Todas las lenguas en una sola imagen

Una de las herramientas educativas más interesantes que se ha magnificado con la aparición de internet es la infografía. Prácticas, elegantes, atractivas, modernas, claras, sintéticas; las infografías condensan en una imagen y en unas pocas palabras meramente nominales, tidi un mundo de información. Estos últimos días he encontrado dos que me resultaron muy atractivas. Una por la información que contiene; la otra, más que nada, es apenas una curiosidad, pero que no deja de ser interesante. Para más adelante dejaré la segunda; ahora vamos a la primera de ellas, una infografía que muestra a los idiomas que se hablan a lo largo y ancho de nuestro mundo.

En el mundo hay actualmente unos 7.000 millones de personas que utilizan 7.102 lenguas para comunicarse. Imposible hacerse una idea y visualizar cifras de tal magnitud. Acotemos un poco. De todos esos idiomas, 23 son los más hablados del mundo.

Concretamente, al menos 50 millones de personas utilizan cada uno de ellos como lengua materna y, entre todos, alcanzan a 4.000 millones de personas. ¿Y si a estos datos les diéramos color y forma para visualizarlos? El resultado luce así. A world of languages es el nombre de la infografía creada por Alberto Lucas López, Director Gráfico en el South China Morning Post . En el gráfico, cada lenguaje puede verse acotado por líneas divisorias negras dentro de las cuales se indica el número (en millones) de las personas que utilizan ese idioma como lengua materna en cada país. Además, cada país recibe el color de la región en la que se encuentra, lo que permite apreciar cómo cada idioma ha penetrado en las diferentes partes del mundo. Para realizar esta infografía, se ha utilizado como base de muestra a 6.300 millones de personas. Además de la representación visual, se extraen otros datos como el número total de países en los que se habla cada idioma (31 en el caso del español) o cuáles son los lenguajes más estudiados del mundo: inglés (1.500 millones de estudiantes) , francés (82) , chino (30) y español (14,5).

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La infografía completa es la siguiente y, quien desee verla en mayor tamaño y acceder a los datos que corresponden, pueden ir

aquí.

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Árbol de lenguas.

Árbol lenguas

Árbol de lenguas. Para ver en mayor tamaño, hacer clic aquí.

¿De dónde vienen los idiomas que hablamos hoy en día? La ilustradora y dibujante de cómics Minna Sundberg nos ofrece algunas respuestas en este hermoso árbol genealógico que agrupa las principales lenguas de origen indoeuropeo o urálico. La propia Sundberg explica que sería imposible incluir en el gráfico los cientos de pequeños idiomas que se hablan en muchas regiones de Europa y América, pero la ilustración da una idea muy certera de los principales idiomas hablados por poblaciones de más de un millón de habitantes. Los datos han sido tomados de la web Ethnologue, que registra una infinidad de datos sobre el origen y características de los idiomas en el mundo. Como es bien sabido, el español es la segunda lengua en importancia (al menos en lo referente a las lenguas occidentales) y tengo entendido —al menos es lo que he leído hace poco en otro artículo cuyos datos aún no he podido comprobar— que también es la de mayor crecimiento cuantitativo.

Al margen de todo esto, discutíamos hace poco en el diplomado de creación literaria en el que participé sobre las nuevas acepciones que la RAE permite, entre las que se encuentra la horrible palabra liderear (horrible para mí, ya que según esta arcaica insititución hoy es tan válida como la siempre correcta liderar) y otros términos hijos del sincretismo tecnológico y la deformación del inglés original, tales como chatear o googlear. Soy de los que piensan que porque un término sea de uso común eso no implica que deba ser aceptado como correcto; si así fuera no sería necesaria ninguna academia que regulara nada; con dar por buena toda expresión, nos guste o no, ya solucionaríamos todos los problemas (y destruiríamos el lenguaje, de eso no hay duda; pero al menos no deberíamos esperar a que unos señores con título y afán burocrático lo decidan por nosotros). Sé que para muchos sonaré arcaico con esto de «la corrección del lenguaje»; pero no puedo con mi alma. Cuando escucho a un papichulo algo friki hablando en espanglish mientras saca su almuerzo de una lonchera, créanme que me siento conflictuado; entonces con mi amigovia bloguera rezamos para que nos arrastre un sunami de una vez por todas (Todos los términos en cursiva son nuevas palabras aceptadas por la RAE, versión 2014. Todavia no nos han revuelto el estómago con las nuevas acepciones 2015).