Arqueología popular

Haciendo arqueología de la cultura popular, se pueden encontrar este tipo de «joyas». Se trata de un recortable de «Mariquita (legionaria)» un personaje infantil muy popular en España a comienzos del siglo XX.

Tras conflictos originados por la sublevación de las tribus del Rif (África) contra las autoridades coloniales españolas y francesas. La propaganda española publicó fotografías en la que soldados españoles sostenían las cabezas decapitadas de sus enemigos abatidos (pueden encontrarse fotografías en la red, pero por decidí no compartir ninguna aquí por una cuestión de buen gusto. Aunque estemos hablando de un tiempo pretérito, a veces hay que evitar ser demasiado literal en estos asuntos). En el recortable los niños podían vestir a la muñeca -que portaba la cabeza decapitada de una víctima- con todos los complementos del uniforme de legionario, y que de manera adjunta también incluía a varios niños negros amordazados de diversos pueblos.

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Para no quedarnos solo con la función histórica de la anécdota y de la imagen, sería adecuado hacer alguna reflexión al respecto; y para ello me remitiré a una palabras de Pier Paolo Pasolini, quien habla de otra cosa, pero que yo lo dejo aquí porque, para mí, está hablando de lo mismo:

«Creo que es necesario educar a las nuevas generaciones en el valor de la derrota. En manejarse en ella. En la humanidad que emerge de ella. En construir una identidad capaz de sostener una comunidad en la que se pueda fracasar y volver a empezar sin que el valor ni la dignidad sean afectados. En no ser un trepador social, en no pasar sobre el cuerpo de los otros para llegar primero. Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de hacedores falsos y oportunistas, de gente importante que ocupa el poder, que escamotea el presente, ni qué decir el futuro, de todos los neuróticos del éxito, del figurar, del llegar a ser. Ante esta antropología del ganador, de lejos prefiero al que pierde».