El presidente norteamericano Barack Obama se encuentra en estos momentos, de visita en Argentina. El patético presidente argentino ha hecho todo lo posible para demostrar su absoluta sumisión al gran poder del norte, en lo que para mí ha sido una muestra casi inigualable de patetismo político y humano. Pero no es del inútil y vergonzoso mandatario argentino del que quiero decir algo, sino que quiero traer aquí algo que dijo el Premio Nobel de la Paz 2009. En un conferencia de prensa en ese país donde se encuentra de visita, Obama dijo que visitaría las tumbas de los héroes que lucharon contra la dictadura militar argentina. Por un lado, el término «héroes» que tanto les gusta usar a los gringos, le debe haber caído como una patada en el hígado a más de un fascista recalcitrante (que en Argentina hay, y muchos); pero peor nos cayó al resto el uso de la palabra «tumbas». En Argentina no hay «tumbas» porque nunca pudieron enterrarse los cuerpos de esas personas que —equivocadas o no, eso es otra discusión— lucharon contra la dictadura militar. En Argentina hay 30.000 desaparecidos; lo cual es algo bien diferente.
En el año 2010 e fotógrafo Gustavo Germano presentó, bajo el nombre de “Ausencias” una obra en homenaje a la gente que desapareció en Argentina y Brasil durante la dictadura militar. Reconstruyó fotografías de los álbumes de 25 familias mucho tiempo después de haber sido realizadas, exactamente, en los mismos lugares en los que fueron tomadas. Estas personas no tuvieron ni tienen «tumbas», mal que le pese al presidente del país que apoyó e impulsó al gobierno militar argentino de aquella época. Obama debería saberlo, supongo; pero eso demuestra lo iluso que suelo ser a veces. De todos modos, no está de más decirlo una y otra vez: no hay tumbas, hay desaparecidos; no hay presencias, sino ausencias.
Aquí una galería del trabajo de Gustavo Germano. Para ver las imágenes en mayor tamaño, hacer clic sobre una de ellas.