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A cuatro años de la partida del sociólogo y filósofo polaco, no viene mal una breve compilación de citas, cada una de las cuales abre una puerta independiente a una habitación propia. «Lo bueno, si breve, dos veces bueno», dijo Gracián; y como tiene razón, a la brevedad de Bauman, sumo la mía y me voy de inmediato luego de este punto final.
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«Si los pobres están distraídos, los ricos no tienen nada que temer».
«El diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú».
«Es normal que queramos ser felices, pero hemos olvidado todas las formas de ser felices. Sólo nos queda una: la felicidad de comprar. Cuando uno compra algo que desea, es feliz; pero es un fenómeno temporal».
«La energía de un puente no es la fuerza media de sus pilares, sino la fuerza del pilar más débil. Siempre he creído que no se mide la salud de una sociedad por el presupuesto general de la nación, sino por la condición de quien esté peor».
«La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa».
«Es estéril y peligroso creer que uno domina el mundo entero gracias a internet, cuando no se tiene la cultura suficiente para filtrar la información buena de la mala».
«Hemos olvidado el amor, la amistad, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se compra, son solo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos».