información en la red. La misma basura, salvo que aquí el problema es el exceso de material (hablamos sobre eso hace unos días). Al lado de un video de un canal de televisión encuentro uno que habla del castigo divino por el cual estos fenómenos están ocurriendo y las consecuentes discusiones en el mismo tono. Como ya no hay respecto por la autoridad intelectual, hoy da lo mismo un conductor de televisión profesional, un conductor que no sabe hablar, un científico o un idiota con una cámara. Es así que se hace difícil poder separar la paja del trigo y uno accede a diez videos estúpidos antes de dar con uno que puede tener algo de información válida.

Claro, es más divertido oír a un estúpido hablando de la ira de Dios o de los extraterrestres que a un científico que explica con precisión lo que sucede; y aquí llegamos, entonces, a la palabra mágica sobre la que gira todo este asunto: diversión. Voy a permitirme ser más preciso; la palabra mágica sobre la que gira todo este asunto es:

diversión

¡Cuidado! No vaya a ser cosa que de repente asome un poquito de espíritu por allí… ¡Alerta! ¿Por qué esa cara larga, por qué la preocupación? ¡Vamos que la vida es bella! Ése es el gran mal que nos rodea: el exceso de diversión. Es por eso que vivimos en un estado de miseria moral del que nunca saldremos mientras estemos bajo el dominio de estos medios; es por eso ante el dolor de sus compatriotas, en la televisión bailan; es por eso que dicen y repiten tonterías como «No hay que dejar de sonreír» mientras otros mueren o buscan a sus seres queridos entre los escombros; es por eso estamos como estamos.

29 comentarios el “Entre el dolor y el espanto

  1. Se trata de entretener a la gente para que deje de pensar por sí misma. Si no hicieran eso seríamos muy peligrosos y además no les enriqueceríamos como lo hacemos ahora.
    Las letras de las canciones también son un claro ejemplo, los grandes son pura bazofia en general. Para buscar una letra de nivel tienes que rebuscar en circuitos minoritarios. Saludos.

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    • Borgeano dice:

      Coincido contigo en un ciento por ciento, Iñaki; hoy lo que quiere evitarse es que la gente piense por sí misma. Mejor dicho, eso es lo que siempre han querido, pero nunca han tenido tanto éxito como en el presente. Lo que dices de las canciones también es una gran verdad y no sólo en lo referente a las letras; sino también a la música. hay un estudio dando vueltas por allí que demuestra que la música nunca fue tan pobre como ahora (tal como dices tú, para encontrar algo de valor hay que salir de los circuitos comerciales) y no hay más que escuchar por unos segundos a cualquier canción de éxito para notar que es sólo percusión y uno o dos acordes (primitivismo tribal adaptado para el no-pensamiento).

      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

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  2. Se trate de un desastre natural, un asesinato en serie o un ataque terrorista…los medios y aquellos a cuyos efectos dañinos no afectan de forma directa, van a intentar evadir las grandes consecuencias de dichos acontecimientos haciendo prevalecer el ENTERTAINMENT y diversión. { Ojo, ¡no queremos provocar que el pueblo entre en pánico! ¡Vamos a inyectarle la dosis diaria de humor! }

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    • Borgeano dice:

      Exacto Glykós; en todo de acuerdo contigo. Es un tema por demás conocido y estudiado desde la filosofía; pero el asunto es cómo hacérselos entender a la masa. Nos encontramos aquí en un círculo vicioso del que no tengo ni idea de cómo salir.

      Un abrazo.

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  3. Gran artículo y valiente, como es usual en ti y con el que estoy totalmente de acuerdo. Desde la madrugada he podudo seguir las informaciones sobre el tremendo terremoto de Mexico y los hutacanes. Mi solidaridad con todas aqúellas víctimas afectadas por tan tremendas catástrofes. Muchas gracias Borgeano.

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    • Borgeano dice:

      Gracias por tus conceptos, Isabel; aunque nada me gustaría más que no haber escrito esta entrada. Por cierto, hoy mismo he vuelto a torturarme para comprobar lo que ya sabía: a pesar de que en pocas horas el huracán Katia tocará tierra mexicana, no hay un solo canal (ni uno solo,m créeme) que informe al respecto. ¡Ni uno! Nada de lo que sucedió ayer, nada de lo que sucederá en pocas horas. Pura venta y diversión. Vuelvo al título de mi entrada: entre el dolor y el espanto.

