Dos consideraciones personales sobre el lenguaje

Mi Be - “Communication v3.2”

Mi Be – “Communication v3.2”

Uno de los tópicos más delicados al viajar por el mundo y, sobre todo, al establecerse en una latitud diferente a la de origen, es el del lenguaje. Se llega con una carga semántica diferente, con un acento extraño, con sutilezas mínimas pero fundamentales. Esas diferencias bien pueden marcar un punto de inflexión entre el bienestar y el malestar, aunque esto parezca una exageración. Por un lado uno debe adaptarse a los localismos, los cuales pueden incluir términos mal empleados, como los que escucho aquí a diario, los diminutivos, por ejemplo. Es común oír panecito, trenecito, solecito, y así por el estilo. Claro está que esto no significa que sea yo el que hable bien. En mi caso, por mi raíz argentina, tengo la costumbre del vos, lo cual implica conjugar mal todos (todos) los verbos y usar el tiempo incorrecto (los argentinos usamos la segunda persona del plural como singular y le quitamos, generalmente, una letra a la conjugación correcta). En síntesis: en todos lados se cuecen habas (se “cocen”, dirían los mexicanos) y todos hacemos agua por algún lado. La cuestión es que uno se adapta y que la convivencia entonces pasa por otros asuntos.

I. Pero (llegó la tan temida palabrita) ¿Qué ocurre cuando las costumbres se van perdiendo de tal manera que lo que antes nos parecía correcto o bello ya no nos lo parece tanto? Lo digo porque acabo de ver un programa de TV argentino donde el uso del lenguaje y el acento me parecieron espantosos. Sé que los argentinos tenemos fama de soberbios, lo cual es una generalización torpe, todos sabemos eso; pero precisamente es lo que sentí al oír a esas personas; su acento y su tono me pareció absolutamente soberbio y pedante. Seguramente esas personas son más que correctas, pero hay algo en ese lenguaje que impulsa esas sensaciones. ¿Será ese el germen de ese mote inmerecido?

II. Por otro lado, ese mismo día vi una publicidad de Pepsi que decía algo así como “La persona que aparece en esta publicidad puede recordar la refrescancia de una Pepsi…” Tomé nota y esperé que el aviso apareciera otra vez, ya que me costaba creer que se hubiese dicho semejante atrocidad. El aviso apareció y sí, la palabra era y sigue siendo refrescancia. Aquí ya no tengo paciencia; que una persona, por costumbre local diga una palabra de manera incorrecta es una cosa; pero que en un aviso publicitario, el cual debería pasar por diferentes controles de calidad, se hable de esa manera es imperdonable. Después recordé un par de cosas más relacionadas con esto. Una es que la AT&T estadounidense, en su mensaje de voz, decía “Usted a accesado a…”. Por desgracia, el verbo “accesar” ya se ha vuelto bastante común incluso fuera de los estados unidos (hasta tal punto que incluso hay una consultora que se llama así, mal que les pese). Y también esta dirección web, la cual dice “entretención” en lugar de “entretenimiento”.

 

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El idioma es algo inquieto, eso es por todos conocido; y es por demás ridículo intentar fijarlo como si fuese una norma inmóvil; pero más allá de eso hay límites que, sobre todo, están fijados por el buen gusto y por la necesidad de cierta normativa (aunque esta sea flexible) que nos permita comunicarnos con mayor facilidad. Cuando necesitamos traducir de manera constante el propio idioma, es que estamos entrando en terreno peligroso.

10 comentarios el “Dos consideraciones personales sobre el lenguaje

  1. Totalmente de acuerdo.
    Yo no soporto oír decir en el mundo del motociclismo «Los entrenos» en vez de «Los entrenamientos»… y de tanto repetirlo quizás ahora la RAE lo haya aceptado o lo vaya a aceptar como correcto, pero a mí siempre me seguirá espantando.
    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Ése es otro problema que lo único que hace es acrecentar al primero, Alberto; y me refiero a la normalización de esas animaladas por la RAE. Ejemplos tenemos muchísimos y sería más que interesante saber los que son más comunes en cada país sería por demás interesante.

      Un abrazo.

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  2. luluviajera dice:

    De acuerdo contigo, aunque yo también hablo con muchos localismos; es decir que es algo que siento que esta muy arraigado a mí y que, aunque trato de quitarme porque sé que está mal, en el momento las digo sin pensarlas. Sin embargo, a mí escuchar el «vos» me parece bonito y ese modismo no es de mi cultura. Nuestro idioma, el español, es el mismo para muchos, aunque las palabras las decimos de diferente manera.

