Para Gilgamest;
que no estando de acuerdo,
me dio el tema para esta entrada.

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Todos habrán visto el tono de los debates o discusiones de hoy. No importa el medio en el que se lleve a cabo, la diversidad de posturas, las cuales en su mayoría son válidas y necesarias, se ponen en un contexto donde todo se reduce a querer imponer el punto de vista propio en detrimendo del punto de vista opuesto. Si en el camino se hace necesario apelar a las más bajas formas de las mentiras, las falacias o, incluso, a la violencia (verbal, gritando o impidiendo al oponente que se explaye con sus propios argumentos, por ejemplo), se hace; lo importante es ganar; demostrar que es uno el que siempre tiene razón (y que, por lo tanto, los demás siempre están un paso por detrás nuestro).
Es esta permanente lucha de egos mal entendida la que hace que, hoy en día, dialogar sea casi una tarea poco deseable. La imposibilidad de decir algo sin verse atacado por quien no comparte esa misma opinión es altísima; porque, ya se sabe, todos tienen una opinión al respecto de todos (y esto no es algo novedoso; ya Berkeley, en 1734 dijo aquello de Few men think; yet all have opinions «Pocos hombres piensan; pero todos tienen opiniones». Y eso que estamos hablando de hace trescientos años… parece que en toda época hubo Facebook o Twitter; sólo que tal vez antes se llamaba Taberna o Iglesia.
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Como sea; quiero terminar esta entrada con las palabras más que acertadas de Jorge Luis Borges quien, como siempre, parece que tenía las cosas más claras que la mayoría de sus contemporáneos (juntos). Al respecto de este tema de los debates o discusiones, Borges dijo:
«Las polémicas son inútiles, estar de antemano de un lado o del otro es un error; sobre todo si se oye la conversación como una polémica, si se la ve como un juego en el cual alguien gana y alguien pierde. El diálogo tiene que ser una investigación y poco importa que la verdad salga de la boca de uno o de otro. Yo he tratado de pensar, al conversar, que es indiferente que yo tenga razón o que tenga razón usted; lo importante es llegar a una conclusión, y de qué lado de la mesa llega eso, o de qué boca, o de qué rostro, o de qué nombre, es lo de menos».
¿Dónde vemos esto hoy, repito, más allá del ámbito al que queramos hacer referencia? En ningún lado. No importa si es un programa televisivo de importancia política o de un evento deportivo; mucho menos en las redes sociales, por supuesto y, lamentablemente, y creo que por influencia de todos estos medios anteriores, cada vez menos dentro de nuestros mismo hogares. ¡Y pensar que la respuesta es tan simple! Con sólo hacer caso a las palabras de Borges todo diálogo sería enriquecedor y no el campo de batalla en el que nos encontramos hoy.
Quien quiera oír, que oiga.
Muy bueno tu post!
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¡Gracias! Me alegro que haya sido de tu agrado.
Saludos
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Excelente, una realidad que además de no ser constructiva, nos daña y lástima.
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Y una realidad que cada se acrecienta más y más; tomar el rumbo del no-pensamiento es mucho más fácil que su contrario; de allí que la cosa sea mucho más complicada de lo que parece. Hacer que una persona deje de pensar no es muy difícil; hacerla pensar, por el contrario, requiere años de trabajo.
El panorama no es alentador.
Saludos.
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Muchísima razón tenía Borges. Ya no hay diálogo. El término «discutir» ha perdido su significado original y ha tomado uno demasiado peyorativo. Así no avanzaremos nunca como sociedad. Es una pena.
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Lo peor de todo es que es muy difícil revertir este estado de cosas; el camino a la barbarie, a la brutalidad, es mucho más sencillo de recorrer que su opuesto; de allí que volver a retomar el camino del diálogo, el debate, la discusión bien entendida (no como una pelea entre egos, sino como una realimentación) va a ser una tarea que llevará mucho tiempo. Borges, como siempre, adelantado a todos.
Saludos.
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Buenas tardes Borgeano, todo llega cuando debe llegar. Justo hoy que necesitaba leer esto, lo leo, no lo había visto. Gilgamest está en aprietos, su cuenta desapareció misteriosamente. WordPress solo dice que fue borrada. Algo que preocupa, porque en ella hay trabajo de muchos años que utilizaría en una tarea que finaliza el próximo año. Siempre es agradable leerte. Un abrazo a la distancia.
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Pues siento mucho que haya desaparecido tu cuenta original (y sí, es preocupante que algo así ocurra; en mi caso, han sido muchas las veces que he puesto un texto aquí para luego retomarlo para otro ámbito).
Bueno, por aquí andamos para seguir discutiendo o debatiendo o charlando, lo que sea necesario.
Un abrazo.
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