      Un fuerte abrazo.

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  4. La humanidad ha dejado de sentir «verdadera» empatía. Así de triste, así de cierto.
    Un saludo.

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    • Borgeano dice:

      Ésa iba a ser la idea con la que iba a finalizar la entrada, María; pero para no hacerla demasiado extensa y para no cansar con Schopenhauer (quien es el maestro absoluto en tratar el tema de la empatía) decidí dejarla como quedó al final; pero todo se reduce a eso: a la falsa de empatía.

      Un abrazo.

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  5. Ese exceso de diversión crea el aburrimiento más atroz, sobre todo en los niños. También la indiferencia, la apatía, el desinterés… Y lo más grave: la deshumanización. En cuanto a los medios
    prefiero no hablar porque me pongo de mal humor, Roberto. Ahora todo es «peiodístico». Si nos preguntamos: ¿Qué es lo que hoy interesa al público? Creo que lo que no interesa a los periodistas. Hoy cualquier cosa es digna de publicación,,, y así nos vemos. Un fuerte abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Claro, es un divertimento vacío, hueco, sin substancia. Siempre he dicho (cuando me dicen que leer es aburrido o que yo soy aburrido por «pensar demasiado») que hay mucho divertimento en el arte, en la literatura, en la ciencia, en el pensamiento… pero es un divertimento que suma, que alimenta, que crea. Todo lo contrario de lo que le sucede a esta gente.

      Un abrazo.

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  6. Por desgracia es así, y luego nos hablan de payasadas… Besos a tu alma.

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  7. […] a través de Entre el dolor y el espanto — El Blog de Arena […]

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  8. Por eso yo no veo la tele. Por eso odio el fútbol que es otra anestesia de masas. Y en este mundo, mientras haya fútbol y diversión, para qué vamos a mirar las desgracias ajenas? Si total, esas nunca nos van a tocar….
    Lo que te he dicho siempre, el arca y nos vamos.
    Un beso grande y espero que estéis todos bien.

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  9. Shira Shaman dice:

    Todo es parte de lo mismo, querer mantener al pueblo en la ignorancia, me acaban de pasar un enlace de un científico independiente : Alex Backman y de Ben Davidson que explica como el sol y el biomagnetismo influyen y avisan hasta con un 75% de exactitud la probabilidad de un sismo así como el lugar en donde ocurrirá, eso ya lo sabía el gobierno y no dicen nada, lo peor es que según toda la información que manejan es que se prevee uno mucho peor y no hay alertas de precaución, es muy lamentable que se manipule a las masas . Creo que hay que buscar las fuentes serías que nos mantengan bien informados, por lo pronto hay que estar alertas. Abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Es un tema complejo, sin duda alguna y, además, generalizado. El control de la información es global y no es algo que sólo suframos los países del tercer mundo; hoy se quiere (y se logra) mantener a las poblaciones a través de los medios, esas perfectas máquinas de lavar conciencias y de idiotizar espíritus.

      Un abrazo.

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  10. Arpon Files dice:

    Han de disculpar mi comentario siguiente. Ignoro a que medios recurrieron para informarse, pero es de suponerse que no a los que cubrieron y siguen cubriendo todos estos eventos. Tanto el día del terremoto, como hasta el momento ha habido una adecuada cobertura desde la primera hora que sucedió. Estuve en una de las áreas donde se sintió en mayor intensidad el terremoto. Toda la noche y las siguientes 24 horas, me mantuve al tanto de lo que sucedía, ya que tengo amigos y colegas tanto en Chiapas, como en Oaxaca, Tabasco, Veracruz, México, y familiares en Michoacan donde no fue tan intenso (muchos no lo sintieron) y tuvo una amplia difusión, si bien incompleta al inicio dado que hubo fallas en la electricidad. Varios canales se han encargado de reportar lo que está sucediendo, al inicio fue ininterrumpido prácticamente toda la noche y, por otro lado, el Sismológico Nacional está al alcance de todos, dando reportes ininterrumpidos de las replicas y los nuevos eventos que se han presentado, que no fue sólo el del epicentro en Chiapas. Las redes sociales hasta donde pudieron, dadas las fallas en la comunicación, estuvieron reportando continuamente. Desde ayer se están organizando brigadas de ayuda por este medio y en los sitios siniestrados ya está instalado el plan DN3. Toda esta información la he visto no sólo en los medios informativos, sino también en redes sociales y mensajes telefónicos. El presidente de la república y su cuerpo de gobierno desde las primeras horas informaron lo que se sabía en ese momento. A través de las redes sociales sigue llegando información de los sitios aislados que hasta ahora están pudiendo comunicarse. Siento mucho que la opinión que han vertido todos en los comentarios y el artículo sea negativa. Quede claro que no soy fanático de la televisión ni adicto a sus programas lavacerebros. La información sigue fluyendo, sumándose la de las afectaciones por Katia en el norte del estado de Veracruz. Obvio igualmente tiene gran cobertura el curso de Irma. Puedo pensar que si las opiniones vienen de personas que no están en el país es porque en esos lugares no hubo la cobertura adecuada. Me hubiera – (mi hija como muchos, dice que el hubiera e el pasado pluscuamperfecto de me atonté)- gustado un artículo que solicitara mayor información y que los comentarios igualmente solicitaran lo mismo y aún mejor, un ¿Qué podemos hacer? aunque fuera por cumplir, diplomáticamente hablando, hubiese sido fantástico. Un saludo y un fuerte abrazo a todos

