En los manuscritos antiguos no existía la separación entre palabras. Estas se sucedían sin puntuación y sin distinción entre mayúsculas y minúsculas (de allí la necesidad de leer en voz alta, ya que este tipo de lectura facilitaba la comprensión de los textos). Para demostrar que la escritura gótica podría ser fatigante para leer, algún escriba medieval inventó esta frase como broma:
mimi numinum niuium minimi munium nimium uini muniminum imminui uiui uolunt
(el actor [el mimo] deidades / nieve / demasiado vino, la protección del deseo común de disminuir lo más mínimo de la vida) (Las barras separan términos que me fueron imposibles de conectar de forma lógica; me disculpo por ello).
En La escritura antigua y su influencia (1969), Berthold Louis Ullman y Julian de Brown escriben: «Cuando esto está escrito en caracteres góticos, sin puntos de las íes y con v escrita como u, hacen de éste un acertijo de primera clase». Véanlo ustedes mismos: