Dentro de las muchas recetas que hay para escribir cuentos o novelas (curioso: no hay recetarios para la poesía), recuerdo el primer punto del decálogo de Augusto Monterroso: «Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre». También recuerdo a aquel consejo de Horacio Quiroga: «No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas». Sin embargo, Ray Bradubury aconseja lo contrario «Usa la “asociación de palabras” para romper cualquier bloqueo creativo, pues “no sabes lo que hay en ti hasta que lo pruebas”». ¿A quién hacerle caso, entonces?
Stephen King en su Mientras escribo dice que hay dos modos de escribir una novela: de un tirón (él lo hace así). Es decir, el primer borrador debe salir completo, sin preocuparse de si hay errores de relación o incluso de ortografía. Todo eso se corregirá después, el punto es no perder el hilo de la historia. El otro modo es el que ponía en práctica Graham Greene: escribir una página al día y corregirla y pulirla una y otra vez hasta que quedara bien, sólo entonces se continuaba con la siguiente. Este método tiene la ventaja de que, cuando se coloca el punto final, el libro ya está terminado de manera completa y no hacen falta más correcciones; la contra es que para trabajar así hay que ser Graham Greene…
¿Entonces qué hacer? Pues bien, lo que hay que hacer es hacerles caso a todos y a ninguno. Me gustan mucho los consejos de los escritores, pero cada vez que leo un decálogo o un grupo de ellos me doy cuenta de que no hay recetas últimas. Cada uno usa las que les conviene y desecha las demás. Entonces yo hago lo mismo y me quedo con el consejo de Augusto Monterroso: «Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre». Eso mismo. De tanto escribir es casi inevitable que de tanto en tanto alguna cosita interesante aparezca por allí; es entonces que sólo hay que tener la lucidez de saber verla y aprovecharla.
Y hablando de Monterroso… ¿No te ha dado Raul los dos libros que te mandé? Estoy muy de acuerdo con lo que él decía… Un abrazo y feliz día.
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Pues no, Julie; me escribió un mail, lo respondí y nada más. Supongo que estará ocupado o viajando o algo así…
Un fuerte abrazo y gracias de todos modos.
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Claro, me refiero a Monterroso… :))
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Lo que está muy claro es que tú siempre escribes cosas más que interesantes. Muchas gracias. Besos a tu corazón.
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Gracias, María; ¡Sólo es que me encuentro con cosas bonitas todos los días! Lo demás es sólo compartirlo con todos ustedes.
Abrazo apretado.
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También está la opción «bartleby», de «Bartleby y cía» (Vila-Matas): no escribir. Pero en el caso de El Blog de Arena preferiríamos que no la aplicaras 🙂 Un saludo.
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Muchas gracias por tus palabras, Félix; me gusta esto, pero no creo que el año que viene pueda mantener este ritmo. De todos modos, seguiremos intentándolo en la medida de lo posible. Es decir que la opción «Bartleby» no va a funcionar en este caso.
Un abrazo.
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A mí me pasa eso…yo escribo lo que sea, aunque al día siguiente me parezca una absurdez… la musa va y viene, pero no sabemos cuándo ni cómo ni dónde. ¡No debemos perder ninguna oportunidad!
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¿No te ha pasado que a veces con el tiempo esos absurdos no lo son del todo? A veces son el punto de partida de algo que puede ser más interesante… escribir es algo sumamente extraño, además de agradable.
Estamos de acuerdo: no hay que perder ninguna oportunidad.
Un abrazo.
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O que como suele decirse, » cada maestrillo tiene su librillo». Me gusta leer esas recetas pero es verdad que suelen ser contradictorias.
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Tal vez deberíamos tomar esas «recetas» sólo como literatura; es decir, son tan verdadera o tan falsas como una novela, sin ir más lejos.
Un abrazo
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«La poesía se escribe cuando ella quiere»
José Hierro
Personalmente es lo que a mí me sucede. No escribo, el poema se escribe a través de mi mano, en cierta forma te posee, tú eres el verso y la forma estirando del hilo de los recuerdos, caprichosamente, pues nunca sabes cuando vendrá… pero una vez viene has de escucharlo y, dejar que su voz te transporte a un estado emocional concreto. Después viene la técnica y los gustos de cada uno. Cada poema tiene y deja un sabor, no solo en el poeta sino también en el lector.
«Poesía es lo que el lector experimenta leyendo el poema, no lo que al poeta le ocurre mientras lo escribe. La poesía es el poema asumido en el momento de la lectura. Un poema no se hace para escribirlo, sino para que sea leído,incluso por uno mismo.»
Jaime Gil de Biedma
Yo añadiría que el poema, necesariamente, ha de ser leído por uno mismo.
Un abrazo
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En este punto el que más sabe eres tú, de eso estoy seguro. Por eso es que no hay recetas para escribir poesía; a lo sumo algún acercamiento tangencial, pero no más. En cuanto a la prosa, la que se escribe con estos recetarios no produce más que salchichas: carne predigerida y siempre igual en cuanto a forma, color y sustancia.
Optemos, siempre, por la anti-receta.
Un abrazo.
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He hecho de todo, de ser maniático y escribir y terminar el cuento, hasta quedarme en silencio por días, Desde escribir si saber a donde voy o tener planeado en mi cabeza lo que quiero decir. Esto de matar cucarachas, cada quien lo hace con su estilo. Una cosa que respeto, nunca deshecho una idea, pues ésta puede dar lugar a otra y obtener con los años un buen texto. Abrazo mi buen
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Tal vez éste sea el comentario con el que más me identifico; yo también hago cualquier cosa porque cualquier cosa sirve como punto de partida, de inicio de un texto que después será otra cosa diferente y sobre lo que sí tendremos alguna injerencia. Pero de dónde aparece el texto será siempre un misterio. De allí la imposibilidad de recetas.
Un fuerte abrazo.
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La poesía no tiene «libro de instrucciones». Un abrazo.
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¡Por fortuna! Lo único que nos faltaba es que cualquiera pudiera tomar una lista previa y producir eso tan maravilloso y extraño que es un poema ¡Que viva el misterio!
Un abrazo.
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Completamente de acuerdo, pero creo que el dilema más grande de un escritor es encontrar quién lo lea, quién lo disfruté y sobretodo QUIÉN LO PUBLIQUE, ante este último me estoy rindiendo buscando quién 😖
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Somos dos (y conozco a varios compañeros que se encuentran en la misma situación). Yo tengo dos libros terminados y ahí andan, dando vueltas a la espera de mejor fortuna que el cajón donde duermen a diario.
Esto es lo mismo que con la experiencia laboral: no te publican porque eres desconocido y eres desconocido porque no te publican…
Un abrazo y a no desesperar.
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Jajaja los tuyos están en un cajón, los míos no han sido del computador que vendría siendo la placenta jajaja 😂
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Muy bueno.
Gracias.
Te haré y no te haré caso.
Un saludo,
Unalome
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Me gustó eso. Seguro que es la mejor manera de obtener buenos resultados.
Saludos.
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