Ahora

andreas-diefenbach-german-b-1973-calling-ufo-calling-ufo-2005Que se vienen tiempos difíciles, eso no hay quien lo dude. Todos sabemos lo que los Estados Unidos suelen hacer cuando están desatados y ven enemigos por todas partes y más cuando un imbécil es quien dirige a esa enorme masa de descerebrados. Pero, si sumamos a eso nuestra propia desidia, nuestra propia pereza y nuestra propia inacción no tendremos derecho alguno, luego, a quejarnos o a lamentarnos. Mucho menos a justificarnos delante de nuestros hijos o de cualquier otra generación que nos siga los pasos. Existe una figura legal comúnmente conocida como defensa propia, la cual nos permite usar la fuerza para protegernos o para proteger a los nuestros del ataque infundado de cualquier ente, sea éste un animal, otra persona o una institución cualquiera.

En este caso, como es obvio, estoy hablando de Donald Trump y de sus medidas políticas basadas en el racismo, la intolerancia y la estupidez práctica lisa y llana. Está bien, tiene todo el derecho a ello, eso no se lo voy a criticar; no se puede legislar sobre la estupidez humana (y ser racista, misógino o xenófobo son características intrínsecas a la estupidez, así que nada puede hacerse desde la ley). Lo que sí no puedo tolerar es quedarme quieto. Como dije antes, hay una figura que me protege y contempla: la defensa propia.

Ante el ataque del presidente norteamericano, los primeros presidentes que salieron a miniaturasdefender a México fueron Nicolás Maduro y Evo Morales; dos de los “dictadores” latinoamericanos. Sería bueno, muy bueno, que alguna vez los latinoamericanos comenzaran a verse en un unidad en lugar de hacer caso a la propaganda política norteamericana que ve dictadores donde más le conviene y no los ve donde los hay en realidad (por seamos sinceros, si Venezuela no tuviese petróleo a nadie le importaría quién o cómo la gobierna. Mientras tanto, EE.UU. no dice nada del accionar israelí o árabe aunque estos masacren a otro país o ejecuten a personas en la plaza pública).

A comenzado en Latinoamérica una fuerte campaña en contra del consumo de productos norteamericanos. Espero que no todo quede en una mera muestra de cartelitos coca-cola-lucha-de-clasesfacebookeros y que la acción sea llevada adelante con toda la fuerza posible. Sé que muchos no se plegarán a este accionar (a quienes luchan a favor del invasor les dicen cipayos en Argentina o malinchistas en México; lo cual indica que traidores, en estas tierras, los hubo siempre. También habrá que luchar contra ellos si es necesario).

La receta es simple: contra la violencia ciega y torpe, la acción concreta y pacífica; contra la burla soberbia, la dignidad humilde pero orgullosamente poderosa; contra la bravata torpe e ignorante, la altivez del silencio colectivo.

Hace una par de meses dije que esta puede ser una gran oportunidad para México; ahora veo que puede serlo para toda América Latina. Espero ver, de una vez por todas, a este continente unido contra cualquiera que quiera hacernos daño, todos; tanto a los de afuera como a los de adentro. Tal vez aquellos versos de José Hernández escritos en 1879 sean, al fin, escuchados: “Los hermanos sean unidos / porque esa es la ley primera / tenga unión verdadera / en cualquier tiempo que sea / pues si entre ellos pelean / los devoran los de afuera”.

12 comentarios el “Ahora

  1. «no se puede legislar sobre la estupidez humana» Totalmente de acuerdo. Y sólo la unión hará posible eliminar la estupidez. Mi abrazo fuerte.

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    • Borgeano dice:

      Sólo la unión conseguirá resultados positivos. Ahora, precisamente, eso es lo difícil, lograr que la gente se una en beneficio propio. Paradojas de nuestro tiempo o de la humanidad; como sea, me gustaría ver, alguna vez, un cambio al respecto.

      Un abrazo.

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  2. leodelatorre dice:

    El capitalismo, en su etapa final, se va transformando en un auténtico esperpento.
    saludos desde España.

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    • Borgeano dice:

      El neoliberalismo o «capitalismo salvaje» siempre lo fue; por desgracia quienes lo aplican son quienes tienen las herramientas para también promocionarlo y es así que las propias víctimas terminan apoyando y aplaudiendo a quienes los someten. Espero ver el final de esto antes de mi tiempo se agote. Al menos para morir un poco más esperanzado ¿no?

      Un abrazo y gracias por pasar por aquí.

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      • leodelatorre dice:

        Esa es la clave: «que las propias víctimas terminan apoyando y aplaudiendo a quienes los someten».
        Yo pienso que el capitalismo, que en su esencia siempre fue salvaje y cruel, acabará autodestruyendose, por su propia codicia (que no tiene límites), lo terrible es que tal vez se lleve a gran parte de la humanidad por delante, tal como ya va ocurriendo.
        Un abrazo.

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      • Borgeano dice:

        Exacto, de allí la importancia de actuar a tiempo, cuando ya somos conscientes de que el capitalismo no es una solución a nada, sino el problema en sí.

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  3. luluviajera dice:

    Tal vez podamos usar a nuestro favor lo que Trump quiera hacer y así ponernos a pensar y actuar más en nuestro país y en nuestgro continente. Leí un artículo que decía «que construya un muro, tan grande como el que desea para que los jóvenes no pasen y se reencuentren a sí mismos y pierdan el deseo de ir al otro lado. Que no pase ninguna empresa mexicana a contaminarse, que nuestro campo produzca lo que tiene que producir y alimente a los nuestros en vez de pudrirse en las grandes tiendas como Walmart; y que tampoco pueda llegar el petróleo nuestro a sus refinerías, eso nos obligaría a ser mas productivos. Que ponga torres altas en el muro, drones para que ninguno entre al otro lado. Colocar la primera piedra seria la tumba norteamericana».

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    • Borgeano dice:

      Lo que dice ese fragmento que nos compartes es perfecto. El asunto, ahora, está en hacer que la gente entienda que también deben hacer algo ellos por ellos mismos. Hay que atacar desde todos los frentes, desde el más pequeño hasta el más grande.

      Un abrazo.

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  4. literatoluisrodriguez dice:

    La realidad es que muchos países ( incluido el mío que era contra EE.UU. mientras no gobernaba), no quiere perder los «favores» de la nación más poderosa del mundo.

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    • Borgeano dice:

      El tema de los gobiernos es complejo; a veces se relacionan entre ellos de una manera para la que la gente no los eligió. Los políticos no hacen lo mejor para que la gente deje de considerarlos como corruptos o malintencionados. Creo que cada vez es más notorio de que ellos están por un lado y la gente por otro.

      Un abrazo.

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  5. Plegarse a la intransigencias es un modo de traición. Pensemos en Ghamdi, con su pacifismo sacó al país. ¿por qué no?. U abrazo.

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    • Borgeano dice:

      El boicot es una herramienta pacífica y sumamente efectiva; creo que puede (y debe) hacerse algo al respecto. El ejemplo de Gandhi es perfecto; tal vez uno de los más notorios de los que se tenga memoria.

      Un abrazo.

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