Douglas Hoftadter, en Yo soy un extraño bucle, dice que existe en francés la expresión avoir des atomes crochus; es decir, “tener enganchados los átomos” (traducción literal) o “tener buena química”. En inglés existe la expresión to fall in love, lo que literalmente vendría a significar “caer en el amor”. En español, cuando decimos estar enamorados también estamos exponiendo una metáfora, ya que en-amor podría entenderse, de manera muy parecida a la expresión en inglés, estar “dentro-de” o “caer-en” el amor; pero seamos sinceros, la expresión en español carece del encanto de las otras dos.
Tal vez alguien piense que no estaría mal inventar una palabra o una expresión un poco más poética en nuestro idioma; pero no creo que sea necesario. Tal vez lo único que debamos hacer es abandonarnos al amor lo mejor que podamos y hacerlo con toda nuestra integridad e inocencia y dejar los juegos de palabras para otros asuntos menos interesantes.
Dejarnos llevar por el conocimiento sobre la persona conocida, que nos interesa, que nos hace «sonar los cascabeles», eso siempre es lo más interesante. Un abrazo.
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Sí, dejarnos llevar y realimentarnos recíprocamente. Saber que el juego del amor no es más que eso, un juego que debe ser jugado con inteligencia, no sólo con pasión.
Un abrazo.
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Qué más da el nombre que le ponemos?
Lo bonito es estarlo, conocer ese estado en el que todo es perfecto, bonito, romántico. Que luego ese estado muta a otros que también son estupendos o no, pero esa sensación de mariposas en el estómago, de deseo incontrolable, de querer habitar en el otro….esa sensación, es mágica.
Yo estoy enamorada de tus textos!! Te lo había dicho ya?
Besos y abrazos corazón
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El nombre es lo de menos, estamos de acuerdo en eso; las cosas más importantes e interesantes de esta vida no tienen nombre o el que tienen no es el que mejor los designa; a veces lo mejor es quedarse con la sensación y nada más, sentirla, hacerla carne en nosotros, vivirla hasta agotarla si es necesario. Luego, como bien dices, si ese estado muta a otra condición, pues… eso es otra cosa.
Me encanta que estés enamorada de mis textos; no creo merecer tanto, pero acepto el encantador regalo.
Besos.
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Pues creo que he leído por ahí que lo que no tiene nombre, no existe….
Una cosa es no querer ponerle un nombre en concreto y otra distinta, que no tenga, no??
Mereces eso y más…..no me lleves la contraria!!
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Sólo digo que a veces lo que se siente es tan intenso que una simple palabra no puede abarcar con precisión lo que se siente.
Por ejemplo: https://borgeano.wordpress.com/2014/04/24/amar-a-traves-de-las-palabras-amarte-a-traves/
No lo haré, lo prometo.
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Bello!! Gracias por llevarme a ese lugar. Besos y abrazos.
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Me hiciste recordar a mis padres… Soy hija del Amor, y mi padre a sus ochenta, ochenta y cinco le decía a mi madre. «qué caderas tan bonitas tienes». O cuando se terminaba de afeitar tenía que ir mi madre a darle su caricia y su perfume y le decía lo guapo que era… Y sus palabras no han muerto…en mi recuerdo. «¿Sabes? Tengo envidia de mi mismo por quererte tanto…» Palabras, expresiones que nunca se me olvidan y hoy tu texto me las han recordado…
Gracias Borgeano, amigo. Eres genial. Mi abrazo fuerte de amor incondicional.
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Lo que nos cuentas de tus padres es encantador, Julie; sin duda, ellos encontraron la manera perfecta para mantener ese estado ideal de enamoramiento perpetuo. ¡Y eso es algo que siempre dije! Aunque la verdad no hay muchas personas que quieran entenderlo; todavía hay gente que cree que el amor es algo que se encuentra por azar al doblar una esquina en lugar d un trabajo diario; de un encantador trabajo de conciencia y voluntad.
Gracias por tus conceptos, Julie; los guardo con mucho, mucho cariño.
Un fuerte abrazo.
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Creo que en realidad el encanto del amor no se basa en palabras sino en hechos, no se basa en egoísmos sino en en una entrega consciente y desinteresada, en la honestidad, cuando podemos brindar eso y recibir a cambio ese amor estaremos frente a un milagro que más allá de una frase seductora hace de nosotros seres plenos.
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Por supuesto que el modo en que llamamos a las cosas no es tan importante como la cosa en sí; estamos de acuerdo en ello; y todos los elementos que nombras (entrega consciente y desinteresada, honestidad, etc.) son más que fundamentales. Las relaciones sentimentales son un tema por demás complejo, sobre todo cuando esos elementos no están presentes o cuando otros ocupan su lugar, como las sensaciones personales por sobre las reales u otras por el estilo. Como digo desde siempre, el amor es un trabajo diario, no un azaroso encuentro en una esquina, como suelen mostrarlo las películas de Hollywood.
Un abrazo.
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