No sos vos, soy yo… (y otros lugares comunes)

soledad-yar

«No sos vos, soy yo» Es una de las frases predilectas de aquellas personas que quieren romper una relación y no saben bien la razón por la cual quieren hacerlo o, si lo saben (lo cual es lo que que creo que ocurre), no se animan a decirlo de manera clara y directa. Hace poco tiempo, alguien me dijo esas palabras como si explicaran algo o como si fuesen determinantes, claras, precisas.
Por otra parte, es bien sabido por todos que la soledad en las grandes ciudades es casi, si se me permite el término, una pandemia. Uno ve y escucha a una enorme cantidad de personas quejándose por no poder encontrar un pareja, alguien con quien compartir los sencillos momentos del día a día. Hace poco escuché una frase que me pareció sintomática y contundente: «Quiero una relación con compromiso» dijo una chica joven, de unos treinta y tantos años; y allí tuve la pauta de lo que creo que está fallando en estos tiempos y en estas relaciones: la palabra adecuada hubiese sido busco en lugar de quiero. No conozco personalmente a la señorita que dijo esas palabras, pero si hubiese tenido algún grado de confianza con ella le hubiese preguntado: ¿Qué estás dispuesta a dar por esa relación? ¿Quién sos vos para pedir una relación como si ésta se comprara en un supermercado? ¿Sabés, al menos lo que significa o implica la palabra «relación»?
Aquí aparecerá otra frase clásica: «Es que no quiero sufrir…» ¿Ah, no? Pues malas noticias: esto es la vida no un parque de diversiones. Si no querés sufrir, bien por vos, pero eso es igual que el respeto: no se exige, se construye. Si querés que te amen y no querés sufrir tenés que hacer lo suficiente como para que esa persona se enamore cada día, cada hora si es necesario, de tu persona. Y si así y todo te «rompen el corazón», mala suerte. Llorá, limpiate los mocos y salí de nuevo a la batalla, a la pelea, a la búsqueda. De lo contrario lo más práctico sería que te compres un perro (y no, tampoco sirve; el perro con suerte vive unos quince años y también produce un profundo dolor cuando se va. Además, dormir con un perro no es lo mismo, ¿no?).
Vivimos en tiempos de profundos egoísmos; en tiempos en que queremos comprar un billete de lotería, pero siempre y cuando sea el billete ganador; tiempos donde queremos que nuestros hijos sean los mejores alumnos de la escuela, pero a los que no queremos ayudar a hacer la tarea; tiempos donde queremos invertir en un negocio, siempre que nos aseguren un beneficio rápido y abultado; tiempos donde queremos que alguien nos ame por sobre todas las cosas, pero si es posible que nos lo traigan a la puerta de nuestra casa como si fuese una entrega de pizza pero, además, queremos que nos aseguren un rápido reembolso si no es lo que pretendemos.
Vivimos en tiempos de grandes egos, y el ego siempre nos juega una mala pasada: ¿Alguien quiere amor con compromiso? Pues que ame y se comprometa, no hay otra salida.
Y la próxima vez que alguien me diga «no sos vos, soy yo…» le voy a dar la razón: «Sí, sos vos. Sos vos la que no quiere comprometerse, sos vos la que tiene miedo, sos vos la que pretende todo sin dar nada, sos vos la que quiere ganar en el casino sin la necesidad de apostar una mísera ficha. Pero la cosa no funciona así querida, esto es la vida, no un parque de diversiones».

5 comentarios el “No sos vos, soy yo… (y otros lugares comunes)

  1. Muy buena reflexión.

    «No eres tú, soy yo.»

    Un abrazo.

    Me gusta

  2. Dessjuest dice:

    La frase la verdad es que es agradecida, yo la usé una vez, en realidad era verdad, ella no tenía culpa alguna, encontré otra que me gustaba más, por lo que sí, era yo 🙂

    Sobre la reflexión pues muy de acuerdo, abrazos.

    Me gusta

Deja un comentario