.
Acabo de encontrar una imagen tomada de Twitter. En ella, el profesor Felipe Natri dice:
«Suena raro, pero soy docente de una Universidad privada. Ayer me notificaron mi despido por la cantidad de reclamos de alumnos estresados en mi ramo. Según ellos, trasnochar no es parte de una buena educación. Despidieron a varios, menos a los profes más penca que regalaban notas…». Para luego continuar: «Me despidieron por alumnos que no cumplían los estándares mínimos para aprobar un ramo básico en una universidad. Hoy, la educación es controlada por el alumno, no por la excelencia académica. No se sorprendan cuando a un ingeniero se le caiga un puente o un edificio…».
.
.
En las redes suelen pulular las mentiras y exageraciones, y hay que tomar las cosas con prudencia; pero eso que acababa de leer fue lo mismo que le sucedió a una amiga personal aquí, en esta ciudad mexicana del centro del país, solo que mi amiga era maestra de escuela primaria. Freny (el diminutivo con el que la llamamos a mi amiga) me contó que un día reprobó a un alumno que no cumplía, como corresponde, con los estándares mínimos, aún tratándose de una escuela primaria. El asunto fue inmediato: la llamaron de la dirección y le dijeron que no podía hacer eso; que allí no se reprobaba a los alumnos. En vano fueron las razones esgrimidas por mi amiga; allí no se reprobaba y punto (hablamos, también, de una escuela privada). Pero lo peor vendría después. Ese primer caso no había llegado a ningún lado porque fue interceptado, por así decirlo, por las autoridades de la escuela; pero después, con el paso del tiempo, fueron los mismos alumnos quienes le ponían a la maestra las cosas en claro. Freny me dijo que los alumnos le decían, de manera directa: «mis padres te pagan, así que quiero tal nota…». Mi amiga volvió a hablar con las autoridades de la escuela, pero no hubo modo. Le dijeron que no se tomara las cosas «a la tremenda» y que se adaptara. Así que lo que tuvo que hacer fue darse por vencida. Recuerdo con qué malestar (por decirlo de una manera suave) y con qué sensación de frustración me contaba que, cada mes, directamente decía: «A ver… qué notas quieren… recuerden que no pongo diez…» E iba pasando lista y los mismos alumnos decían lo que ella debía ponerles como nota final. Al final la frustración fue más fuerte y, antes de que la despidieran (todo apuntaba a ese camino) Freny decidió renunciar.
Se dice, y con razón, que estamos creando una generación de idiotas; pero en general se lo dice en relación a los jóvenes y los artefactos electrónicos y las redes sociales. Pero el problema es más grave: estamos creando una generación de verdaderos idiotas de manera consciente; desde los mismos estratos superiores de los gobiernos todos, al menos lo occidentales. El quitar de las currículas las materias humanísticas fundamentales para la creación del pensamiento crítico (como las artes y la filosofía) por ser inútiles, hasta el darles un poder que no les corresponde a los alumnos en lugar de las responsabilidades que les compete como tales, es una receta segura para el desastre. Es así que las palabras finales del profesor Natri («No se sorprendan cuando a un ingeniero se le caiga un puente o un edificio…») no son una simple ironía, sino una perfecta descripción de lo que nos espera si seguimos con el panorama educativo actual.
Así está el patio educativo. En España hasta se regalan los Masters a los políticos de turno. Lo del puente no es una exageración, lo que sucede es que no transciende cuando cae.
Un cálido abrazo
Me gustaLe gusta a 2 personas
Hemos hablado de estos temas contigo en diversas oportunidades, Xabier y, como siempre, tenemos que terminar siendo pesimistas, mal que nos pese. Y es que la realidad siempre nos sorprende con nuevas noticias de esas que suelen empeorar los asuntos, no mejorarlos ¿cómo vamos a salir de esta manera?
¿No será que solo nos quedará el cinismo de sentarnos a un lado y ver cómo todo se destruye a nuestro alrededor?
Un cálido abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues también yo opino que «el Patio» esta de aquella manera…. en mi pais, desde luego que sí… el nivel de excelencia en el alunnado es cada vez mas bajo…. yo diría que no se busca la excelencia ya. Trabajo en la universidad de mi ciudad, en la pública, y oigo a los compañeros docentes quejarse de cómo acceden los jóvenes a la universidad¡ empezando por la expresión ; hablada o escrita, ambas de una gran pobreza, falta de lectura..etc … También las distintas leyes de enseñanza. desde la EG a la famosa Bolonia, en los niveles de Media y Superior, ha sido lamentable porque en cada cambio del sistema educativo, ha bajado el nivel de exigencia para el alumno. Y así nos va; escuchamos a los jóvenes universitarios y se nos cae el puente y también la moral. Ya la acaba de empatar las aplicaciones de internet, y , algo mucho peor: el poco interés de las autoridades académicas por la Cultura Clásica, El Latin y El Griego. Me alegra que salga esta crítica, a ver si llega a algunos oídos sensibles y mueve algo.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Este estado de cosas se viene acentuando desde hace décadas y no creo que se solucione en un plazo breve. Desde el momento en que cuando las nuevas generaciones (y los adalides de lo políticamente correcto de las viejas) se horrorizan ante la palabra «disciplina» como si esto solo fuera un sinónimo de castigos y crueldades en lugar de lo que realmente significa, es decir, la correcta distribución del tiempo para así poder llegar a buen puerto en una tarea determinada, nunca podrá avanzarse.
Las materias humanísticas están siendo cortadas de manera drástica de las universidades y de los colegios secundarios y, lo que es peor, se les enseña a esos alumnos de que hay conocimientos inútiles. De allí a que consideren a todo lo que no les compete personalmente como «inútil» hay un solo paso. Y otro más y ya caemos en el desastre absoluto.
Agradezco tus palabras, como siempre; pero este blog no llega a ningún lado; solo es un sitio de desahogo de un hombre solitario y apenas si llega a algunos amigos bienintencionados; difícil que llegue a alguien con poder sobre estos asuntos (y en ese sentido soy más cínico: yo creo que ellos lo saben bien, y también saben bien por qué hacen lo que hacen).
Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es tremendo, pero es así, conozco de varios casos que después de intentos de adaptación y/o situaciones traumáticas o estresantes con alumnos y la Dirección, se han visto en la necesidad, por motivos de salud, de renunciar a la docencia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Creo que esos casos se dan más y más y seguirán multiplicándose. El poder que se les está dando a los jóvenes es algo que ellos no están maduros para poder manejar y quienes sí lo están, se preocupan más por quedar bien con el comisario que por hacer las cosas bien. Por ejemplo, aquí comenzaron las campañas publicitarias rumbo a las próximas elecciones. ¡Si vieras el nivel de las publicidades! No sabes si reír por lo ridículas o llorar por el futuro del país. La cuestión es que todos los políticos (y aquí digo: TODOS) no dicen nada desde sí mismos, sino que dicen lo que saben que el oyente quiere escuchar. El nivel de cinismo es repugnante. Y ese es el estado general de las cosas; lo que yo digo aquí de los políticos lo digo porque lo mismo pasa en las universidades y en otros ámbitos.
La excelencia pronto será una mala palabra.
Un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 2 personas