    Un abrazo.

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    • Borgeano dice:

      Claro, lo que a ti te gusta es lo poco usual de ciertos términos o modismos como el «vos». A mí me gustan muchos de los que aquí escucho, eso no tiene nada de malo; lo que no me gusta es que se hable mal en los medios o en organismos oficiales o que lo hagan profesionales de los medios, que son quienes deberían dar el ejemplo.

      Un abrazo.

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  3. Martes de cuento dice:

    Y al maltrato que sufre la lengua por diversos motivos, hay que sumarle el «idiolecto», que aunque suene a lenguaje de idiotas es, en realidad, el lenguaje peculiar individual. Conozco a un señor que toma aspirina «fervecente», se hace «unos analises» al ir al médico y cuando se marea tiene ganas de «gomitar» 😉
    Aunque el lenguaje esté vivo, bajo mi punto de vista hay unos mínimos que deben respetarse o llegará un día en el que será imposible la comunicación oral y volveremos a los signos…
    ¿Un día? ¿He dicho un día? 😀 😀 😀 😀

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    • Borgeano dice:

      Me has hecho reír mucho; debo ser sincero con eso. Tienes razón con respecto a lo que dices sobre el «idiolecto»; aunque yo no quiero ser tan estricto con ello. Por un lado eso puede deberse a una poca o nula formación de dicha persona, entonces no quiero criticarlos, sólo entenderlos. Por otra parte, lo que sí me molesta y mucho, son los «profesionales» de los medios de comunicación que hablan peor que un analfabeto. De allí la molestia que me causó la publicidad de Pepsi, entre otras cosas similares.
      Tu final sigue pareciéndome brillante.

      Un abrazo.

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  4. phaetho dice:

    Una reflexión interesante, creo que el español es un idioma con matices y que constantemente se va re-construyendo en ingeniosas jergas. Como mexicano no puedo negar nuestra habilidad casi innata, con solo escachar la canción de Cafe Tacvba «Chilanga banda» con una letra que incluso los mexicanos, o por lo menos los de Guadalajara, no podamos descifrar el significado sin el apoyo de una traducción, así como también tenemos la mote, según dicen las otras regiones del país, de sentirnos «La crema y nata» ¿quién sabe? O como la gente del barrio de Tepito, en la Ciudad de México, que literalmente la mayoría, sin generalizar, usan una jerga propia indescifrable para todos los que no pertenecemos al barrio.

    Respecto a las empresas y su publicidad, probablemente sea por estrategia de mercado. Sin embargo siento que tratan de adoptar una postura que probablemente no es apropiada, porque no pertenecen al segmento cultural que lo implemento ¿Qué pasaría si yo llegara a Tepito tratando de imitar la jerga del barrio? probablemente nada, eso espero, pero si causaría una reacción de inquietud similar a la tuya. Bueno, eso considerando tu reacción sobre el tema que abordas en este articulo.

    Borgeano muchas gracias por compartir.

    Un gran saludo y mucho éxito.

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    • Borgeano dice:

      El español es un idioma por demás rico y todas las variantes que he ido encontrando a lo largo del camino no han impedido jamás una comunicación fluida, variada y enriquecedora. Hace más de un año que estoy con mi actual pareja y todavía seguimos (muy seguido, por cierto) preguntándonos «¿Y eso qué significa?» Aquí no hay problema alguno, claro está. Tal como dije en la entrada, si me encuentro con una persona que «habla mal» no me rasgo las vestiduras por ello (menos aún si es una persona de extracción humilde, la cual posiblemente no tuvo la oportunidad de estudiar) ¡Además hay que ver la paciencia que me tienen a mí!
      Pero el tema de los medios, ya sean publicitarios o de difusión (hay que ver lo mal que habla más de un periodista o conductor de radio o TV) es otra cosa. Tal como dices tú, si lo hacen por estrategia me parece un grosero error, porque si es eso sí, llaman la atención, pero no de la manera adecuada. ¿Te imaginas a un músico tocando mal para llamar la atención?

      Gracias por compartir la entrada y, sobre todo, por tus palabras.
      Un fuerte abrazo.

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  5. phaetho dice:

    Reblogueó esto en y comentado:
    Borgeano nos comparte una reflexión sobre el idioma español y sus formas de empleo, que posiblemente entren en el termino de expresiones muy particulares de algún grupo social o hasta de una región.

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