Foto: Borgeano
Para las montañas
nuestra vida sería
ridículamente breve
para las nubes sería
ridículamente larga
las montañas no sabrían qué hacer
ante tanta fugacidad
las nubes se aburrirían
de tanta monotonía
y mientras tanto
nosotros
miramos hacia lo lejos
o miramos hacia arriba
y tampoco sabemos qué es lo que podemos hacer
con la fugacidad o la monotonía
con los días que nos han tocado en suerte
para bien o para mal.
El Blog de Arena 
Me alegra que te hayas decidido a compartir un poema; me ha encantado.
Gracias y un abrazo.
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Mientras sigo buscando algo de equilibrio, un poema. Veré si lo hago más a menudo, a pesar de mi autocrítica excesiva; ya que es un buen modo de obligarme a tomar papel y lápiz más a menudo.
Un fuerte abrazo.
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👋👋
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¡Gracias! A veces menos es más, como dicen.
Un abrazo.
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👌
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Así es, amigo. A veces no deja de sorprenderme lo ridículo que puede ser nuestra existencia ante las inmensidades del universo… sin embargo toda vida es importante en tanto vamos tomando consciencia de nuestra propia existencia.
El poema logra perfectamente transmitirnos eso. Esperamos que esos momentos
«fugaces» nos deparen más versos. Escribir siempre ayuda a encontrar el equilibrio (ya hablamos en su momento de su función terapèutica).
Un fuerte abrazo
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Creo que todo lo que escribo apunta a ese tema, Xavier, incluso (robándole la idea a Borges) si se leyeran todos mis poemas como partes o fragmentos de un solo poema mayor, se ver que en realidad todo gira en torno a una idea: la vida es un absurdo total; sin embargo, es maravilloso estar aquí. ¿Me entiendes ahora cuando hago constantes referencias a Schopenhauer? Él también dice eso, de allí mi fascinación con este filósofo.
Un fuerte y absurdo abrazo, pero sentido.
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Ah la nube es levedad, la montaña es permanencia y el hombre que la mira si se pregunta el qué el cómo. saldría un texto filosófico, pero si la palabra describe con majestuosidad entonces habla el poeta. Abrazo mi buen amigo.
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Gracias, mi estimado; como usted bien sabe, mi vida es un constante pendular entre la poesía y la filosofía y, como notó bien, en este poema se aúnan las dos vertientes, también, para bien o para mal.
Un abrazo.
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Hermoso post, Borgeano
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¡Gracias, Leyla! Agradezco muchísimo tus palabras.
Abrazo.
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