En la Edad Media, los maridos y las esposas a veces resolvían sus diferencias por medio del combate físico. Para compensar la mayor fuerza del hombre, su esposa recibió ciertas ventajas: La mujer debía estar preparada sostener un pequeño adminículo de un codo de extensión en su mano, como un pequeño saco. En el extremo se ponía una piedra que podía llegar a pesar tres libras; no estaba vestida nada más que con su camisa y ésta se encontraba unida entre las piernas con un encaje. El hombre debía meterse en un hoyo, enterrado hasta el cinturón, y tenía una mano atada por el codo a un costado (en otros dibujos el hombre se sienta en una bañera, así que podemos suponer algunas variaciones en este punto).
«Los duelos judiciales eran bastante comunes en el período medieval y temprano; tanto es así que hasta se publicaron libros de etiqueta al respecto», escribe el erudito Allison Coudert, «pero hasta donde yo sé, en ninguna parte excepto en el Sacro Imperio Romano fueron los duelos judiciales considerados como medios apropiados para arreglar disputas; y no se ha encontrado ningún registro de tal duelo después de 1200, momento en el que se dice que una pareja ha luchado por una sanción frente a las autoridades cívicas en Bâle».
Los dibujos que han sobrevivido provienen de tratados históricos de los siglos XV y XVI. (Allison Coudert, «Duelos judiciales entre esposos y esposas», Notas en la Historia del Arte 4: 4 [Verano 1985], 27-30).
Como puede verse en algunas de las imágenes, las mujeres de aquella época no parecen tan dóciles ni amables como solemos creer (los hombres no necesitan explicación ni condescendencia, lo sabemos); y eso tal vez se deba a una imagen arquetípica que tenemos de la edad media y de quienes la habitaron, la cual tiene mucho de oscuridad, pero también mucho de romanticismo.
Qué interesante, en verdad no tenia idea- Gracias por compartirlo
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Fue un hallazgo casual, como casi siempre. Lo que me sucede cuando encuentro estas cosas es que comienzo a pensar en cuántas otras curiosidades hay por allí que aún desconozco, y eso hace que quiera seguir y seguir buscando.
Un abrazo.
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Muchas gracias, leyéndote se aprende mucho. Besos a tu alma.
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Es un placer aprender y seguir aprendiendo y, sobre todo, compartir estas cosas que no sirven para nada pero que son, paradójicamente, las que llenan mi mundo. Gracias por ser parte de él.
Un fuerte abrazo.
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Muy interesante, Roberto, Como bien dice María del Mar, leyéndote se aprende un montón. Y esta me parece una curiosidad divertida. Un fuerte abrazo.
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Lo bueno de todo esto es que aprendemos juntos, Julie; porque muchas de estas cosas las voy descubriendo a fuerza de lecturas azarosas y compartirlas es una forma añadida de placer, de encanto o de divertimento, si se quiere. Yo soy el agradecido por tener tantos y tan amables amigos.
Un fuerte abrazo.
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Te comprendo perfectamente y sé que una cosa lleva a la otra con ese entusiasmo de aprender y descubrir. Gracias siempre.
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Muy muy interesante. Tenemos la imagen de la mujer del medievo como alguien dócil e indefensa. Con estas imágenes podemos observar que no fue así ni de lejos.
Un fuerte abrazo.
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No tenía ni idea de este tema,me parece muy interesante.Muchas gracias.Besos Borgeano.Elssa Ana
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Me parece incongruente el hecho que el hombre se situara en un hoyo. En ese caso creo que no deberiamos hablar de feminismo, puesto que se esta estigmatizando la mujer como más debil.
Tampoco acabo de entender que relación tienen los juicios que has mencionado con las disputas de pareja. Sin embargo, me ha parecido curioso esta publicación; me gustaria sugerirte que desarrollaras un poco más la próxima vez, me gusta tu temática.
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La Edad Media la vendieron como periodo oscuro los renacentistas (los primeros maestros del marketing), y, sin embargo, fue un periodo fascinante. Interesante entrada, como siempre.
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La edad media es sumamente interesante y un gran divulgador de ese tiempo fue Umberto Eco, pero a quien no se le prestó demasiada atención en este punto.
Abrazo.
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Eco fue un maestro. Cualquier cosa salida de su pluma vale la pena leerla.
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Fascinante amigo… Interesante que se hubiera tenido en cuenta las diferencias físicas, en un contexto claramente misógino… Aunque quizás el hecho de que ello haya sido no fuera (si se lo piensa nuevamente) sino una expresión de que «el hombre era superior»… Realmente no tenía idea de estas estrategias de resolución de conflicto en la Edad Media… Gracias por compartir. Un abrazo y muy buen fin de semana para vos 😉
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Sea por la razón que fuere, Aquileana, al menos se comportaban con un poco más de lógica que los musulmanes de hoy, lo cual nos hace ver a la edad media bajo otra óptica, si bien no menos bárbara, al menos no tan cerrada como la mirada que teníamos hasta no hace mucho. Cuando uno se adentra un poco más de lo habitual en esta época se da cuenta de que los parámetros por los cuales se había manejado no eran para nada acertados.
Como siempre, demos gracias por la posibilidad de rectificarnos.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana para vis también.
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