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    • Borgeano dice:

      Antes que nada, debo agradecer el tiempo que has tomado para responder tan extensamente, Arpon; es un lujo poder debatir con personas que saben de qué están hablando.
      En cuanto al tema de mi entrada y el punto desde el que lo toqué, debo reconocer que no sé cuál es el sistema de cable de mi pareja (puedo preguntárselo en un par de horas); pero supongo que no debe ser muy diferente del que tiene una gran parte de la población. Insisto en un punto: cuando estas cosas ocurren (cuando veo o noto que se está llevando a cabo lo que puede ser considerado como una manipulación, tomo nota precisa de lo que veo; así que si bien esto es una apreciación personal, creo que ésta se basa en hechos ciertos y precisos).Digo que el sistema de cable tiene un centenar de canales, grosso modo, y a la mañana siguiente del terremoto, sólo un canal informaba al respecto; en los demás (quitando los especializados, claro está) se mantenía el nivel de estupidez y de vacío habitual. Insisto; en Azteca Tv y Televisa, se jugó y se bailó a lo largo de la mañana.
      En la red, busqué en YouTube y claro que encontré algo, pero luego de buscar y buscar y buscar. Los primeros videos que aparecían al buscar información eran de algo relacionado (pero no directamente lo que yo buscaba) o eran ridículos, como esos que hace cualquier idiota en la habitación de su casa y que, al llevar el título de «huracán Irma» aparecían en primer lugar (sé que una de las formas en que un video puede llegar a ser popular es la cantidad de comentarios que contiene. Uno de lo que vi tenía muchísimos porque en el video se trataba el tema del castigo divino por estos desastres naturales –el video tenía imágenes tomadas de la TV– y por lo visto a la gente le encanta discutir estas tonterías con una pasión y una extensión rayanas en la locura).
      Antes de ayer busqué información al ver que el ojo del huracán se encontraba sobre Cuba; pero la mayor parte de los videos y de los informes televisivos hablaban de los vientos en Miami. Los vientos allí eran de 50 kilómetros por hora, mientras que en Cuba eran de doscientos cincuenta; pero eso no importa, lo que importaba era que en Miami había gente que había dejado las macetas en el balcón y que eso podía ser peligroso o de que había una reposera en la playa y que ésta podía llegar a salir volando (los videos de los que hablo pertenecían a TN, canal de noticias argentino y ambos duraban más de diez minutos cada uno hablando de trivialidades como las que señalo).
      Aprovecho para dejar un último comentario aquí, ya que he ido a los enlaces que me has dejado y creo que estos, precisamente, apoyan mi punto de vista. En sólo uno de ello (Proceso) hay un par de referencias a lo que sucedió en México. En todos los demás, si es que se habla de estos fenómenos, se trata de Miami o Estados Unidos. ¿Referencias a Cuba, Haití, República Dominicana, Saint Martin, Barbuda? Ni una. ¿Referencias a cómo el sismo afectó a Guatemala? Ni por asomo. ¿Referencias a cómo la tormenta tropical Katia afectó a la costa mexicana? Yo no he visto ninguna.

      Volveré a tocar este tema en un par de días, Arpon; y espero que el debate siga adelante.

      Un abrazo y, nuevamente, gracias.

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  11. Como dice Lola Herrera en «Función de noche»: -Nos han educao muy mal, nos han educao muy mal…

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